lunes, 11 de julio de 2016

Van Morrison. The best of

A finales de los ochenta me compré mi primer ejemplar de Popular 1. Al poco tiempo me percaté de que había unos cuantos músicos a los que The Man tenía especial ojeriza. Dos de sus víctimas favoritas eran Elvis Costello y Van Morrison. Raro era el mes que no había una referencia despectiva hacia uno de ellos. Incluso me acuerdo de la típica contestación en el Apéndice, algo así como no es hora de que los programadores de festivales de este país traigan de una vez a Tom Waits y se dejen del puto Van Morrison. Me descojono recordándolo.

Con Costello nunca pude y sigue sin gustarme nada su voz. Con Morrison la cosa es bien distinta. A mediados de los noventa la mayoría del material que conseguía era a través de amigos y un colega de mi pueblo me grabó varios discos, entre ellos este recopilatorio editado en 1990 que me parece una excelente entrada en el universo del malhumorado de Belfast. Veinte temas en los que encontramos la facilidad de Van Morrison para tocar varios estilos con sumo gusto y unas composiciones excelentes. 




Morrison supo conjugar todas sus influencias de forma natural y a principios de los setenta comenzó a labrarse una larga carrera que todavía en la actualidad cuenta con miles de seguidores. Los temas de este recopilatorio son simplemente irresistibles: Bright Side Of the Road, Gloria, Moondance, Baby Please Don´t Go, Have I Told You Lately, Brown Eyed Girl... Y he puesto el sexteto inicial pero es que es así hasta el final. No hay desperdicio. Mi entrada en el universo de este sujeto fue por la puerta grande. 

Tras ese recopilatorio mi colega me grabó el directo A night in San Francisco y me fui haciendo con más discos pero tampoco es que tenga muchos: Astral Weeks, Moondance, Days Like This, Back on Top y Down the Road. Los dos primeros tienen mucha fama pero he de reconocer que de todos esos el que más me gusta es Days Like This. Lo curioso es que este fin de semana terminé poniendo este recopilatorio del huraño Van porque un disco que me esta volando la cabeza de Sturgill Simpson, A Sailor´s Guide To Earth me recordó de alguna manera su música a pesar de que el amigo que me ha grabado el de Simpson le tiene una tirria del copón a Morrison, ja, ja.


viernes, 8 de julio de 2016

The Black Crowes. Croweology

El paso de Luther Dickinson por The Black Crowes se saldó con la participación en dos buenos discos de estudio (Warpaint, Before the frost...until the freeze), dos directos en dvd (Warpaint y Cabin Fever) y un disco acústico Croweology en el que reinterpretaban 20 canciones de su repertorio en clave acústica para celebrar su vigésimo aniversario. Una fórmula que cada vez repiten más bandas y músicos con el legítimo fin de sacar algo de brillo en unos tiempos confusos. Reconozco que cuando supe de su edición no le hice mucho caso. No me llamaba la atención el invento y es más pensé que era una recopilación sin más, que ni siquiera iban a grabar de nuevo los temas. Pero lo hicieron dándoles una vuelta más que curiosa, con algunos arreglos diferentes y saliendo más que airosos del asunto hasta el punto de que hay canciones que las mejoran incluso.

A la edición de este disco le acompaño la mala noticia de que los Cuervos se tomaban un nuevo descanso que a fecha de hoy parece definitivo. Poco después Luther dejó la banda y aunque hicieron una gira con Jackie Greene a la guitarra, Croweology es el último lanzamiento de la banda por el momento. Esperemos que no lo sea pero si así fuese es un epílogo fantástico para un grupo esencial en la historia del rock´n roll. Esa es mi sensación con esta banda. Cuanto más tiempo pasa desde que los descubrí más me gustan. Nunca han bajado el pistón y es un placer gozar con en el material que he escuchado miles de veces sin que se pierda la magia al tiempo que redescubro joyas que me han pasado desapercibidas. Y en Croweology hay unas cuantas.



La banda escogió 20 canciones de sus primeros años. No hay material de Warpaint ni de Before the frost...until the freeze y la selección es discutible. Por un lado dando cancha a los hits de la banda (Jealous Again, Remedy o She talks to angels) por otro recuperando canciones de discos injustamente sepultados como Share the ride, Good Friday o Girl from a Pawnshop de Three Snakes and One Charm o Welcome to the Good Times de By Your side. Habría sido la bomba que hubiesen recuperado más temas de ambos discos y de Lions en detrimento de Shake your money maker. No porque los temas de su debut que aquí incluyen sean malos, todo lo contrario pero son los más fieles a las originales y palidecen antes las maravillosa relecturas de Good Friday, Girl from a Pawnshop, Under a Mountain o Morning Song.

En cualquier caso es una delicia escuchar las veinte canciones del tirón y deleitarse con la pericia de estos tipos con las acústicas y la ajustada cancha que dan a instrumentos a priori tan alejados de su universo como el violin, la mandolina o el banjo estos dos últimos ejecutados por Luther. El amigo Dickinson brilla confirmando que en esta etapa de la banda su presencia fue una bendición y les echan una mano Donny Herron (pedal steel y violín), Joe Magistro (percusion) y los envolventes coros de Charity White y Mona Lisa Young que se salen en Morning song y rozan la gloria bendita en Girl From a Pawnshop.

Es más que recomendable hacerse con este artefacto y dejarse llevar en temas que abordan con espíritu libre e irresistible como en Downtown Money Waster que me encanta poner a todo volumen. Perder noción tiempo-espacio con NonFiction, concluir que Share the RideGood Friday o Under a mountain son tres canciones espectaculares que me hacen querer gritar por todo lo alto que Three Snakes and One Charm es un disco a reivindicar hasta el fin de los tiempos, hasta el infinito y más allá, joder....  o volver a quedarse perplejo ante la excelsa unión de dos mis temas favoritos de la banda: Ballad in Urgency y Wiser Time. Música imperecedera.







martes, 5 de julio de 2016

Andrew Keen. Internet no es la respuesta

A mediados de los noventa en una asignatura de Economía de la carrera de Periodismo nos dieron una charla sobre Internet. El ponente nos presentó un futuro halagüeño, prometedor, incluso brillante. La Red, todavía en pañales, iba a democratizar nuestras vidas, generaría nuevas oportunidades laborales, posibilitaría el acceso a la cultura de todo el mundo. Nos haría la vida más fácil, mejoraría nuestra existencia. Todos escuchábamos con atención y nadie le contradijo. No era plan. 20 años después Andrew Keen ha escrito un minucioso, documentado y por momentos furibundo ensayo sobre lo que ha supuesto Internet y el resultado es espectacular, mejor escrito aterrador.

En mi último año de carrera tuve la fortuna de hacer unas prácticas remuneradas (hoy en día ciencia ficción) en una importante empresa ubicada en el Parque Tecnológico de Zamudio y allí tuve mi primer contacto con Internet. Y me quedé prendado del invento. Siempre he sido un tipo curioso al que le ha gustado buscar información sobre muchos temas que me interesan. Y en la Red encontrabas de todo, así sigue siendo hoy en día. Si eras un excéntrico como yo que quería saber las estadísticas de Sarunas Marciulionis en la Nba, ahí estaban a unos cuantos clicks. Bien. Eran los primeros años del invento y todavía era el asunto 1.0. Si aquello era revolucionario lo que vino después ha puesto el mundo patas arriba. El 2.0 lo ha cambiado todo. Pero, ¿para bien?, ¿ha mejorado la vida de las personas? A esa pregunta y unas cuantas más responde con sarcasmo, humor y un complejo y por momentos inquietante muestrario de datos y opiniones fundadas Andrew Keen.

Internet no es la respuesta es un libro revelador que cuestiona los beneficios de la Red sin poner en entredicho sus ventajas. No se trata de un ataque gratuito contra el invento, para nada, sino un ensayo profundo en el que se cuestiona el funcionamiento de la Web y como las promesas de un mundo mejor y más democrático han sido aplastadas por las innumerables connotaciones negativas que tiene su aplicación. Como la sangrante pérdida de puestos de trabajo en las industrias del cine, la fotografía o la música por señalar las más obvias. Pero también en la hostelería o en el transporte. Tal vez no se pueda negar que para el usuario hay muchas ventajas pero para el modelo industrial ha supuesto un caos irreparable, de dimensiones bíblicas al que nadie parece ponerle freno. Keen plantea que otro Internet es no sólo posible, sino deseable e imprescindible.  

En el libro se ponen innumerables ejemplos de la destrucción de millones de puestos de trabajo. Y ahí no acaba la cosa. El autor defiende que cada vez que utilizamos Google, Facebook, Twitter o Instagram en realidad estamos trabajando para ellos. El Big Data, el rastreo de lo que consumimos y hacemos está empaquetado para que nos vendan de todo. Pero claro, casi nadie se cree ese discurso. Nuestro pensamiento está más en lo que con verdadero tino escribió el autor en una ocasión: Actualizo, luego existo. Demoledor. Saco un selfie o una foto y la cuelgo porque si no lo hago es como si no hubiese existido. 

Keen no se anda con remilgos y pone en el disparadero a las grandes empresas que se están quedando con todo el pastel aplastando todo lo que encuentran a su paso: Google, Amazon, Instagram, Facebook.... Los grandes triunfadores de esta era que ni rinden cuentas ni tienen intención de hacerlo. Claro que algunos le tildarán de pesimista o apocalíptico pero el ensayo está repleto de datos avalados que nos señalan las veces que estas empresas han sido investigadas por sus prácticas poco éticas por decirlo suavemente. Keen nos advierte de que el Todo Gratis de la Red lo vamos a pagar muy caro en el futuro. Y le creo.


sábado, 25 de junio de 2016

Tom Petty & Heartbreakers with Stevie Nicks. Learning to fly y Running Down a dream

Cada vez que visiono semejante documento se me ponen los pelos como escarpias. Fue hace diez años y celebré mi cumpleaños allí. Tuve la inmensa fortuna de estar en compañía de la mejor viendo a Tom Petty & Hearbreakers en el puto MSG. Y no voy a perder la ocasión de recordarlo, ja, ja. Me la autodedico que para eso estoy en un continuo egotrip. Y aprovecho de nuevo para afirmar que Mike Campbell es el guitarrista más infravalorados sobre la faz de la tierra. Rock on!









domingo, 19 de junio de 2016

The Who. Festival Azkena 18/06/2016

Si hay una banda en el mundo que ha explotado su legado de forma inmisericorde, hasta el infinito y más allá, sin ningún tipo de rubor ni mala conciencia esa no es otra que The Who. Incluso el propio Pete Townshend en su libro de Memorias señala a cuenta del 50 aniversario de la banda con su sorna habitual que en realidad no ese número tal vez no sean ni 35 o algo así escribe. Y lo celebro, de hecho doy palmas con las orejas, porque si no hubiesen seguido ese camino no habría tenido la oportunidad de verles tres veces, la última ayer cerrando a lo grande el Festival Azkena de Vitoria.

Ayer iba con mis reservas, también con ilusión. Esta banda me ha proporcionado momentos sublimes y tanto el concierto de Bilbao de 2007 como sobre todo el de Zaragoza de 2006 los tengo grabados a fuego. En aquellos conciertos la banda superó con creces mis expectativas. Que unos tipos de 60 tacos rockeasen de esa forma fue tremendo. Han pasado diez años desde aquello y ayer The Who salieron a darlo todo en un concierto más corto, más comprimido pero vibrante. Con imperfecciones, momentos de duda pero con un coraje a prueba de bombas. Fue emocionante ver a Roger Daltrey en primera línea dándolo todo con un repertorio super exigente en la tarea vocal. Y el tipo cumplió de sobras. No se escondió y aunque tuvo algún bajón, salvo el tipo con nota alta. Mucho mejor de lo esperado. Sorprendente. Lo mismo aplicado a Pete pero considero que lo de Roger todavía tiene más mérito. De chapeu.


Como han hecho en casi todas las últimas giras abrieron con I can´t explain, canción que no me canso de escuchar y que me parece perfecta para la apertura, al público nos pone las pilas y a Roger le sirve para ir situándose. Substitute tal vez fue de las que más caóticas les quedo pero pronto lo compensaron con Who are You y Kids are alright. También I can see for miles y My Generation fueron imperfectas y por momentos desequilibradas pero repletas de encanto. A veces parecía que iban a descarrilar pero nada de eso. Tenían un sustento poderoso. Un diez para Pino Palladino al bajo y la gloria bendita para Zak Stakey. Al finalizar el bolo me comentaba mi primo Oscar que todo el peso del concierto lo había llevado el tipo de las baquetas. Un crack.

Después de una entrañable Behind Blue Eyes, llegaron dos temas más relajados para las tareas vocales de Daltrey. Dos canciones muy cool que tal vez no sean de las más conocidas de su repertorio pero que me chiflan, Join Together y You Better You Bet. De esas que se prestan a la colaboración del personal. Momentos de relax para mi momento favorito de la noche, los tres temas de Quadrophenia: I´m One con Pete a la acústica, 5:15 y una increíble Love Reign o´er me con Roger sacando fuerzas de no sé donde. A los temas sobre el mod Jimmy le siguieron unos cuantos de Tommy preparando el terreno para la traca final: Baba´O Riley y Won´t Get Fooled Again con Roger y Pete, desfondados ya, pero conservando toda su dignidad y poderío. De hecho hubo un momento en que Daltrey casi le atiza por descuido con el micro a Pete. Después llegaron las presentaciones de la banda y Pete nos hizo saber que habían disfrutado de su último concierto por Europa y que volverán en Septiembre supongo que para otro tramo norteamericano.

En el transcurso del concierto mi amigo Diego me comentó lo inusual que es ver a bandas que se curren versiones de The Who por lo complicado que es abordarlas y para finalizar me dejó la sentencia de la noche: Si no te pido que me lo mejores, iguálamelo... Pues eso. Why Should I care? Why Should I care?





jueves, 16 de junio de 2016

The Screamin´ Cheetah Wheelies. It Ain´t Nothing

En mi hogar duran los ecos del concierto de Mike Farris en el Antzoki. Tanto que esta semana ando otra vez con los discos de The Screamin´Cheetah Wheelies vuelta y vuelta. A veces no hay nada mejor que perderse en una de esas obsesiones una temporada aún cuando me esperan unos cuantos nuevos discos a los que que quiero prestar atención. Pero esta es la semana de Farris  y hasta que el sábado vaya al Azkena a ver a The Who no hay quien lo mueva del reproductor. No me canso de reivindicar una y otra vez su espléndido debut en solitario, Goodnight Sun y conviene dar cancha a Big Wheel porque está plagado de excelentes canciones. Ahí va una de mi favoritas: 


The street lights, Trace into my eyes
The sidewalks they can´t see the dark skies
Downtown streets spew skank ridden shoes
Filled with a body that´s been searchin´for a Barstool....
It´s midnight all the oasis 
I see girlfriend of mine
she´s waiting in line (to graze with the animals and burn some time)
So I light a fag and she asks me for a drag and whispers "Come with me boy"
And I just smiled... and said to her...
She looked kinda proud so I said to her
If my heart don´t feel somethin´ It ain´t nothing to me
If a train ain´t movin´... It´s useless and you don´t move me
You can´t budge me 
A padre today asked me For a vow of faith 
He suggested to me that I should reach deep with in my soul
He said he´d found that I´d been cheating That I had back payments that I owe
I said "Well pardon me, but see I think it´s 
You that needs to pleal For your only assets are you...fleast!
And I said to him... If my heart don´t feel somethin´... It ain´t nothin´to me
If a train ain´t movin´... It´s useless and you don´t move me
You can´t budge me