martes, 29 de diciembre de 2015

Frank Sinatra. I´ve got you under my skin

A nadie le quedaba mejor el sombrero



 
¿Cómo puede ser que a estas alturas de la Navidad no le haya dedicado unas miserables líneas a Frank Sinatra? Inconcebible que diría Vizzini. En 1956 Nelson Riddle camino de las sesiones de grabación de Song for swing´lovers hizo los arreglos en el coche junto a su mujer de este tema que a partir de ese momento se convertiría en uno más de los innumerables clásicos de Sinatra. Cuenta la leyenda que cuando terminaron de grabar la canción en el estudio los músicos se pusieron en pie para dar una merecida ovación a este mítico dueto.
 
 
 
 
 

martes, 22 de diciembre de 2015

Los Deltonos. Salud!

Hoy es el día de la salud. La conversación suele ser así, qué, ¿te ha tocado la lotería? Nada ni un duro. Bueno, pues nada, Salud, que es lo que importa. Y es una verdad aplastante. Nada hay más importante que la Salud. Lo demás es secundario. Todos jugamos por pura ambición. Pero virgencita que me quede como estoy, sano y dicharachero. Esta chusca entrada me sirve para introducir este pequeño post sobre Salud!, que así se titula el undécimo disco en estudio de Los Deltonos.
 
El año que viene Los Deltonos cumplirán treinta años dando guerra. De su formación inicial tan sólo queda Hendrik Röver alguien poco o nada proclive a celebrar tales aniversarios. Como siempre se encarga de remarcar lo importante es lo que esta por llegar. Los mejores temas están por componer y los conciertos más pletóricos por dar. De modo que se entrega a su presente con inusitado ímpetu y cargado siempre con grandes canciones. Salud! es una excelente muestra. Un disco que desde que me compré hace un par de semanas escucho con devoción. Y lo disfruto en cada escucha.
 
Si entras en la página de Los Deltonos leerás en la cabecera un lema en el que Hendrik insiste una y otra vez : El rock americano es posible en castellano. Y el hombre se afana de lo lindo para currarse unas letras perfectamente ensambladas lo cual tiene mucho mérito porque siempre he pensado que es mucho más complicado hacerlo en el idioma de Cervantes que en el de Shakespeare. Cito a ambos escritores en un vano intento de subir un poco el nivel del post.

 
Salud! consta de doce canciones que entran como un tiro en algo más de cuarenta minutos y que me lleva acompañando en mi trayecto matutino al trabajo desde que compré el cd en la página web del grupo. Los dos primeros temas, Merecido y Miedo son incisivos y haciendo honor al título del álbum rebosan salud. De esos que a lo largo del día tarares varias veces. Guitarras punzantes y ritmo trotón, dos temas blues rock perfectos y pegadizos a más no poder.

El nivel sube enteros con el siguiente trío: Segunda vez, Perdedor y Salud. Música y letra coordinada a las mil maravillas. En Perdedor se cuelan unas acústicas en perfecta sintonía con las eléctricas, otra característica fundamental en el sonido de la banda. Salud!, además de una de las mejores letras que he escuchado en los últimos años posee un riff inicial apoteósico. Tanto Hendrik como Fernando Macaya hacen un trabajo fantástico a las guitarras en todo el álbum. 

Ese otro café da un respiro. Es un tema lento al que me ha costado coger el punto pero que esconde matices interesantes y que se beneficia de una sugerente sección de viento ejecutada por Miguel Herrero (trompeta y fiscorno) y Dani Herrero (saxo barítono y tenor) y con el hammond de Iñigo Bregel. Ambos repiten en Milagritos, un tema molón a más no poder con un toque funky y unos punteos de guitarra maravillosos. Además Hendrik como es habitual en él canta con ese deje chulesco e irresistible. También se desenvuelve muy bien en temas con un toque más meláncolico como Perdedor o Piérdete un perfecto final para un álbum que les muestra saludables y con ganas de dar guerra otros treinta años.

lunes, 21 de diciembre de 2015

5.189.333

Ayer fue la tercera vez que votaba en mi vida. No es algo de lo que este especialmente orgulloso, tampoco de lo contrario. Durante muchos años no participé en la fiesta de la democracia y lo escribo con todo el rintintín del mundo. Soy consciente de lo afortunados que somos por aquí. Es mucho mejor tener la posibilidad de votar cada cuatro años que no tener esa opción. Mejor vivir aquí que en Siria, cualquier lugar de África o Los Balcanes. Si, todo esto es evidente pero me resisto a glorificar eso de votar cada cuatro años como si fuese la panacea. Durante muchos años las raras ocasiones en las que discutía de política y sobre la cuestión de votar o no, muchos me decían que si no votas no tienes derecho a quejarte, que para cambiar las cosas hay que votar y bla bla bla... Yo les respondía que conocía a muchas personas que jamás han votado y que han sido más activas políticamente que esos que se llenan la boca cada cuatro años... Personas que han luchado por mejorar la Comunidad, con actos no con papeletas...
 
Las tres veces que he votado le he dado muchas vueltas, a la cuestión de votar en sí y a quién hacerlo.  Por naturaleza soy más de preguntas que de respuestas. Más de dudas que de certezas. En el fondo me gustaría ser como uno de la cuadrilla que dice bien alto que si naciese volvería a hacer exactamente lo mismo... Esas personas que lo tienen todo tan claro. Mi voto ha ido a parar a esos que han quedado terceros y que parecen distintos. Pero no me fío. No es una carta en blanco. Voy a estar vigilante. Mis certezas van por otros derroteros. Por ejemplo me resulta complicado imaginar a nadie cantar mejor que Frank Sinatra, Aretha Franklin o Sam Cooke. Es improbable que nadie supere en un escenario a lo que en su día hizo James Brown aunque los medios escriban sobre el nuevo James Brown cada quince días... Es harto difícil que un músico mayor de 60 años grabe maravillas como las que editó Solomon Burke de 2001 a 2010. Me cuesta imaginar a compositores mas competentes que Jim Lauderdale y Buddy Miller. No hay duda de que Johnny Hickman es uno de los guitarristas más cool de la historia... La lista de certezas en este ámbito es amplia, ja, ja.

 
 Reconozco que me he alegrado de algunas cosas que sucedieron ayer. Me produce especial satisfacción que tanto los que han quedado primero como los segundos vayan perdiendo fuelle, lenta pero inexorablemente. Espero que sea un proceso imparable. Seria genial que ambos se uniesen, en el fondo es más lo que les une que lo que les separa. Los dos partidos más votados juntos. No lo descarto. Vendría fenomenal para que su declive fuese fulminante. También me he regocijado con el hostión que se han dado los que en Euskadi antes habían quedado primeros y ahora son los cuartos. Me alegro. No me fío mucho de a los que he votado pero no me fio nada de todos los demás. Hoy por supuesto todos habrán ganado. Dirán: vamos a hacer autocrítica pero mentirán. Echarán las culpas a los demás. Ya lo he escuchado antes.
 
Este post se lo dedico a mi editor. Un tío grande tanto en altura como en todo lo demás....

 

domingo, 13 de diciembre de 2015

Cracker. WOP Festival, Sala Santana 12/12/2015

Cracker finalizaron anoche su gira europea en el WOP Festival celebrado en la Sala Santana. Los de Virginia han basado su tour por el Viejo Continente en muchas fechas en la Península y por lo que se percibe han triunfado. Por estos lares gozan de una buena base de seguidores que les reciben con alegría. Ayer demostraron de nuevo que son una banda totalmente engrasada, de corte clásico con un catalogo de canciones para volverse loco.  
Al igual que en su bolo de HellDorado comenzaron con Seven Days a la que siguieron si no me equivoco California Country Boy y Euro Trash Girl. Me costó pillarle el punto porque el inicio nos cogió lejos de las primeras filas y me pareció que el sonido era mejorable pero enseguida sonaron perfectos desplegando un set list muy similar al de la sala HellDorado. En hora y cuarenta minutos se decidieron por clásicos ya imprescindibles como Low, Teen Angst (what the worlds needs now), Get off This o las molonas Sweet Potato y This is Cracker Soul que ejecutan unidas de forma ultracool.
 
El guitarrista mas cool sobre la faz de la tierra
Volví a a volar alto con Weddind Day, Another Song About the rain y One fine day y me encanto la parte cañera en la que engancharon 100 Flower Power Máximum, una más que no me acuerdo y Time Machine. Cuando se ponen a rockear duro lo bordan tanto como cuando abordan temas más sutiles y campestres. Como sorpresa final reservaron Gimme One More Chance. Una mención para Brian Howard al bajo, Coco Owens a la batería y Pistol a la Steel guitar, los tres perfectos.
 
Un placer gozar de nuevo de esta banda en directo rodeado de grandes amigos. Hacía más de diez años que no les veía y en 2015 me he resarcido con creces pero ya estoy pensando en que el 2016 tienen que regresar. Seguro que lo harán saben que por aquí se les aprecia. Incluso me llegan rumores de que es posible que graben nuevo material muy cerca de aquí. Pero jamás revelaré mis fuentes. Salud!!!
 
 
 
 
 
 

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Los Deltonos. Noroeste

Rara vez suelo escribir sobre grupos nacionales. Apenas escucho bandas de aquí y seguro que hay muchos músicos haciendo cosas interesantes. Es posibles que algunos de los mejores hayan grabado en los Guitar Town Recordings de Hendrik Roover, alma mater de Los Deltonos. Uno de los tipos con más talento componiendo canciones. Me enganché a esta banda con el disco GT que se editó hace diez años. Un décimo aniversario que en mi casa celebro con algarabía. Aprovecho para recomendar su último disco de estudio: Salud que acabo de comprar. Pues eso salud para poder disfrutar de canciones tan buenas como Noroeste perteneciente a GT y como todas la de su reciente lanzamiento.
 

 
Me despierto y me encuentro lejos
Y después me calmo y me duermo
Tuve un sueño que a menudo vuelve
Y esto es lo que vi
Es un rayo que descarga solo
Junto al mar y donde el río pasa
Lo ilumina un fugaz instante
Y queda seco y chispeante el aire
Y esa electricidad es lo que me recuerda a ti
Y todo lo que prometí
 
Sopla el viento cada vez más fuerte
Es la alegría del noroeste
Cielo azul, nubes de tormenta
Pronto va a llover
 
Y esa electricidad es lo que me recuerda a ti
Y todo lo que prometí
 
Sopla el viento cada vez más fuerte
Es la alegría del noroeste
Cielo azul, nubes de tormenta
Vuelvo a recordar

domingo, 6 de diciembre de 2015

Buddy Miller. Water when the well is dry


 
Down on the corner of the dead end street
Too many tears and not a drop of relief
It'll shake up your soul it'll tear down your pride
Honey keep your eyes pure let us tell no lies
Hatred is a criminal out on the loose

Love might be a judge with a hangman's noose
It'll make you strong it'll make you bitter
I got to find myself a strong deliverer
I need a drink of something like water
I need a taste of love divine

Sometimes you just gotta do what you oughta
Sometimes you bring up the water when the well is dry

Gone out walking through the city tonight
Sittin' through the wreckage underneath the lights
All you can do is pray with all your might
There's a few thousand souls no where in sight
It's hard to swing at something you can't see

Sometimes we just don't know the enemy
Can't live by fear can't live by deception
Hey I'm a man of peace with a few exceptions
I need a drink of something like water
I need a taste of love divine

Sometimes you just gotta do what you oughta
Sometimes you bring up the water when the well is dry
When the world starts shaking

And the walls are breaking down till nothing's left
Baby you're gonna need to hold onto something that is
Stronger than yourself

Baby your eyes were wet with tears
Your skin was drenched in sorrow
But you kiss was an open door

So I walked through to a new tomorrow
Honey like a blade of finest steel
Yea like an arrow straight and true
Like gold in the hottest fire

Baby that is my love my love for you
I need a drink of something like water
I need a taste of love divine

Sometimes you just gotta do what you oughta
Sometimes you bring up the water when the well is dry

domingo, 29 de noviembre de 2015

Cracker. Sala HellDorado 28-11-15

Mucho más que expectativas cumplidas. Lo de ayer a la noche fue como un sueño. Tomé la decisión correcta. Pero ahora quiero más. Haré lo posible por volver a ver a Cracker en el WOP Festival el próximo 12 de diciembre. Ahora trataré de explicar lo vivido ayer en la mejor sala de conciertos que existe por estos lares: HellDorado. La primera sorpresa fue que antes de salir hacia Vitoria me enteré de que iba a asistir al concierto mi primo Oscar (bajista de Gruff), tipo con el que llevo compartiendo la pasión por el rock´n roll desde la más tierna adolescencia. Nuestros caminos se han juntado en innumerables ocasiones y nos lo hemos pasado pipa. Ayer parecíamos dos putos Fraguel enloqueciendo con el despliegue de Cracker sobre el escenario.
 
He de confesar que llevaba dando la caca a mis amigos con este concierto bastante tiempo. Compré la entrada a mediados de noviembre y desde la sala me informaron que la venta de tickets iba rápida. Iba a ser un lleno. Aforo repleto. 300 afortunados que tuvimos la suerte de ver en acción a una banda clásica en un excelente momento de forma. Nada de tirar de nostalgia. Un presente tan estimulante como su glorioso pasado de tal forma que sonaron muchos temas de su fenomenal último disco Berkeley To Bakersfield. Otra rodaja clásica que añadir a su repertorio. En realidad la noche se puede resumir en que podíamos haber estado otras dos horas y cuarto con temas de Cracker que no sonaron ayer y hubiésemos salido igual de flipados. Y no es una exageración porque apenas tocaron temas de Forever, Gentleman´s blues o Sunrise in the land of milk and honey.
 
Jamás me suelo fijar en detalles técnicos en los conciertos. Escapan a mi entendimiento. La información al respecto me la suele aportar Diego qua ayer no estaba, pero mi primo Oscar que conoce al respecto me comentó en varias ocasiones que le flipaba como eran capaces de interpretar muy diferentes tipos de canciones sin apenas cambiar instrumentos o pedales y esas historias. Simple y llanamente dando a cada canción lo que necesita en cada momento. Con una precisión espectacular. Yo así lo sentí. Pasaban de trallazos rockeros y algunos con ese toque punkarra que tanto me gusta a delicias country servidas a fuego lento.
 
En escena Hickman y Lowery no puden ser más diferentes. Es un curioso y divertido contraste. El guitarrista y ocasional vocalista es la viva imagen de la emoción y el entusiasmo. Un tipo que vive el rock´n roll con pasión y dotado para sacar el máximo rendimiento a su instrumento. Lowery parapetado tras sus gafas de sol, es más serio y sobrio, parece que canta enfadado y eso me encanta. Ambos son esenciales en la banda y los músicos con los que venían les secundaron a la perfección.
 
 
Tengo especial fijación por los temas de apertura de los conciertos. Una buena elección es fundamental. Y Seven Days cumple ese requisito. Nos llevó en bolandas y le siguieron con igual soltura California Country Boy, Euro Trash GirlGet on Down Road. Los temas de su último disco no desentonan con clásicos como el mencionado Euro Trash Girl,  This is Cracker Soul, Sweet Potato o Get of This. Y cayeron sorpresas y favoritas personales como The world is mine, una explosiva Time machine, One Fine DayWeddin Day o Another Song about the rain. Con esas dos últimas ya se me caían las lágrimas y todo. Hickman interpreta los temas con un entusiasmo desmedido que contagia a sujetos volubles como yo. Uno de esos conciertos míticos que suceden cada cierto tiempo compartido con alegría con buenos amigos. Y a repetir.
 
 
 
 

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Mark Lanegan. Last One In The World

Hoy cumple 51 años Mark Lanegan, uno de mis cantantes favoritos de todos los tiempos. Siendo sincero no conecto casi nada con sus últimos lanzamientos discográficos, exceptuando Houston, pero máximo respeto para este hombre. He tenido la fortuna de verle en directo varias veces en pequeñas y humeantes salas y han sido momentos gloriosos. Noches mágicas en las que te sientes feliz de estar ahí en ese instante. Tal vez un día se reúnan Screaming Trees, o quizá Lanegan vuelva a grabar como en sus primeros diez años de carrera en solitario aunque lo más seguro es que siga investigando en nuevos sonidos. Y no se lo reprocho, faltaría más. Que yo no encuentre el feeling de sus trabajos en los Trees o de sus primeros cinco discos en solitario no quiere decir que no le dedique siempre unas escuchas a lo nuevo que edite. Y si no me gusta siempre puede recurrir a joyas como esta Last One in the world.
 
 

sábado, 21 de noviembre de 2015

Thomas Harding. Hanns y Rudolf

Por muchas películas y documentales que haya visto sobre el nazismo o por muchos libros y ensayos que haya leído sobre el holocausto el estupor sigue ahí. Es imposible no quedarse perplejo ante tamaña atrocidad a pesar de vivir en un mundo repleto de barbarie por todas las esquinas. Comparto esta reflexión tras leer Hanns y Rudolf, el estupendo libro que ha escrito Thomas Harding sobre la persecución de un judío (Hanns) que logró escapar del nazismo a tiempo, refugiarse en Gran Bretaña, luchar con el ejército inglés y convertirse en el hombre que atrapó a Rudolf Hoss, uno de los máximos responsables del desgraciadamente Campo de Concentración de Auschwitz.

Thomas Harding es sobrino nieto de uno de los protagonistas de este libro Hanns Alexander. En el entierro de éste se enteró de que su tío abuelo había sido uno de los máximos responsables de la detección de Rudolf Hoss y uno de los más valiosos combatientes contra los nazis cuando los aliados ganaron la guerra. Comenzó a investigar en la vida de su familiar y se le ocurrió que tenía que plasmar todo eso en un libro. Le llevó cinco años darle forma pero el resultado es espectacular.

Para documentarse Harding se entrevistó con una de las nietas de Rudolf Hoss que actualmente vive en Washington y que le contó al autor de este libro que tiene un muy buen recuerdo de su abuelo, que era una persona sensible y cariñosa. A Thomas Harding esta declaración le dejo estupefacto pero le reafirmo más en que tenía que contar esta historia. Relatar la vida de alguien culto y educado que llega a ser el responsable de la muerte de más de dos millones de personas en un campo de concentración.

El libro alterna un capítulo dedicado a Rudolf Hoss y otro a Hanns Alexander. Se cuentan sus vidas en aquellos convulsos tiempos. Vidas que seguramente se parecían a la de muchos de sus conciudadanos. Pero la de ambos tomaron caminos extremos. Hoss pasó a engrosar la tristemente célebre nómina de los nazis más despiadados de todos los tiempos y Hanns Alexander la de un judío que pudo huir del caos y que se enroló en el ejército británico para convertirse en uno de los más concienzudos y eficientes perseguidores de los nazis que han pisado la faz de la tierra.

sábado, 14 de noviembre de 2015

St. Vincent

Esta lluviosa tarde he ido mi video club habitual (el único que queda en mi pueblo) con la intención de alquilar la quinta temporada de Mad Men. Estas dos últimas semanas he terminado de ver online la cuarta pero me resulta un rollo ver las pelis o las series así. Mi tele todavía es de las de culo, y culo muy gordo, y tengo que ver el material en el ordenador y casi siempre doblada. Además hasta que la consigues poner, tras las cuatro o cinco inevitables ventanas emergente de porno, que te acaban distrayendo de tu objetivo inicial, en fin que prefiero pillarlas en original. 

La serie no la tenían pero me la traen para mañana de modo que me he puesto a enredar a ver si cazaba alguna película que llamase poderosamente mi atención. Estoy descolocadisímo en cuanto a cine actual y cuando escribo actual me refiero al último lustro o más. Entre las novedades que ya no lo eran tanto he visto la caratula de una película en la que aparecía el peculiar y socarrón careto de Bill Murray acompañado de Naomi Watts y otra actriz que no conocía. He leído el argumento y me ha llamado la atención lo suficiente como para alquilarla. Y me he echado unas risas. Suficiente para el menda un viernes a la noche. 



La película está hecha a la medida de Bill Murray, uno de mis actores favoritos de siempre. Las primeras escenas ya nos dejan claro por donde van a ir los tiros. Vemos al personaje de Murray moviéndose por sus derroteros habituales, esto es, dándole a la botella, viviendo en una casa en la que el orden no existe, apostando en carreras de caballos, juntándose con una prostituta a la que parece tener en exclusiva...

Todo cambia cuando al de unos días de esta variopinta rutina aparecen por el barrio un niño y su madre que van a ser sus nuevos vecinos. Por circunstancias laborales de la madre un día le tiene que dejar al niño con Murray y ahí empieza una relación especial entre este peculiar trío. La película no tiene ningún elemento sorpresivo, ni transgresor, a los diez minutos te das cuenta de que es la habitual película que podría triunfar en Sundance donde va a ver moralina pero durante los minutos que dura te diviertes con unas cuantas situaciones rocambolescas en las que Bill Murray vuelve a ser el rey de la comedia y eso para mi es más que suficiente. Tal vez todo este material en las manos de otro director con más agallas sería mucho más rompedor pero a pesar de que sabes como se va a conducir el tema y adivinas como va a terminar te lo pasas bien. Salvando las distancias, algo parecido a lo que ocurría con Gran Torino aunque creo que la de Eastwood es muy superior. Pero insisto Murray es bienvenido, por lo menos en mi casa.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Allen Toussaint. Sala BBK Bilbao 08/11/15

Ayer a la noche tuve la fortuna de ver a Allen Toussaint. Bueno, verle, verle no le vi demasiado ya que a pesar de estar en la primera privilegiada fila estábamos tapados por la enorme cola de piano de Toussaint. Pero ha sido un detalle menor ante el espléndido despliegue musical que se ha cascado este hombre de setenta y siete años secundado por tres certeros músicos. Especialmente Renard Poche que se encargaba de la guitarra y que también ha soplado la flauta en un tema. Espectacular. Anonanado me quedé con este sujeto.

Me comentaba mi amigo que con la cantidad de canciones míticas que tiene este hombre podía haber estado sobre el escenario tres horas y todavía se quedarían temas en el tintero pero no le puedo poner ninguna pega a lo que presencié ayer. Clase a raudales y una ejecución perfecta. Un estilo peculiar y singular. Toussaint es un mito y lo que vimos ayer una demostración de que se puede conjugar diversos estilos musicales con naturalidad y que el resultado sea algo más que atractivo. Sonaron algunas de mis canciones favoritas en un medley que incluyó Fortune Teller y Working in a coal mine. Y abordó completas las inevitables Mother in law y Get Out of my life woman.

Reconozco que antes del concierto tenía mis dudas. Uno piensa que a un tipo de 77 años tal vez le cueste mucho más ofrecer un recital a la altura pero Toussaint está en muy buena forma. Nunca ha sido un cantante espectacular pero ayer llevó el repertorio a su terreno con una facilidad pasmosa y nos deleitó con su maestría al piano. Y por supuesto mencionar tanto a Chris Severin al bajo como a Henry LeBeaux a la batería, ambos perfectos a sus respectivos instrumentos. Una noche inesperada. Mi momento favorito una instrumental que según mi informó mi colega había grabado con Joe Herny. Pero no recuerdo el título.

sábado, 7 de noviembre de 2015

David Lee Roth. She´s looking good

No hay nada mejor en estos tiempos confusos que dejarse llevar por la propuesta de David Lee Roth. Para interpretar con clase una canción que antes se ha cepillado Wilson Pickett hay que estar muy loco, tener mucha cara y no rendirse nunca. Roth cumple los tres requisitos. Y además tiene ancestros judíos. Mientras siguen los rumores acerca de una gira europea que nunca llega lo mejor es perderse en el material clásico de Van Halen y en la carrera en solitario de este tipo. Una semana más con todos ustedes, el único e inimitable David Lee Roth. Y no será la última vez, ja, ja, ja....


viernes, 30 de octubre de 2015

David Lee Roth. Shoo Bop

Una de las noticias más impactantes de producirse sería una gira de Van Halen por el Viejo Continente y si ya pasase por estos lares, por ejemplo, Bilbao, vamos a poner en el Bec.... Ja, ja. Un sueño hecho realidad para miles de fans. Pero no va a ocurrir. A pesar de que muchas críticas están acribillando al bueno de David Lee Roth como escribe Sergio Martos en este interesante artículo de sus andanzas por USA, David tiene ese punto extra que le hace diferente a todos los cantantes y showmans sobre la faz de la tierra. Y logra que Van Halen sean especiales.

La noche de viernes viene que ni pintada para deleitarse con un vídeo de este tipo. Shoo Bob es una canción que viene en el fenomenal disco Diamond Dave, la clase de álbum quitapenas perfecto para cualquier momento. Ojalá el amigo David continúe en racha con Van Halen pero si el tema se tuerce no me importaría nada que volviese con un disco como el mencionado. Salud. Va por el inimitable e incombustible David Lee Roth.

domingo, 25 de octubre de 2015

20 aniversario de Seven

El pasado mes de septiembre se cumplió el vigésimo aniversario del estreno de Seven. Junto a El silencio de los corderos muchos críticos sitúan a ambas películas como referentes del thriller, dos films cuyo rastro se puede seguir con mayor o menor fortuna en muchas obras posteriores. Pero más allá de ese dato ciertamente comprobable lo que importa es que Seven a estas alturas de la vida es un clásico que conviene visualizar al menos una vez al año. El paso del tiempo no ha hecho sino engrandecerla. 

Con motivo de su veinte aniversario se ha reeditado con jugosos extras y por estos lares incluso se le ha dedicado un libro que se presentó en el pasado Festival de Stiges. Un estudio que reúne las firmas de varios autores para diseccionar un film que tiene mucha miga y que sobrevive perfectamente al factor sorpresa argumental gracias a un guión excelso cortesía de Andrew Kevin Walker. David Fincher ha seguido dirigiendo excelentes películas pero me atrevo a afirmar que nunca ha superado Seven.


El otro día en un podcast que escuché sobre la película con motivo de su veinte aniversario el locutor en cuestión decía que esta es la clase de film dla que te acuerdas perfectamente cuando y con quién la viste. No puedo estar más de acuerdo. En mi caso fue en el cutre cine de mi pueblo junto a Susana y recuerdo perfectamente que a la salida nos encontramos con dos amigos, Aitor y Txu, que estaban tan alucinados como nosotros con lo que acaban de presenciar. Por supuesto en aquella época con veinte añitos supongo que prevalecía la sensación de sorpresa de la trama, el desenlace te noquea. Pero visionados posteriores van mucha más allá de ese aspecto.

La historia está muy bien hilada y cuenta con las poderosas interpretaciones de Morgan Freeman y Brad Pitt que se compenetran a la perfección. Algunas de las escenas que tienen juntos están entre mis favoritas de la historia del séptimo arte y contienen algunos de los diálogos más certeros sobre la condición humana que se han escrito. Por ejemplo cuando se reúnen en un bar y el personaje de Freeman le explica unas cuantas cosas al de Pitt...


Me recordaba Susana hace poco que cuando fuimos a ver la película no sabíamos demasiado de ella. Al parecer no fue uno de esos estrenos en los que te bombardean con publicidad a todas horas. La película no era una superproducción destinada a arrasar y desconozco cuáles fueron sus resultados en taquilla. Incluso años después leí que el personaje que interpreta Kevin Spacey no entraba en el presupuesto del film y que fue Brad Pitt el que convenció al bueno de Spacey de que aceptase trabajar por una cantidad menor. Kevin Spacey puso como condición que no quería que su nombre apareciese en los créditos iniciales y hasta que finaliza el film no vemos su nombre escrito en la pantalla. En fin que esta noche acabo de ver de nuevo Seven y reitero lo escrito, clásico en vida. Una joya que no me canso de ver. Salud.


viernes, 9 de octubre de 2015

Cracker. One Fine Day


This broken wing will fly again
One fine day
This blackbird's mute gonna sing again
One fine day

So all you sinners come out
And all you drunkards crawl out
Come into the light of one fine day

And all you liars come out
And all you thieves you walk out
Come into the light of one fine day

These crippled legs will walk again
One fine day
This broken heart will love again
One fine day

So all you sinners come out
And all you drunkards crawl out
Come into the light of one fine day

And all you liars come out
And all you hoars you walk out
Come into the light of one fine day

This broken wing will fly again
One fine day
This blackbird's mute gonna sing again
One fine day

So all you sinners come out
And all you drunkards crawl out
Come into the light of one fine day

And all you liars come out
And all you hoars you walk out
Come into the light of one fine day
Yeah come into the light of one fine day
Come into the light of one fine day
Come into the light of one fine day

lunes, 5 de octubre de 2015

Jim Lauderdale & Buddy Miller rules!!!



Dos de los hombres con más talento compositivo sobre la faz de la tierra. Puede que sus chaquetas no combinen pero su música si, a las mil maravillas....

sábado, 3 de octubre de 2015

Ryan Bingham. Kafe Antzoki 02/10/2015

A veces los conciertos en los que menos expectativas pones te sorprenden. No esperaba gran cosa del bolo de hoy de Ryan Bingham en el Antzoki. No por nada en particular. Tan sólo tenía dos discos de este músico: Junky Star, que excepto dos o tres temas brillantes, tiene un aire muy plomizo y su última referencia, Fear and Saturday night con el que conecto mucho más y que posee momentos muy brillantes. Al igual que ha sido el concierto de hace pocas horas: luminoso y ardiente. Música cocinada con pasión por un tipo con una voz sorprendentemente cascada a sus treinta y cuatro añitos. Un diez también para los músicos que le arropan con precisión.

Afortunadamente han caído unos cuantos temas de Fear and Saturday Night. que es el disco que más pilotaba. Todas las que me más me gustan con especial mención para Island in the sky y Adventures Of You and me han figurado en el repertorio del amigo Ryan y su banda y hacia mitad del concierto ha mencionado a mi outlaw favorito, Steve Earle, para cascarse una versión de The Galway Girl. Fantástico. Estoy convencido de que Ryan Bingham se ha ganado esta noche en Bilbao a unos cuantos que como yo no sabían muy bien que esperar. Muy bueno, Ryan. Me ha encantado.



Fotos cortesía de Jon Ander y Alex Garrote, Gracias compañeros. Rock on!!!

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Cracker. The Good Life

Hoy ha comenzado oficialmente el otoño. Nubes y lluvia han entrado con ganas por estos lares y antes de las ocho y media ya era de noche. Se acerca la época que menos me gusta del año. Días más cortos, lluvia y frío, un rollo. Nada comparable al verano. En el horizonte seis meses más de trabajo en el empleo en el que más a gusto he estado en mi errante trayectoria profesional. Buenas e inesperadas noticias, excelentes porque a Su por fin le han hecho indefinida. Además en un par de meses pasarán por aquí una de mis bandas favoritas de todos los tiempos: Cracker. Fiabilidad total. A sus pies.


This holy circus camp
Aladdin and his lamp

A feverish daydreams and sway de loca

My face in magazines
The lesbian james dean
I got all I ever wanted


So I don't mind saying
This is how the good life's supposed to be

The good life for you, for me

Well I don't mind saying
This is how the good life's supposed to be
The good life for you, for me

Down miles of empty road
With acolytes in tow
You could be persephone

A pigeon through the glass
A drunken trapeze act
Well you got all you ever wanted

So I don't mind saying
This is how the good life's supposed to be
The good life for you, for me

Well I don't mind saying
This is how the good life's supposed to be
The good life for you, for me

viernes, 18 de septiembre de 2015

Cracker. Berkeley to Bakersfield

Llevan más de veinte años en el negocio y jamás han dado un paso falso. Su discografía es impoluta. Hasta el raruno Greenland tiene su punto. Tienen la marca de los supervivientes y la mejor noticia del mundo es que siguen entre nosotros en buena forma, excelente apunto. Berkeley to Bakersfield es una gozada en la que apreciar todos los matices de los que hace gala esta banda. Su paleta sonora es amplia. Aquí se aprecia su inequívoco poderío rockero, el toque country siempre presente, ciertas melodías pop y por supuesto sigue la mala hostia y chulería de David Lowery, uno de esos cantantes que tal vez sin tener una gran voz saben llevar a su terreno cualquier tema.

Semanas antes de que este disco se fuese a publicar un amigo me comentó que había escuchado sólo una canción (Waited My Whole Life) que lamentablemente le recordaba a otra de The Wallflowers. Pero que confiaba plenamente en estos tipos. Que eso sería un pequeño desliz. Unas cuantas notas seguidas sin importancia y así es. Berkeley to Bakersfield es un álbum doble, a la vieja usanza y no se hace largo para nada, es más cuando acaba lo vuelvo a poner. Una y otra vez. Así es desde que me lo grabó mi colega hace unas semanas.

Y reconozco que las escuchas iniciales me descolocaron bastante. El primer volumen titulado Berkeley reúne a David Lowery y Johnny Hickman con Davey Faragher y Michael Urbano, componente originales de Cracker con los que no grababan desde hacía 20 años. Berkeley según cuenta Lowery en la mini-entrevista que publica Popular 1 este mes está formado por temas de protesta con letras de temática social y politica... La primera canción Torches and Pitchforks me descolocó por completo. Y la segunda March of the Billionaires acentúo esa primeriza sensación que pronto se dilapidó. Beautiful completa un buen trío inicial pero para mi lo mejor está por llegar.




Mis favoritas son las dos siguientes, El Comandante y El Cerrito. Dos canciones soberbias y peculiares. Me vuelve el loco el inicio de El Comandante y los coros del tema que no se quién los hará pero lo clava. El Cerrito tiene un bajo vacilón que se te queda pegado todo el día y unos pletóricos punteos cortesía de Johnny Hickman Qué decir del trabajo de este hombre a la guitarra. Alguna vez he escrito que es uno de mis favoritas de la historia mundial. Lo repito. Pasan los años y cada día es mejor. Y aquí tiene suerte de lucirse con su sonido perfecto en temazos como You Got yourself Into This o Life In The Big City.

El segundo volumen, Bakersfield se abre con Hickman a la voz aportando su inequívoco toque country en la deliciosa California Country Boy. Uno de esos temas de manual que esta banda borda con una sencilla y efectiva letra. Pero mi reino por temazos como el siguiente, Almond Grave, uno de esas canciones en la que los pequeños detalles cuentan mucho. Claro que King Of Bakersfield es otra maravilla. Se me caen las lagrimas de la emoción. Es que ya no escribo más. Cracker han sacado un pedazo de disco y por mi lo podían tocar enterito en directo, de la primera a la última. Espero poder verles en su próxima gira por estos lares. Y si es por partida doble, mejor. Vitoria y Bilbao, eso son los objetivos. Hay que luchar por la causa. ¡Viva Cracker!




martes, 8 de septiembre de 2015

La vuelta al cole

Jamás me gustó el colegio. Como a millones de niños en todo el mundo. Recuerdo que la primera vez que me llevaron lloré. No entendía por qué tenía que estar allí alejado de mis padres, sin jugar a mi bola, descubriendo por mi cuenta la vida. Después como todo quisqui supongo que me acostumbré pero nunca me gusto ir, prefería jugar y divertirme con mis amigos que estar sentado en un pupitre atento a las explicaciones del profesor en cuestión.

Hoy cuando he llevado a los canijos a la escuela me he acordado de esa sensación de vulnerabilidad y agobio que me asolaba los primeros días. Un nuevo curso, nuevos retos y casi siempre todo servido de la misma manera. No me gusta como está montada la Educación en este país y siempre parece que es una cuestión menor y así nos va. En fin, hay que acostumbrarse y poco a poco ir volviendo al redil aunque no me haga gracia. Espero que los enanos se adapten lo mejor que puedan y aguanten el tirón hasta las vacaciones de Navidad. Y saquen provecho a los aspectos positivos.

Estos últimos días a Unax varias personas le preguntaban: qué, con ganas de volver al cole para ver a tus amiguitos. Y Unax le respondía que ya les veía en la piscina, en la playa o en el parque que no tenía ninguna gana de volver al cole. Sentido común. Qué raro.... Un niño que prefiere estar de vacaciones que ir a la escuela. Esto hay que investigarlo....


sábado, 5 de septiembre de 2015

Mark Lanegan. Borracho

Tengo una tremenda curiosidad por escuchar Houston el último disco de Mark Lanegan. Pero quiero tenerlo entre mis manos. Como en los viejos tiempos. Gozar de un álbum que promete ser al menos tan bueno como Field Songs lo que para el menda ya sería la releche. Al parecer es el siguiente que grabó Lanegan y no sé por qué pero ahora lo rescata. Música muy diferente de la que hace hoy en día aunque no seré yo el que escriba algo malo sobre el amigo Lanegan. Recuerdo que cuando le vi en directo en Centro Cultural de Eguia de Donosti hace más de tres lustros un amigo nos dijo a Rober y a mi vais a flipar cuando canté Borracho. Y tuvo razón. Y muchos años después sigue siendo una de mis favoritas de este tipo.


domingo, 30 de agosto de 2015

Whiplash

Este fin de semana he visto Whiplash. Tanto mi primo Oscar como Rober me habían recomendado encarecidamente esta película. Mis expectativas se han cumplido en parte. He disfrutado del film, me lo he pasado bien viéndolo y ha provocado un interesante debate con uno de mis cuñados y con Susana. Si una película consigue todo eso ya es bien recibida por lo menos en mi casa. Pero al mismo tiempo que reconozco todos esos méritos la sensación que me dejó la película fue de que le faltaba algo para ser una de esas que te apetece volver a ver. Un clásico de esos que revisitas y a los que encuentras mil y un matices diferentes.

El film se hizo con bastantes premios el pasado año y generó bastante polémica entre críticos y músicos. El planteamiento es el siguiente: Andrew Neiman (Miles Teller) es un joven de 19 años cuya obsesión es convertirse en un excelente batería de jazz. Ingresa en el prestigioso Conservatorio de Música de la Costa Este donde tendrá como profesor al prestigioso y polémico Terence Fletcher (J.K.Simmons) capaz de cualquier cosa para lograr que alguno de sus alumnos alcance la brillantez absoluta en el campo musical. Y cualquier cosa incluye insultos, vejaciones y salidas de tono de todos los estilos y condiciones.

Uno de los aspectos que más me interesa de la película es el clásico y habitual planteamiento de que todo vale para conseguir un fin. Parece que para ser un genio en una determinada disciplina no sólo son necesarias esas 10.000 horas que te convierten en experto sino que se precisa un profesor despiadado, capaz de apelar a los más bajo con tal de conseguir su objetivo. Ese papel lo borda el actor J.K.Simmons y su actuación me parece uno de los aspectos más sólidos de la película junto a la réplica de Miles Teller que también es capaz de dar credibilidad a ese joven cuya ambición y filosofía es muy parecida a la del propio profesor.

Vi la película con verdadero interés. Me atrajo tanto el planteamiento, como las actuaciones así como el debate que propone pero le falta algo más de sutileza y le sobra pirotecnia. Al mismo tiempo mi sensación cuando terminó es que el film en el fondo se alinea con el peligroso, nocivo y falso mensaje de que todo vale para conseguir la excelencia. En cualquier caso no tendría ningún problema en que todas las películas que veo tuviesen este nivel y por supuesto la música me encanta.

martes, 25 de agosto de 2015

Kirk Douglas. Yo soy espartaco

En Yo soy Espartaco, un nonagenario Kirk Douglas, de 95 años toma como base la gestación de Espartaco para hablarnos de una época  fascinante en la historia de Hollywood. Unos tiempos convulsos marcados a fuego por las nefastas listas negras que llevo a cabo el denominado Cómite de Actividades Anteamericanas. Uno de los damnificados por tamaña atrocidad fue Dalton Trumbo guionista represaliado por negarse a facilitar nombres al nefasto Cómite. Un tipo que perdió su empleo pero no su dignidad y que continúo trabajando en la sombra con diferente pseudónimos hasta que su nombre volvió a aparecer en los créditos de Espartaco gracias entre otros al tesón y la valentía de Kirk Douglas

Douglas recuerda con una prosa ágil y directa como actúo en aquella convulsa época. Y aunque como he mencionado antes Kirk toma como excusa explicarnos cómo fue llevar a cabo una de las mejores películas de la historia lo cierto es que pesa más el contexto. El asunto de la firma de Dalton Trumbo y las injusticias contra muchos que como Trumbo que se negaron a perder su dignidad ocupa buena parte de las páginas. Es entretenido a la par que didáctico. Nos muestra sucesos que jamás deberían volverse a repetir.

Pero no todo es política y compromiso como no podía ser menos hay buena parte de carroña. El habitual choque de egos en una película de tal envergadura era inevitable. Y me he echado buenas risas con las idas de olla de Charles Laughton, la constante socarronería de Peter Ustinov o el tormentoso de manual que parecía ser Laurence Oliver. Por mí ya le podía dar al bueno de Kirk por seguir contándonos los entresijos del cine clásico y todo lo que le rodea en un par de libros más. 


miércoles, 19 de agosto de 2015

Richard Price. La vida fácil

A rebufo de la repercusión obtenida por The Wire en todo los rincones del planeta incluso por estos lares unos cuantos escritores que ejercieron de guionistas en la serie han visto publicadas sus novelas con una publicidad extra. Y los resultados son buenos, muy buenos. Hace un par de años escribí algo sobre Sin retorno de George Pelecanos y en esta ocasión le dedico unas líneas a La vida fácil de Richard Price

Richard Price está considerado como uno de los mejores novelistas del género negro en Estados Unidos. Su fama reside especialmente en la construcción de unos diálogos realistas a más no poder y que parecen sacados de la calle según los expertos. Ese es un aspecto que no puedo cotejar pero lo que es cierto es que me resultan creíbles y son ágiles y certeros a más no poder. En esta novela son especialmente importantes y ocupan muchas páginas sin que el resultado se resienta.

La conexión con The Wire se palpa desde las primeras páginas aunque lo que se cuenta no tenga nada que ver. O tal vez todo. En La vida fácil al igual que en The Wire no hay prisas. Price parte del asesinato de un chico que una noche de juerga iba acompañado por otros dos colegas que se salvan y a partir de ahí el novelista nos cuenta los entresijos policiales para atrapar al culpable, el calvario que vive la familia del asesinado y el sentimiento de culpa y agobio de uno de los supervivientes todo ello enmarcado otra vez (faltaría más) en Nueva York. Y el el resultado es espléndido.