lunes, 4 de enero de 2021

The Steepwater Band. Grace And Melody

En breve trataré de juntar unas líneas sobre Turn Of The Wheel el último disco de Steepwater Band que me tiene loco pero hoy recupero 
Grace And Melody que adquirí tras presenciar la poderosa descarga que se acababa de cascar en el Kafe Antzoki el por entonces trío de Chicago. El álbum venía producido por Marc Ford que además añadía algunas guitarras al asunto. Esta rodaja supuso un viraje alejándose un tanto del blues rock clásico que destilaban hasta entonces. La clase de disco que de haber sido grabado en décadas pretéritas más apropiadas para el rock´n roll tal vez hubiese tenido más suerte. Es un pensamiento que me viene a menudo con trabajos discográficos como este, Electric Blue Watermelon de North Mississippi Allstars, Black Cotton Limited de Soul JacketCarolina Confessions de Marcus King Band o Magnificent Fiend de Howlin Rain. Y hay más ejemplos, seguro. 

En Grace And Melody además de la poderosa veta blues rock presente en la discografía de los de Chicago se añade un inequívoco regusto melódico que le otorga un plus a muchos de los temas aquí contenidos. Incluso hay alguno que no desentonaría en un álbum de los Beatles como ese magnífico One Way Ride que finaliza con un curioso punteo en plan guitarra flamenca. El poder melódico es aplicable a casi todos los temas sin que éstos pierdan un ápice de su fuerza. Otro ejemplo fantástico es Healer un tema que se te clava sin remedio desde la primera nota. Y en esa onda de canción redonda de esas que tiene todo en su sitio y que les lleva más allá de lo que hasta ese momento habían hecho también están All The Way To Nowhere, Lord Knows o la que da título al álbum.


El álbum se abre con brío, con un riff poderoso y un estribillo resultón que se te incrustan a la primera. At the Fall of the day se me antoja una canción ideal para abrir un concierto de estos tipos en un garito tipo Antzoki. En esas distancias cortas es donde dan lo mejor de si estos sujetos si es que a Marc Ford no les da por boicotearles el bolo ja ja. All the Way to Nowhere es otra canción donde prevalece el componente melódico y es que es en este trabajo donde Stepwater Band pasaron de ser (por lo menos en mi casa) una banda más de regusto setentero a otra provista de temas mayúsculos. El antes mencionado no está solo porque a día de hoy sigo sucumbiendo a los más de trece minutos bien invertidos de Waiting To Be Offended. Una canción redonda, cargada de matices con vital importancia para el piano algo que se va a repetir en buena parte del disco y que es un compendio de las benditas habilidades de las que hace gala este combo de Chicago. Igual de buena y excepcional es World Keep Moving On que se va hasta los más de siete minutos sin que sobre nada y cierra el álbum de forma inmejorable.

Una de las claves para entender la mejora de Steepwater Band en este álbum es la elección de Marc Ford como productor. Además de acertar en esa tarea Marc toca la guitarra rítmica en todo el disco se trae consigo a Mike Malone al piano (fundamental en todo el disco) y enfoca perfectamente a Jeff Massey (guitarra y voz) Tod Bowers (bajo) y Joe Winters (batería) hacia las canciones logrando que los tres firmen las mejores canciones de su repertorio hasta entonces. Pero afortunadamente la historia del la banda no termina aquí y casi una década después entregarían Shake Your Faith otra fantástica rodaja y alcanzarían la gloria eterna con Turn Of The Wheel. Pero esa es otra historia. 


viernes, 1 de enero de 2021

Al Green. Before The Next Teardrop Falls

Vamos a empezar el 2021 con un clásico por lo menos en mi casa. El señor Al Green ha grabado una versión de un tema country y suena cañón. Desconozco si es la avanzadilla de material en formato álbum y si es así si podrá acercarse al atómico nivel de Lay It Down. En cualquier caso habrá que estar atentos porque el Reverendo del Soul maneja como nadie ese inconfundible falsete y sabe dotar a cada canción de lo que necesita. El tema ha sido producido por Matt Ross-Spang oriundo de Memphis que ha declarado: Siempre he sido un gran fan de Al Green y de su productor Willie Mitchell. Juntos crearon una de las más duraderas músicas soul. Desde el punto de vista sonoro, Willie y Al también inventaron un sonido distinto que los separaba de Stax o Motown. Y yo solo puedo escribir Amén.



jueves, 31 de diciembre de 2020

martes, 29 de diciembre de 2020

Top Seventeen 2020

Seguro que has leído/escuchado infinidad de veces aquello de que el rock está muerto, que ya no se hace música como la de antes y que cualquier tiempo pasado fue mejor. Es una turra que se repite hasta la saciedad. Hasta el infinito y más allá. Es una cuestión de calado antropológico que se perpetua. Siempre, siempre pensamos que nuestra época es mejor, los jóvenes de ahora son peores y patatin patatan. Por supuesto la música no escapa a esos dictados. Y no sé. Tal vez sea cierto que antes había mejores discos o quizá no, simplemente hace años a la música se le prestaba más atención y te empapabas de verdad de cada disco que escuchabas en un ritual mágico. Por mi parte sigo en esas. Escucho música con verdadero placer pero no tengo ninguna prisa. A veces discos recién publicados otras simplemente te levantas y tiene que sonar por cojones el Cheating At Solitaire de Mike Ness, 100% Colombian de Fun Lovin Criminals, Magnolia de Screamin Cheetah Wheelies, el atómico debut de Curtis Mayfield, el eterno Don´t Give Up On Me de Solomon Burke o te vas a la piltra en compañía del Let´s Get It on de Marvin Gaye. Y no lo puedes remediar. 

El año pasado escuche más novedades porque todavía trabajaba en la sección de discos de la FNAC y todas las semanas caían unas cuantas rodajas. Este confuso y duro año ha sido diferente pero también me he llevado a los oídos obras la mar de sabrosas así que no me queda más remedio que hacer de nuevo un Top Seventeen y se me quedan fuera muchos que no habré escuchado y otros que podrían haber estado como el Homegrown de Neil Young, Ghosts of West Virginia de Steve Earle, Straight Songs of Sorrows de Mark Lanegan incluso el Power Up de Ac/Dc con varios temas muy resultones, ese sorprendente Lost Songs of Doc Souchon de Squirrel Nut Zippers  o en los últimos días el Destiny Hotel de The Cordovas y The Land That Time Forgot de Chuck Prophet que está creciendo a pasos agigantados y seguro algunos más que ahora se me olvidan. En fin buena cosecha como casi siempre sólo es cuestión de estar atento y escuchar con paciencia y detenimiento. 

Margo Price - That´s How Rumors Get Started

Caí rendido ante esta dama en el verano cuando me empapé a fondo de este álbum. Y el duende sigue ahí. Cada vez que lo pincho la vuelvo a gozar. Una banda de lujo la respalda y la chica responde con excelentes canciones que reivindican el eterno legado de Tom Petty o Stevie Nicks con fantásticas incursiones en el country soul. Trío de ases: Twinkle Twinkle, Stone Me, Prisoner Of The Highway

The Steepwater Band - Turn Of The Wheel. Un caso similar al de Will Hoge. Estos tipos de Chicago son unos veteranos con una carrera más que interesante. En su último disco andan muy inspirados, tanto como en aquel fantástico Grace and Melody y esos son palabras mayores en mi casa. Han vuelto con las pilas cargadas y unas cuantas canciones sublimes donde combinan a la perfección el impulso blues rock que siempre les ha caracterizado con un gusto exquisito para las melodías. Una lástima que no se coman un colín. Este es un discazo. Cada día me gusta más. Trío de ases: TranceRunning From The StormBig Pictures.

Marcus King - El Dorado. ¿A dónde va a llegar la carrera de este joven que ya va por su cuarto disco? Desconozco su status. Que Dan Auerbach haya producido el álbum supongo que le dará más visibilidad pero lo cierto es que su música es de muchos kilates y está conectada a las mil maravillas con colosos como Allman Brothers u Otis Redding. Si ya Carolina Confessions me pareció la hostia éste no se queda atrás. A su habilidad a las seis cuerdas ha encontrado la perfección en su voz para moverse en candentes terrenos soul. Tríos de ases: Young Man´s DreamLove Song,  Break.

Chris Stapleton - Starting Over. Este hombre está en racha. No me cabe duda. Su último disco mira de tu a tu a Traveler su gran obra. Dotado de una voz espectacular que se mueve con soltura por los registros del rock americano pero que también tiene un inequívoco regusto soul. Se le perdona que haya inspirado más de la cuenta en un tema fusilando un poco el The Weight de The Band ja ja. Un disco colosal sin relleno. Trío de ases: Cold, Arkansas, Devil Always Made Me Think Twice 

Country Westerns - Country Westerns. Reciente descubrimiento gracias a mi mariconeo por ahí en diversos foros donde de vez en cuando salta la liebre y te llevas a los oídos discos tan estimulantes como el de estos chicos de Nashville. La voz me recuerda a la del tipo de Lucero y la música tiene ese empuje sucio y punk con cierto aire a clásico rock americano. Encantado estoy con el disco. De arriba a abajo una y otra vez. Trío de ases: I´m not ready, Anytime, Times To Tunnels

Bruce Springsteen & E Street Band - Letter To You

Poco más me queda añadir a mi cochambrosa entrada sobre este álbum. Un mensaje para el amigo Springsteen de cara a 2021. Sigue girando amigo. Hasta el fin de los días. Y revisa los cajones donde tienes canciones olvidadas. No te dejes ni uno en el camino. Insisto ni uno. Me presento voluntario para buscar. Ni en el mejor de mis sueños me esperaba un disco de este nivel a estas alturas. Trío de ases: Song For OrphansIf I Was The PriestJaney Needs A Shooter. 

Lynne Jackaman - One Shot

He descubierto este disco gracias a la entrevista que Luis Aragón le hizo a esta chica en el Popular 1 de Noviembre. Cocinado a fuego lento en los estudios Muscle Shoals y mejor acompañada imposible. A su lado portentos como Spooner Oldham (órgano), Will McFarlane (guitarra) o Bob Wray al bajo. Y ella ha puesto canciones excitantes y cantadas con sumo gusto. Hace años en el Popu ya se escribió sobre el grupo Saint Jude pero jamás les escuché. Aquí Lynne está soberbia tanto en las canciones más tranquilas como en los números funkys. Irresistible. Trío de ases: Nobody´s Fault (But Yours), I´ll Allow You, Sooner Or Later.

Joan Osborne - Trouble And Strife

Desconozco si Joan Osborne puede mantenerse económicamente de las copiosas ventas de aquel lejano Relish. Si es así, me alegro porque seguro que eso le ha dado la posibilidad de grabar en cada momento lo que le apetece sin mirar de reojo el mercado. Ya ha editado varias rodajas soul en su carrera con buenos resultados y este Trouble And Strife es una muestra más de su enorme potencial en ese estilo. No se puede tener más clase. Trío de ases: Take It Any Way I Can Get It, Whole Wide World, Panama.

Will Hoge - Tiny Little Movies

Veinticinco años de carrera ya para el bueno de Will Hoge y el tipo sigue juntando excelentes canciones que desgraciadamente no le dan ese éxito que se merece para salir del underground. Pero el amigo no ceja en su empeño y Tiny Little Movies le ha quedado emocionante. Un placer seguir indagando en su carrera. Todavía muchos discos por descubrir. Trío de ases: Even The River Runs Of This Town, My Worst, Is That All You Wanted Me For

The Dirty Knobs - Wrecklees Abandon. Me imagino este mismo disco en la voz de Tom Petty y recibiendo parabienes por todos los confines. De modo que es justo que también los recoja Mike Campbell que para no haber cantado casi nunca no se defiende mal y en un registro muy parecido a su amigo Petty. El disco entra muy bien y responde perfectamente a lo que se podía esperar de Mike. Y conforme lo escuchas te dices que es un si rotundo. Solo se me atraganta una canción. Detalle nimio. Trío de ases: Pistol Packin´Mama, Southern Boy, Loaded Gun

The Jayhawks - Xoxo. Estos no fallan. Por lo menos en mi casa. El disco más variado de su discografía con aportación de todos en la composición aunque el mando siga bajo la inigualable batuta de Gary Louris. Jamás me han decepcionado y si vuelven por estos lares allí procuraré estar en las primeras filas. Una de las bandas de mi vida. Trío de ases: This Forgotten Town, Bitter Pill, Little Victories.  

Ray Lamontagne - Monovision

La vuelta de Lamontagne a parámetros acústicos y folk. Un disco grabado en plan Juan Palomo con Ray haciéndose cargo de todos los instrumentos. Y el resultado muy bueno. Unas cuantas canciones no hubiesen desentonado en el Harvest After The Gold Rush de Neil Young lo cual equivale a la gloria absoluta. Trío de ases: Roll Me Mama, Roll Me, We´ll Make It Through, Highway To The Sun

Gregory Porter All Rise. Me alegro de que Porter haya vuelto a grabar temas propios. No me gustó demasiado cuando afronto el repertorio de Nat King Cole. Le prefiero mil veces con su particular mezcla de jazz con imponentes golpes de soul en la onda de Bill Withers o Marvin Gaye. Otro disco chulo para su impresionante discografía. El tiempo dirá si lo sitúo al lado de Be Good y Liquid Spirit, obras mayores. Cerca le andará. Trío de ases: Revival Song, Long List Of Troubles, Mister Holland.

Bette Smith - The Good, The Bad and The Bette. Su anterior disco lo escuche infinidad de veces en el laboro y este sigue la senda con unas cuantas colaboraciones de lujo entre ellas la de mi idolatrado Luther Dickinson.  Trío de ases: Fistful Of Dollars, Song For A Friend, Signs And Wonders

White Buffalo - Widow´s Walk. Le ha salido un álbum más reposado y pausado pero eso no le quita ni un ápice de fuerza al vozarrón de Jake Smith. Bajo la producción de Shooter Jennings que últimamente está en todos los lados, White Buffalo sigue la buena senda de su anterior Darkest Darks, Lightest Lights con un nivel similar. Disfruto con esta colección de canciones  y puedo esperar a cuando le de por ponerse más brutote. Trío de ases: Problem Solution, Come On Shorty, The Rapture

Me And That Man - New Man, New Songs, New Shit. Vol 1. El artífice de este disco es Nergal cantante de Behemoth combo de death metal que no me interesa lo más mínimo. La clase de banda maquillada que le gusta poner en portada a Popular 1 ja ja. Afortunadamente este disco no tiene nada que ver con ese plomizo estilo. Aquí hay infecciosas canciones folk y blues interpretadas a todo trapo y con múltiples invitados. Pegajoso a más no poder. Trío de ases: Run With The Devil, Coming Home, Surrender.

Larkin Poe - Self Made Man. Insultantemente jóvenes estas chicas tienen desparpajo a raudales. Este es su quinto disco y no hay mucho de novedoso en su música. Ni puta falta que hace. Afortunadamente todavía hay gente joven que prefiere sumergirse en el legado de los Allman Brothers o Led Zeppelin antes que perder la chaveta con el puto Autotune ja ja. El disco entra como un ciclón y me ha acompañado la mar de bien en mis tareas domésticas. Trío de ases: Ex Con, Easy Street, Back Down South.  


sábado, 26 de diciembre de 2020

BACK TO VINYL. Bruce Springsteen & E Street Band. Letter To You

Imagínate que como el personaje interpretado por Tom Hanks en Náufrago estás en una isla desierta. Llevas meses ahí. Apenas hay un atisbo de esperanza, ninguna señal que te haga pensar que tu destino no es otro que antes o después fenecer sólo con tus pensamientos, incluso delirando. Pero dicen que cuando está al límite del abismo el ser humano se aferra a una brizna de luz por muy nimia que sea. Y para tu sorpresa se hace la luz, cegadora además. Un barco arriba en tu maldita isla desierta. Bien equipado con todo lo que necesitas: alimentos, medicinas, soporte psicológico. Es más al de una semana con el tratamiento completo te dicen que la Kim Bassinger de LA Confidential quiere cenar contigo... Venga, tal vez estoy exagerando pero mis esperanzas con Springsteen se asemejaban a lo de ese tipo en la isla. Casi ninguna. Y se han hecho trizas para bien. Es un disco ilusionante, refrescante y con unas cuantas canciones que pueden ir a parar directas a su glorioso set list.

Vayamos antes con esas canciones que no me convencen que afortunadamente no son muchas. El inicio con One Minute You´re Here parece salido de su anterior álbum y tal vez se debería haber quedado ahí. No es una mala canción pero quizás hubiese puesto otra como inicio. House Of A Thousands Guitars me parece muy repetitiva y la dupla Last Man Standing/The Power Of Prayer es prácticamente la misma canción. Son muy parecidas. Rainmaker ha sido señalada como de las más flojas a mi me gusta así que yo no me subo al tren de denostarla. Es una canción resultona que me recuerda a las del mismo estilo de The Rising

También ha sido muy criticado el intento de Springsteen de tirar de los tópicos de siempre: la hermandad, esa reunión épica con sus compinches de toda la vida, el recuerdo para un compañero de su primera banda... Un relato bien hilado por el propio Springsteen en el documental que acompaña al álbum. Hace treinta años le habría puesto pegas al asunto. Hoy en día compro ese discurso tal vez por viejuno que se hace uno quizá (y no me duele en prendas en reconocerlo) porque mi admiración por este sujeto y su banda lejos de aminorar crece hasta límites insospechados. Y lo más importante porque hay al menos media docena de canciones excelentes que sacian mi apetito por la música de esta banda de forma sorprendente. Y eso además de inesperado es un dato muy a tener en cuenta. Bandas más jóvenes y con menos recorrido discográfico como Pearl Jam no consiguen nada parecido con su último Giganton. Pero en fin para gustos. 

Despejemos la absurda polémica en torno a la recuperación de tres canciones inéditas de los setenta. Sucedió lo mismo cuando Van Halen publicaron A Different Kind Of Truth y grabaron varios temas que tenían sin publicar de sus inicios. La única pregunta que me planteo es ¿las canciones son buenas? Si. Pues para adelante. Es más me presento voluntario a revisar todos y cada uno de los cajones del Sr Springsteen. No te dejes ni una ahí olvidadas. Saca lustre a todas con la E Street Band. Nunca es tarde y excelente prueba de ello son Janey Needs A Shooter, If I Was The Priest y Song For Orphans. Las  mejores del disco a un nivel excelso. Se ha escrito mucho sobre la marcada influencia de Bob Dylan sobre todo en Song For Orphans y es cierto es un sonido que en cierta forma remite al judío de Minnesota en sus grandes obras: Highway 61 Revisited o Blonde on Blonde. Perfecto para mi. No sé cuál de las tres es mi favorita, así que las tres al zurrón de clásicos.

Janey Needs A Shooter tiene los inconfundibles subrayados a piano del maestro Bitttan y va creciendo de forma prodigiosa, la aparición de la armónica es la rehostia y el sustento del órgano a cargo de Giordano, encantador. No me canso de escucharla a todo volumen. Los que tienen hasta el último bootleg de Springsteen ya la conocían pero como para mi es nueva lo flipo. If I Was The Priest es otro de esos temas perfectamente construidos con el hammond reinando, Springsteen cantando cada palabra con convicción y una parte final donde las guitarras se sueltan lo justo para añadirle el toque definitivo. Song For Orphans es una delicia de principio a fin. Se inicia arriba del todo con la armónica y no baja ni un ápice de intensidad para cerrar casi seis minutos después de nuevo la armónica, el piano y las guitarras en plena armonía. Es mi favorita. 

Establezco otro bloque ilusionante con Letter To You, Burnin´Train, Ghosts y I´ll See You In My Dreams. Las cuatro son canciones que perfectamente se podrían colar en el set list del concierto en cuestión. Recuerdo que la primera vez que vi a Springsteen presentando Magic en el BEC se cascó ocho temas de se disco. Un álbum que no está mal pero prefiero este de largo, de tal forma que si además de las tres recuperadas de los setenta metiese estas cuatro yo feliz. Todas tienen el sello inconfundible de la E Street Band sonando como tienen que sonar muy alejado de cosas como High Hopes o Working On A Dream. Joder, es que escuchas ese espectacular inicio de Burnin´Train y te vienes arriba con Max Weinberg que esta como es habitual perfecto en todo el disco. Me imagino botando como un poseso en las primeras filas con esta canción tan adictiva. Me chifla como chispean las guitarras de Lofgren y Van Zant y Roy Bittan sigue siendo un maestro al piano. Para que nos vamos a engañar ni el mejor de mis sueños me esperaba algo tan excitante y rotundo a estas alturas.


 

miércoles, 23 de diciembre de 2020

Marcus King. El Dorado

Con apenas veinticuatro añitos Marcus King va por su cuarto disco. Este chico prodigio se inicio bajo el auspicio de Warren Haynes y sus dos primeros discos ahondaban el legado blues rock cercano a Allman Brothers con cierta querencia para desarrollar largas jams sobre todo en directo. El tipo es un prodigio a las seis cuerdas y llamó la atención de muchos músicos entre ellos de Chris Robinson que le reclutó para su gira As The Crow Flies con el sano objetivo de recaudar unos dólares explotando el cancionero cuervil ja ja. Hace un par de años dio un pequeño giro con su banda y publicó Carolina Confessions un álbum en el que ya se dejaba entrever que el soul ganaba mucho terreno con glorioso protagonismo para la sección de vientos. Un disco de largo recorrido que todavía hoy me enchufo con algarabía y devoción.

A principios de este año Marcus King dio otro pequeño viraje a su carrera al ponerse bajo los mandos de Dan Auerbach y supongo que eso le habrá dado un pequeño empujón comercial dada la fama del productor en cuestión. Y lo cierto es que el resultado es apabullante. Desconozco que mérito tendrá al célebre Auerbach en el asunto. Si su participación es meramente nominativa o si su contribución ha sido decisiva para que Marcus profundice en la senda iniciada en Carolina Confessions dándole todavía una vuelta de tuerca al asunto. Para que se centre en su sorprendente voz directamente emparentada con el mejor soul de los sesenta sin descuidar la guitarra por supuesto. Aquí lo verdaderamente electrizante es como canta Marcus. Las canciones están reducidas a lo esencial y la forma en que están interpretadas y producidas es todo un acierto. Sus dos primeros discos quedan muy lejos a pesar de ser de hace apenas un lustro. Y para bien. Que no se malinterprete esta afirmación. Es un halago. Disfruto con esos dos primeros discos pero los dos últimos me parecen mejores, todo brilla más: las canciones, la guitarra, su voz, el sonido, la producción.


El álbum se inicia con una espectacular Young Man´s Dream. Los primeros compases tan sólo con la guitarra acústica y la voz de Marcus. Unas primeras estrofas con la voz emocionante y rota voz de Marcus y poco a poco se le van a ir sumando una slide, el piano, la batería. Todo se configura con una clase de no te menees. Una canción sublime. Sin que musicalmente sea muy similar pero me recuerda al espíritu que capturó Mike Farris en su soberbio Goodnight Sun. El siguiente The Well es más reconocible deudor del blues rock más básico pero cuenta con un efectivo y estimulante riff que se te queda a la primera y un desarrollo soberbio. Apenas tres minutos de canción que podrían ser un single triunfador. 

Wildflowers & Vine es un fino número de soul que se beneficia de unos maravillosos coros nada estridentes que mecen la voz de Marcus de forma elegante. Los teclados y el piano son fundamentales sosteniendo el tema brillantemente y el sólo que se casca hacia el final Marcus es simplemente perfecto. Nada de pirotecnia barata. Insertado de forma magnifica e impulsando el torrente de voz final, ese bonito duelo de llamada respuesta entre Marcus y las coristas. En definitiva tres pedazo de temas para abrir. Mejor imposible.

Firmado por primera vez en solitario sin sus compinches habituales esta vez Marcus King ha estado acompañado de Bobby Wood a los teclados, Gene Chrisman a la batería y Dave Roe al bajo. Y con ellos y bajo la batuta de Auerbach se ha centrado en potenciar su voz, en darle cancha al soul en detrimento del blues rock apostando fuerte por temas de apenas cuatro minutos que se adentran en terrenos hasta ahora no explorados como esa curiosa Sweet Mariona y Break que perfectamente podrían figurar en el disco de Yola, Turn It Up o One Day She´s Here con vocación incluso bailable, sin olvidarse de algún que otro trallazo blues rock como la mencionada The Well o la furiosa Say You Will. Desconozco si Marcus seguirá esta senda o volverá con su banda a derroteros más blues rock o incluso si mezclará sin complejos todo en un disco a poder ser doble ja ja. Haga lo que haga le voy a seguir la pista fijo. 

martes, 22 de diciembre de 2020

Los Deltonos. Perdedor

Hoy de nuevo las conversaciones girarán en torno a la salud. Este año más que nunca. Y no vas a leer una verdad más grande que eso y sólo eso es lo más importante en este confuso mundo. En este cochambroso blog es tradición dedicar la entrada de este día al disco Salud! de Los Deltonos que publicaron hace un lustro y que en mi hogar se mantiene fresco y lozano cual primer día. Hace un par de años aprovechando una oferta que lanzó el propio Hendrik Röver me hice con la edición en vinilo. Ya lo tenía en Cd pero es un álbum de esos incunables en mi casa que tenía que tener en este formato.  Una de mis canciones favoritas es Perdedor una canción perfecta donde brillan las acústicas en jugosa sintonía con las eléctricas. Complicado que alguna vez la incluyan en el set list me conformo con disfrutarla en mi flamante vinilo. Lo escrito Salud!