Llegamos al recinto de Rockland Art Fest a eso de las 18 horas con un interesante calor pero enseguida aposentamos nuestros culos a la sombra mientras escuchamos a lo lejos primero la música seleccionada y después Girlband que sinceramente suenan bien, pero hemos venido con un objetivo claro y hay que guardar fuerzas para nuestros objetivos. De modo que tras salir un momento al coche para comernos el bocata volvemos y nos ponemos en las primeras filas o casi para ver al primer objetivo de la noche.
The Marcus King Band
Con algo de retraso respecto al horario previsto a eso de las 19 horas salen al escenario Marcus y su banda. Y desde el principio me cautivan. Buen sonido, ejecución perfecta y la voz de Marcus maravillosa. En principio, puede que el personal vaya a deleitarse con su pericia a la guitarra, de la que da buena muestra todo el concierto, pero lo mejor es escuchar su voz preñada de soul en temas lentos como Goodbye Carolina, Beautiful Stranger o Wildflowers wine. La apertura con The Well se me antoja perfecta y las interacciones guitarreras con Drew Smithers marcan los momentos álgidos del concierto que culmina de forma inmejorable rindiendo pleitesía a The Allman Brothers Band con la eterna Ramblin´Man. La sensación de haber visto a una artista en plena forma y al que le queda mucho recorrido dada su insultante juventud. La hora que está sobre el escenario se nos hace corta pero ya sabíamos que iba a ser así. De esos que si vuelve a una sala vamos como un cohete.
Fantastic Negrito
Una vez que termina Marcus King salimos disparados a situarnos en las primeras filas con Fantastic Negrito. Y llegamos justo a tiempo. Como cuando le vi en el Festival de Blues de Bilbao hace unos años la aparición de Fantastic Negrito es explosiva y me pone a cien desde el primer minuto. Que carisma se gasta el muchacho. Se mueve por el escenario con desparpajo y derrocha entusiasmo en
The Black Keys
Confieso que antes de acudir al Festival hago algo que nunca suelo hacer, chequear el setlist. Compruebo que los amigos Auerbach y Carney pasan por completo de su último álbum, Ohio Players por el que el menda se pirra. Que se va a hacer. En cualquier caso tienen temas para hacer un show más que atractivo. De hecho siempre he pensado que son una máquina de componer canciones bailongas y super efectivas que me ponen de buen humor. Y con los años les he ido prestando más atención, apreciando mucho su música. La gozo desde el inicio con los dos fundadores de la banda atacando Thickfreakness, The Breaks y I´ll Be Your Man pero el asunto mejora cuando se incorporan los músicos que los acompañan que ofrecen una cobertura más que jugosa en cuanto a coros e instrumentación. De hecho tanto los hermanos Gabbard como Chris St.Hilaire son fundamentales.
El personal estuvo entregado durante la hora y media que dura el show. Me hizo mucha gracia en los bis cuando a escasos metros la chavalería empezó a entonar el celebérrimo tema de White Stripes para solicitar que volviese la banda. Pero acaso no saben que Jack White y Dan Auerbach se llevan a matar. En fin, juventud divino tesoro te vas para no volver... Era la primera vez que veía a la banda en directo y me gustaron mucho. Mis momentos favoritos llegaron con las canciones más bailongas que estos tíos bordan: Fever, Everlasting Light, Tighten Up o la traca final con Little Black Submarine y la mega exitosa Lonely Boy. Auerbach se mostro juguetón en el escenario y se le veía disfrutar mientras que Carney puede competir perfectamente con Rich Robinson en simpatía. Vaya elemento, se piró disparado. Y mi sensación con el baterista es que es el menos dotado con su instrumento de los músicos que hay sobre el escenario, aún así muy buen concierto.
Para mí un inmenso placer ver y escuchar a estos monstruos a tu lado ,a repetir las veces que hagan falta 🤘🏼🤘🏼✊🏼✊🏼
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