jueves, 3 de enero de 2013

Tom Petty. Soundstage


Casi todos mis músicos favoritos se inspiraron en las mismas fuentes. La mayoría ni pretenden ni quieren esconderlo y aunque lo intentasen no podrían ocultarlo. A menudo simplemente se divierten y se entregan a realizar versiones insuflándoles su toque personal. Tom Petty & The Heartbreakers lo hacen a menudo. Siempre sazonan sus conciertos con jugosas versiones de clásicos del blues, rock´n roll o soul y a veces para gozo de sus seguidores lo editan. Es el caso de este dvd de la serie Soundstage grabado para la PBS y que tiene una excelente calidad de sonido e imagen.

La particularidad de este artefacto es que a temas míticos en el repertorio del rubio de Florida como I won´t back down, Love is a long road o You Wreck me (y que por cierto no me canso de escuchar) se le unen otras perlas tal vez menos valoradas y que son de mis favoritas como Crawlin´back to you o Wake up time y una imponente ristra de clásicos del blues. Estos conciertos están grabados en los estudios WTTW de Chicago y caen unas cuantas piezas de compositores ligados a esa ciudad como Born in Chicago, Little Red Rooster o Done Somebody Wrong.


Tom Petty & The Heartbreakers disfrutan de una auténtica velada en la ciudad del blues. Así lo espeta Petty para introducir Born in Chicago. Tiene que ser una suerte mirar a tu derecha y comprobar que te secundan Mike Campbell y Benmon Tench. Ambos destacan en esa Little Red Rooster que abordan con calma y una precisión milimétrica. Estos tíos se adaptan a cualquier cosa. También Scott Thurston brilla con al armónica en ese mismo tema o en I´m cryin´. Uno de mis versiones favoritas es el Done Somebody Wrong de Elmore James. La banda se va calentando poco a poco para que Campbell se desmelene con uno de sus cereros solos. Claro que no se queda atrás el I got a woman que se marcan. Larga vida a Tom Petty & The Heartbreakers


miércoles, 2 de enero de 2013

Rojo, Blanco y Blues


Hace diez años Martin Scorsese se embarcó en un interesante y ambicioso proyecto sobre una de sus pasiones: el blues. Scorsese además de ser uno de los mejores directores de su generación es un melómano empedernido y un profundo conocedor del rock´n roll y aledaños. Se puede comprobar escuchando las canciones que elije para sus películas y por su implicación en diversos documentales sobre músicos: Bob Dylan, George Harrison o The Rolling Stones. Parece que ahora anda metido en un biopic sobre Frank Sinatra, ni más ni menos.

La serie titulada Martin Scorsese presenta The Blues está compuesta por siete documentales dirigidos por Win Wenders, Clint Eastwood, Marc Levin, Charles Burnett, Richard Pearce, Mike Figgis y el propio Martin Scorsese. El pack me lo pillé en la FNAC hace unos meses por un precio ridículo y la inversión ha merecido la pena. Como suele ser habitual aprovecho estas vacaciones para visionar abundante material audiovisual. Ayer vi el dirigido por Mike Figgis, Rojo, Blanco y Blues que se centra en la influencia que tuvieron los bluesman norteamericanos en una entusiasta generación de músicos ingleses como John Mayall, Van Morrison, Eric Clapton, Georgie Fame o Steve Winwood.

 
 El documental comienza con una potente actuación de Tom Jones y Jeff Beck en los estudios Abbey Road seguida de otra de Van Morrison y luego se ven más de algunos otros músicos que no conozco intercaladas con los testimonios de los protagonistas. Todos tienen interesantes opiniones que transmitir y entre las mejores intervenciones están las de Tom Jones que además de confesar su pasión por el género cuenta cachondas anécdotas como esa de un productor intentando ligárselo.

Otro de los momentos más divertidos y desconcertantes es cuando se menciona la influencia de Lonnie Donnegan rey del skiffle en todo este tinglando. Todos sus compatriotas lo alaban y lo ponen por las nubes y de repente aparece un testimonio de Ramblin Jack Elliott diciendo que el skiffle era una mierda y que los que lo tocaban eran unos borregos. El aludido Donnegan pasa por el embolado con elegancia. Por su puesto el documental se hace eco de las andanzas de los Stones y los Beatles porque en aquellos años en Inglaterra ambos combos fueron los más populares y bebían del blues como tantos otros. 

Al final del documental aparece un emotivo testimonio de B.B King poniendo por las nubes a todos esos músicos británicos que contribuyeron a expandir la cultura del blues y que posibilitaron que los bluesman norteamericanos como el propio King, Muddy Waters o Willie Dixon y tantos otros tuviesen una segunda oportunidad para encontrar el éxito que durante tantos años les había sido esquivo.

martes, 1 de enero de 2013

La comida de Año Nuevo


Aunque llevo cinco años sin salir en Nochevieja incluso cuando salía a darlo todo, a pesar de poder estar notablemente perjudicado o demás circunstancias adversas jamás me he perdido una buena comida de Año Nuevo. La gula puede. Y el menda sacaba fuerzas de dónde no había para degustar todos los platos por los que habitualmente se me derrite el paladar. Y es que uno es un glotón y no lo puede remediar. Se que todo esto de la Navidad no es más que un invento y que no deja de ser una tradición perpetuada por mucha gente pero tengo la sensación de que cada vez hay más gente que pasa de la Nochevieja y de todas las comilonas de estos días pero yo a lo que no puedo renunciar eso a esto último. En fin que hoy para no variar hoy me he puesto tibio. Como los romanos. Eso si, para cenar un yougur. Que mañana seguro que me llegan otros cuantos anuncios de tu tripa antes y después de un mes con este tratamiento tan fantástico que te ofrecemos.

Y aunque no viene a cuento amenizo esta glotona reflexión con Think, un clásico de Aretha Franklin interpretado en una de las películas más divertidas de la historia.


domingo, 30 de diciembre de 2012

Frank Sinatra. Chicago my kind of town

Una de las ciudades de Estados Unidos que más ganas tengo de visitar es Chicago. Es otra de esas urbes habitualmente retratadas en el cine y que asocio ineludiblemente a los gansters y a la Ley Seca. Ese inicio en Con faldas y a loco cuando Jack Lemmon y Tony Curtis presencian la matanza del día de San Valentín, Paul Newman y Robert Redford buscando pegarsela a un gánster de esa ciudad, Dan Akroyd y John Belushi en los Blues Brothers o John Cusack regentando con clase y comicidad una tienda de discos en una de sus calles. Y muchas más. 

Y sin olvidarnos de la música. Del sello Chess propulsor del blues de esta ciudad con Muddy Waters, Wille Dixon o Etta James y allí donde Chuck Berry se dio a conocer haciendo ganar una buena pasta a sus fundadores Leonard y Phil. De la gran Mavis Staples y Curtis Mayfield amigos y dos de los músicos más activos por los derechos civiles. De Sam Cooke que se trasladó allí desde los dos años y que hoy tiene su calle. Y de Frank Sinatra al que siempre se asocia con Nueva York pero que también cantó y muy bien a Chicago.


Now this could only happen to a guy like me 
And only happen in a town like this 
So may I say to each of you most gratef'lly 
As I throw each one of you a kiss 


This is my kind of town, Chicago is 
My kind of town, Chicago is 
My kind of people, too 
People who smile at you 

And each time I roam, Chicago is 
Calling me home, Chicago is 
Why I just grin like a clown 
It's my kind of town 

My kind of town, Chicago is 
My kind of town, Chicago is 
My kind of razzmatazz 
And it has all that jazz 

And each time I leave, Chicago is 
Tuggin' my sleeve, Chicago is 
The Wrigley Building, Chicago is 
The Union Stockyard, Chicago is 
One town that won't let you down 
It's my kind of town

sábado, 29 de diciembre de 2012

Imelda May. Mayhem


La primera vez que escuché a Imelda May fue en la edición de 2010 del Festival Azkena. No conocía nada de su repertorio y su música me entró a la primera. A esas alturas esta dublinesa ya había vendido unos cuantos cientos de miles de copias sobre todo en el mercado británico y había sido portada en unas cuantas revistas. Era una propuesta divertida, fácil y totalmente retro que conectó con un amplio sector de público. Hoy en día hay bastantes músicos que como Imelda tienen su mirada puesta en la década de los cincuenta y contra eso no tengo ninguna pega. Muchos de ellos se merecen parte del pastel pero ya se sabe lo caprichosa que es la fortuna. Seguro que nos vienen a la mente unos cuantos nombres. A esta chica le ha sonreído la fortuna y es difícil saber hasta dónde puede llegar pero por lo menos en el aquí y ahora me entretiene y proporciona muy buenos momentos.

Pero bueno, farragosos argumentos al margen lo cierto es que este Mayhem es un álbum muy directo y que empieza como un ciclón. Esos tres primeros temas son un gancho definitivo para sujetos como yo. Pulling the Rug, Psycho con esos aullidos tan chulos y Mayhem con la sección de viento a todo tropel configuran un inicio contundente que nos aclara por donde quiere ir esta chica de Dublín. Las constantes del disco son reconocibles: rockabilly, swing y boggie envueltos en buenos temas. Y al final eso es lo más importante. Lo definitivo.



Hay momentos más pausados que la trilogía inicial como Kentish Town Waltz, Inside out o Bury my troubles que también resultan convincentes y que no desentonan con los temas más contundentes. El registro vocal de Imelda es muy chulo y eso pude comprobarlo en directo, el verdadero test para calibrar a un músico. Mayhem es otro paso más en una carrera que promete. De hecho lo prefiero a su anterior Love Tatto que también tenía su punto. Mayhem es más variado, ecléctico y atinado que su anterior obra y por qué no escribirlo bastante más comercial. Es muy pegajoso y en las últimas semanas no lo puedo alejar del reproductor.

Últimamente estoy indagando mucho en música de décadas pretéritas y conforme vas descubriendo a algunos de los grandes compruebas que casi todo está inventado y que a veces a los artistas actuales se les hace un flaco favor cuando se les compara con otros del pasado pero independientemente de eso y de filias y fobias por ello, Imelda me gusta, creo que tiene talento y está aprovechando la atención que genera muy bien. Esperemos que su siguiente paso sea tan sólido como este Mayhem. Tal vez en algunos medios a esta chica se la ha puesto por las nubes pero no seré yo el que niegue que se lo pasa pipa con su música.



viernes, 28 de diciembre de 2012

Aretha Franklin. Soul Serenade


Only You Can Hear My Soul Serenade.
I Want To Be Free To Fly Away And Sing To The World About My Soul Serenade.
My Soul Serenade
When Your Not Around Theres A Lonely Sound In My Soul Serenade.
In My Soul Serenade

Everyone But You Adores Me, But Oh You Know Pretty Soon They Bore Me
Let Me Tell You Right Now They Bore Me.

They Bore Me With Their Pretty Little Words.
Those Pretty Little Words Of Devotion.
But Oh Let Me Tell You Right Now My Message To Them This Evening

Is That They Can Jump In Anybodys Ocean, Because Only You Hear My Soul, My Soul Serenade.
My Soul Serenade.
Oh My Soul Serenade.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Steve Earle. I´ll Never Get Out of This World Alive


Estas dos últimas semanas camino del trabajo o lo que quiera que sea en lo que estoy metido ando escuchando con detenimiento I´ll Never Get Out of This World Alive, el último álbum de estudio editado por Steve Earle. Además mi Outlaw favorito ha publicado una novela del mismo título de la que he leído unas cuantas críticas excelentes. Earle es uno de mis favoritos y ya he escrito por aquí que su periodo que comprende de I feel alright al Jerusalem está plagado de discazos. Todos ellos imprescindibles en mi casa. No está de más repetirlo de nuevo.

También es cierto que sus últimos discos de estudio, es decir, The Revolutions Star now, Washington Square Serenade y Townes han supuesto un considerable bajón o al menos yo no los he disfrutado tanto como el periodo antes referido. El Earle que encuentro en I´ll Never Get Out of This World Alive está muy lejos de discos como I feel alright o El Corazón. No hay rastro de esa actitud casi punk, de esa mala hostia que se gastaba Ealre. Hay una teoría bastante extendida que asegura que Earle ha bajado mucho el pistón desde que está con Allison Moorer. Algo así como que tanta felicidad familiar le ha domesticado. Es una lectura fácil y previsible, incluso puede que cierta.


Pero yo poco a poco me estoy reconciliando con Earle. Y lo estoy haciendo de una forma inesperada, encontrándome a un Steve muy alejado de la rabia y la contundencia de su periodo glorioso. A cambio aquí hay unas cuantas canciones muy bonitas. Esa es la palabra por muy manida que esté. No es lo que esperaba de Earle pero sería necio no reconocer que God is God está dotada de una bella melodía, que The Gulf of México tiene un aire entre folkie y celta que queda muy chulo, que la inicial Waitin´on the sky engancha y que la siguiente Little Emperor sigue el rastro del Earle que más me gusta. También hay espacio para el Earle jugando a ser Tom Waits en Meet me in the Alleyway. Con buenos resultados por cierto. Vamos, que el disco me esta gustando. Cada día un poquito más. Y que si Earle es feliz y ahora graba temas más pausados y bonitos no seré yo el que se lo eché en cara.