domingo, 10 de febrero de 2019

BACK TO VINYL

Este año voy a inaugurar una nueva sección en este cochambroso blog. Esta vez va en serio, seré constante. Los domingos es el día ideal. Es la jornada libre, esa en la que se dispone de más tiempo. En mi caso al menos suele ser el día que más discos escucho en casa, tranquilamente. Recientemente nos hemos hecho con un equipo de música de segunda mano que tiene plato para vinilos, formato que abandoné cuando me emancipé de casa de mis progenitores. Hace 19 años casi nadie compraba vinilo, estaba más que sepultado. El formato ya estaba casi desaparecido así que cuando me compré el equipo de música para mi nuevo hogar decidí no poner plato. 

El formato rey en mi casa es el Cd. Me he acostumbrado y me gusta pero poco a poco me ha vuelto el gusanillo por disfrutar de los vinilos. No tengo una extensa colección. Es más no me gusta el término colección porque lo que entra en casa es para ser escuchado. Ni soy completista ni jamás me ha ido el tema de las ediciones raras ni chuflas de esa. Respeto al que quiere tener todo de Neil Young  pero eso no va conmigo. Reactor o Trans sólo cogerían polvo en mis baldas. De modo que está vuelta es tranquila y sin perder la chaveta. La oportunidad de comprar vinilo surge cuando tenemos 3x2 en la tienda, cuando se deprecian o recurriendo al mundo del soul y jazz donde hay mejores precios y tengo un filón amplio. Sin ir más lejos los tres vinilos que salen en la foto me han salido por 28 euros. Así si puedo comprar pero invertir 30 euros en el Liquid Spirit de Gregory Porter o 29 por Freedom´s Globin de Ty Segall por mucho que me gusten, ni de coña.

La discusión sobre la calidad del sonido viene de lejos y suscita polémica entre los sibaritas de la alta fidelidad. La plebe no distinguimos tanto. Sospecho que lo que realmente tiene importancia es tener un buen equipo de música y tanto el cd como el vinilo suenan bien, mejor que el mp3 que tampoco suena tan mal. En el tema de la conservación no hay color, el cd aguanta mejor el paso del tiempo y no requiere un cuidado excesivo. El vinilo es mucho más delicado hay que limpiarlo bien, tener más cuidado y su conservación es más compleja. Es más cada vez que pones un vinilo poco a poco su calidad se va desgastando. Todavía estoy esperando a que se me estropee un cd. Ni uno se me ha roto. De modo que lo escrito, Back to Vinyl con mucha calma, escuchando los que ya tengo y adquiriendo gangas cuando las haya. Salud!









3 comentarios:

Unknown dijo...

Paso del vinilo. En el coche no los puedo escuchar
Oscar

J Aybar dijo...

El FNAC se esta cebando con las reediciones a precios decentes de clasicos de soul y blues ... en todo lo demas, a rascarse tocan, asi que si, no queda otra, con calma vamos ...

Joseba dijo...

El Reactor me gusta, puestos a citar discos malos de Neil Young se me ocurren muchísimos otros. A mi se me han estropeado más cd´s que vinilos pero lo peor de los vinilos es lo delicados que son, en mi última casa si ponía un vinilo tenía que andar de puntillas para que no saltara la aguja, si los oyes mucho se desgastan pero si los oyes poco cualquier mota de polvo endurecida con la humedad en un surco provoca un salto. Y en cuanto al reproductor, un cd lo reproduces aceptablemente en cualquier reproductor potroso de 20 euros pero un plato decente cuesta una pasta, hay que cambiar la aguja cada cierto tiempo...