martes, 22 de febrero de 2022

Lee Fields & The Expressions. It Rains Love

Durante algunos años se ganó la vida imitando a James Brown (le llamaban Little JB) también colaboró con estrellas de la talla de BB King, Clarence Carter o Bobby Womack y tuvo una carrera alejada de cualquier éxito comercial desde que grabase su primera referencia, el single Bewildered en la cara A y Tell Her I Love en la B allá por 1969. Pero Lee Fields fue perseverante y de alguna forma los astros se aliaron cuando grabó para el sello Truth & Soul. Su primera referencia para la disquera con sede en Brooklyn data de 2002 y ya se empezó a hablar más de el a rebufo del éxito de Amy Winehouse. El retro soul lo llamaron algunos y todavía lo hacen. Error para con Lee Fields. El estuvo allí desde el principio. Ahora recoge los frutos y bien que me alegro. Cada día graba mejores discos y su última referencia me tiene loco desde que la escuché en mi antiguo laboro hace un par de años. It Rains Love es uno de mis discos favoritos de soul, no de los últimos tiempos sino de toda mi vida. 

Cualquier vestigio de Little JB está más que sepultado en este álbum cuya cadencia soul es aplastante. Sensual, adictivo y cocido a fuego lento en él destaca la arrebatadoramente pasional interpretación vocal de Lee Fields, soberbio en todas las pistas y el excelso acompañamiento musical de The Expressions comandados por el productor y multiinstrumentista Leon Michels a la sazón productor del álbum. A sus pies. Comandar con esa clase la sección de viento y dotar al disco de un sonido tan especial y caluroso es un mérito que está al alcance de pocos. Si hay un sonido con el que emparentar este disco lo sitúo más del lado de Hi Records o Stax que de la Motown por nombrar referencias clásicas pero que quede claro que el disco es una aplastante reivindicación de un músico en estado de gracia y con un toque único y especial.

Grabado en el estudio The Legendary Diamond Mine situado en el barrio de Queens It Rains Love está repleto de singles perfectos, canciones soul con un toque clásico imbatible. No hay tema malo, nada de relleno. La música fluye de tal manera que el disco podría estar secuenciado sin cortes y funcionaría como una suite atemporal y vas a notar el poderío de un tipo que cree en lo que canta y lo hace una forma épica, lo sientes desde el primer tema que da título al álbum: It Rains Love que lo abre de forma mágica con unos breves arpegios de guitarra que se funden con sutiles toques de platillos secundados por una carnal línea de bajo a cargo de Nick Movshon. Un monumento para este tipo que se sale en todo el disco. Vaya forma de envolver cada tema con su instrumento. Qué gozada.

El nivel de la banda en todo el disco es tal que en la edición que me compré viene un segundo disco con todos los temas en su versión instrumental. No es necesario escuchar ese disco extra para certificar la descomunal clase de estos tipos que se compenetran a la perfección: el mencionado Nick Movshon al bajo, Leon Michels que además del saxo le da al piano, el víbrafono, órgano y guitarra, Homer Steinwess a la batería son un trío imbatible, un pilar fundamental en el que se apoyan el resto de músicos al servicio de unas canciones adictivas. Podría desgranar una a una con verdadera pasión pero voy escoger cuatro de mis favoritas... 

Que me aspen si You´re What´s Needed In My Life no podría ser un mega éxito de los años setenta. Toda la canción es fascinante pero me vuelve absolutamente loco el inicio con esa batería, bajo y piano dándose la réplica hasta que aparece con toda la sutileza del mundo la sección de viento y la gloriosa voz de Lee Fields susurrando eso de First of all, finding words to express my feelings, is almost impossible to do, when it comes to talking about you Enganchadísimo a esta soberbia canción y a esos coros que te llevan a los años gloriosos del soul. En bucle. No me canso de escucharla. 

Igual o más arrebatadora es Will I Get Off Easy que cuenta con el espectacular añadido de una sección de cuerda precisa metida con el mejor gusto del mundo. No se puede tener más clase. De nuevo la banda se complemente a la perfección dejando respirar el tema para que la interpretación vocal de Lee Fields le de el punto perfecto. Y esto es una constante en todas las canciones del disco. Otro ejemplo despampanante es A promise is a promise. En esta hay unas líneas chispeantes a más no poder a cargo de Thomas Brenneck. Hacia el minuto dos de la canción y hasta el final la gloria bendita. Vaya forma de darse espacio unos a otros y convertir el tema en una delicia sonora, un auténtico manjar.   

El álbum fue grabado con los músicos tocando al unísono en el estudio y uno se se los imagina gozándola sin límites en temas tan serpenteantes y llenos de sutileza como Love Is The Answer. Madre mía que poderío, qué inicio más seductor, sensualidad en cada nota ejecutada. Otro comienzo que no puedo evitar poner una y otra vez de forma obsesiva. Aunque pueda parecer exagerado uno de mis discos de soul favoritos de todos los tiempos y mira que he escuchado material clásico a mansalva en los últimos tres lustros. Absoluta devoción por este artefacto. 

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