viernes, 23 de septiembre de 2011

Solomon Burke. Make do with what you got


Muchos años después de que los Rolling Stones versionearan el Everybody need somebody to love de Solomon Burke éste hace lo propio con I got the blues de Jagger and cía en Make do with what you got. El resultado: despampanante. Cuando llegas al in crescendo final con Burke espetando en plan predicador (I got the blues for you! I won’t tell ya! I got the blues for you, the blues for you baby  Look what you doing to me baby! I got the blues, oh baby, baby, baby I cut off all my hair! I don’t know which way to turn! I can’t watch TV! I can’t watch The Late Show! I got the blues for you! Find myself three o’clock in the morning cryin’! Baby, you somewhere watching the Rolling Stones! I’m laying here in this bed of blues all alone) tus pelotas están en el suelo. Solo te queda recogerlas y ser humilde. Pero no solo de esta sentida versión vive el álbum.



Es curioso lo que sucede a veces con la música. Dejas pasar discos de forma incomprensible cuando lo lógico hubiese sido lanzarse a por este artefacto de cabeza. Porque tras flipar con Don´t give up on me recuerdo que me hice con Proud Mary: The Bell sessions y Soul alive pero deje pasar éste e incluso escuché antes Nashville de 2006. Pero lo importante es llegar, el cuándo importa menos porque la música es eterna. La que contiene Make do with what you got es para perderse continuamente. Teniendo en cuenta que nadie repite con Joe Henry como productor, Don Was es una muy buena elección. Tal vez no sea el tío más innovador del mundo, ni sus producciones sean la repera pero son reconocibles y acertadas. Un valor seguro.

Siguiendo el concepto de Don´t give up on me en este disco la elección de las canciones es igual de acertada y la interpretación de Burke soberbia. Me alegra especialmente encontrarme con  What good am I? un tema que adoro de Dylan Oh Mercy que viene en el nunca lo suficientemente reivindicado . Solomon la pone patas arriba y junto a I need your love in my life configura un inicio que rockea duro. Una invitación que aceptas gustoso y en la que te regocijas más si cabe con los dos siguientes cortes que me tienen perturbado: It Makes no difference y Let somebody love me, dos temas que son pura sensualidad. El primero una monumental canción de The Band y el segundo firmado por Vernon Bullock, Freddie Gorman e Ivy Hunter que disculpad mi ignorancia pero no quién son. Tremendos. Estoy realmente enganchado a ambos, ni se las veces que los escucho al día.





Entre otros aspectos lo que diferencia este disco de su predecesor (el imbatible Don´t give up on me) es que lo que nos encontramos en Make do with what you got es un sonido mucho más deudor de los clásicos de soul, un estilo reconocible, con los instrumentos de viento gozando de mucho protagonismo y con unos poderosos y envolventes coros cortesía de Mona Lisa Young, Portia Griffin y Sweetpea Atkinson  que son extraordinarios y encajan a la perfección con el tono barítono de Burke. Y el menda no tiene ningún problema en reconocer que me encanta la fórmula, sobre todo si las canciones son buenas (no menos de 7 extraordinarias) y los músicos que arropan a Solomon competentes.  Make do with what you got, otra muestra más del poderío de este hombre. ¡Menudo filón he encontrado!

martes, 20 de septiembre de 2011

David Lee Roth. Diamond Dave


Poco a poco se acerca la época de las cavernas. Se acabo el veranito y vuelta a la jornada partida. Septiembre todavía es un mes que me mola mucho pero no se puede comparar con los cuatro anteriores. Poco a poco nos iremos acostumbrando o no a la oscuridad y a un tiempo gris que llevaremos como podamos y con una buena banda sonora. Este disco de David Lee Roth es ideal para subirte la moral.

El amigo David siempre ha sido un cachondo que ha sacado de quicio a la crítica bien pensante y que ha abusado de los tópicos hasta la extenuación. Ahora está inmerso en el retorno de Van Halen y se rumorea que año que viene tal vez haya gira europea. Veremos. Pero hoy me apetece escribir sobre este disco de 2004 que me alegro el otoño de ese año con sus tonadas.

Este álbum me lo grabó mi colega Rober y luego me lo compré un par de años después en un mercadillo al aire libre con material de rebajas que pusieron los comerciantes del Casco Viejo de Bilbao. Ahí estaba yo pasando la tarde, haciendo tiempo mientras esperaba a que Susana saliese del curro cuando en el puesto de Elkar ví cds y claro la cabra tira al monte. Rodeado de discos chuscos a más no poder me hice con éste por tres miserable euros.



Es un disco en el que casi todo son versiones (excepto tres temas) de Beatles, Jimi Hendrix, Savoy Brown, Steve Miller Band y en el que reina el buen rollo y la diversión. Las fotos del libreto interior están a la altura de lo que uno espera de David Lee Roth y la música es en plan lounge, como si estuvieses en  Las Vegas. Las canciones van llegando con sus secciones de viento, guitarras R&B, piano y la tan criticada voz de David que a mi siempre me ha gustado.  Tal vez el tío no tenga un chorro de voz imponente pero sabe interpretar y llevar las canciones a su registro con gracia.

Los seis primeros temas invitan a la fiesta de forma urgente. Del corte 7 en adelante hay algún toque psicodélico que descoloca un poco (aunque me gusta mucho la versión del Tomorrow never Knows cachondamente retitulada The Beatles tune) pero el resultado es brillante con un final acorde al espíritu festivo y hedonista del disco: Ice Cream Man y Bad Habits. Un buen resumen de la filosofía de este singular tipo.


lunes, 19 de septiembre de 2011

Final Eurobasket 2011: España 98 Francia 85


Ayer de nuevo volví a pasármelo pipa viendo un partido de basket de los que se recuerdan. Me esperaba una final del Eurobasket a pocos puntos, un partido donde imperase por encima de todo el descomunal físico de los jugadores franceses. Afortunadamente me equivoqué. Hubo mucho juego físico pero España no se amedrento y contando con tres pivots colosales poco a poco fue imponiendo su talento y su juego en equipo para pulverizar a una muy buena selección francesa que no es solo músculo, con jugadores de exquisita técnica como Tony Parker o Batum. Fue un duelo por todo lo alto y aunque España a partir del tercer cuarto mantuvo una ventaja que oscilaba en torno a los diez puntos siempre tuve la sensación de que Francia estaba cerca lo que beneficio que viésemos un espectáculo de altos vuelos
 
Es imposible no destacar a Juan Carlos Navarro como el principal artífice de la victoria. Un jugador diferente, eléctrico, capaz de ejecutar a una velocidad de vértigo acciones que sus defensores saben que va a hacer pero ante las que se tienen que rendir. También el resto del quinteto aportó en todas las facetas del Juego. Pero uno tiene fijación por los actores secundarios. Ayer dos de ellos tuvieron una incidencia mayor de lo que pueda parecer. Me refiero a Ibaka y a Sada. El primero en apenas ochominutos colocó cinco tapones colosales, espectaculares y que comieron la moral de los gabachos y el segundo apretó las tuercas en defensa como solo él sabe e incluso tuvo tiempo para culminar un espectacular alley hoop. Dos piezas que encajan en un equipo tremendo que es capaz de ganar y divertirse mientras juegan. Como les vamos a echar de menos cuando ya no estén. Pero nos queda una cita fundamental: los próximos JJOO. Estoy seguro que millones de aficionados al basket esperan una final USA España tan buena como la que vimos en Pekin. Ojalá que así sea.


viernes, 16 de septiembre de 2011

Barrence Whitfield & The Savages. Kafe Antzoki Bilbao 15-09-11


Anoche estuve en el Antzoki viendo a Barrence Whitfield and The Savages de los que apenas tenía unas referencias de Ruta 66. Así que me presenté sin haber escuchado nada pero fiándome de dos amigos que si me dicen que han matado a una vieja lo único que se me ocurriría pensar es que algo habrá hecho la vieja… Pasé un buen rato con su rock´n roll adrenalítico, descargado a todo trapo, con canciones cortas pero certeras y con muy buenos momentos cortesía de la voz de Barry White (que ese es su nombre verdadero) y con un saxofonista que sopló muy bien su instrumento. Me hubiese gustado que el concierto hubiese sido un viernes a la noche y regarlo con unas cuantas cervezas pero pensándolo fríamente si sereno ya solté unas cuantas perlas sobre Solomon Burke, con un poco de alcohol en el cuerpo hubiese pontificado hasta límites insospechados y tal vez al siguiente concierto tendría que ir solo. Saqué unas cuantas fotos del evento pero no se qué hostias me pasó con la cámara que todas están mal igual que los vídeos así que a ver si el camello hace su trabajo y me proporciona el material correspondiente.

Sex, love and rock´n soul.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Chicago Bulls 1990-91: Learning to fly


Los que nos enganchamos al basket a finales de los ochenta y principios de los noventa tenemos un referente claro en Michael Jordan. Es más, a diferencia de lo que sucede en otros deportes donde casi nadie se pone de acuerdo en establecer quién es el mejor de la disciplina en cuestión, en el baloncesto hay unanimidad en considerar a MJ como el mejor jugador de todos los tiempos. Sería un debate largo en el que no quiero entrar. Ha habido grandísimos jugadores a lo largo de la historia. Desde los pioneros Bill Rusell o Pete Maravich pasando por los que contribuyeron a agrandar la liga en los ochenta: Magic Johnson, Larry Bird o Charles Barkley. La lista es interminable.

Lo que me hace escribir estas líneas es el especial que la revista oficial de la NBA ha publicado sobre los Chicago Bulls del periodo 1991-98. Una época en que el equipo de la ciudad del viento rozó la perfección de la mano de un MJ muy bien rodeado por jugadores de nivel (Pippen, Kukoc, Kerr, Paxson, H.Grant o Ron Harper). Y es que conviene no olvidar que por muy grande que sea un jugador nadie puede ganar un título si no dispone de compañeros capaces a su lado. El baloncesto es un juego de equipo. Es una perogrullada, pero cierta a mas no poder. Y basta el ejemplo del propio Jordan en los Chicago previos a la gloria para percatarse de ello.



Esta revista especial está currada y en ella encontramos las firmas de entre otros Antonio Vazquez, Antoni Daimiel, Jorge Sierra o Gonzalo Vazquez que escriben con su habitual pasión y certeza sobre un equipo que deparó grandes momentos a sus seguidores y a todos aquellos a los que les gusta el baloncesto. Y para redondear el asunto la revista viene acompañada de un documental con título rockero: Learning to fly que repasa la temporada 1990-91 de los Chicago Bulls, el comienzo de la leyenda. Además suena el tema de Petty. Faltaría más.


miércoles, 14 de septiembre de 2011

Beyond the sea


Beyond the sea es el tema estrella en mi casa desde hace muchos años pero ahora está en pleno auge porque es una de las canciones favoritas de Unax. La escuchó por primera vez en Buscando a Nemo y ahora me la pide a menudo. Pon la de Somewhere aita, me dice, y claro yo le he puesto la versión que tengo en la BSO de Uno de los nuestros, la que interpreta Bobby Darin que es mi favorita. Maialen también se ha sumado a la fiesta y es el tema elegido para la celebración del cumple de Unax. La canija incluso repite I Know y Unax borda el redoble de batería. Uuuuuujuuuuuuuuuuu!!!!!


Somewhere beyond the sea
somewhere waiting for me
my lover stands on golden sands
and watches the ships that go sailin'

Somewhere beyond the sea
she's there watching for me

If I could fly like birds on high

then straight to her arms

I'd go sailin'

It's far beyond the stars

it's near beyond the moon
I know beyond a doubt
my heart will lead me there soon

We'll meet beyond the shore
we'll kiss just as before
Happy we'll be beyond the sea
and never again I'll go sailin'

I know beyond a doubt
my heart will lead me there soon
We'll meet (I know we'll meet) beyond the shore
We'll kiss just as before

Happy we'll be beyond the sea
and never again I'll go sailin'
no more sailin'

so long sailin'
bye bye sailin'...

move on out captain

Zorionak Unax!!!!