La música puede ser tu amiga. Puede ser catártica, te hace la vida mejor. Neil Young se ha aferrado a ella desde siempre con inusual vehemencia y cuando se sube a un escenario nos lo transmite como muy pocos. Es curioso. Esta semana ha sido bastante tensa por diferentes circunstancias y ayer Susana y yo llegamos al día del concierto exhaustos, incluso dudamos de ir. Pero Neil Young nos hizo pasar dos horas de ensueño en compañía de unas inmensas canciones. Con algo de retraso salio Neil Young como es el. Desaliñado, con sus greñas alborotadas, sus movimientos nerviosos, espasmodicos y poco ortodoxos y desde que atacó Mansion On The Hill con la que empezó hasta que terminó con Like A Hurricane asistimos a un ritual envolvente, dos horas en donde te olvidas de todo y te dejas llevar al son que te marca Neil.
Habia visto a Neil Young en A Coruña en 2001 y también fue un concierto buenísimo pero lo de ayer fue espectacular. Tuvimos el acierto de colocarnos a una buena distancia donde la acústica era decente y gozar con un repertorio que se me antoja inigualable. Que me acuerde Hey Hey My My, Old Man, Heart Of Gold, Cortez The Killer, Pocahontas, The Needle and The Damage Done... Incluso los dos temas que sonaron de su aburrido ultimo disco me gustaron.
Al amigo Neil le da igual el formato. En eléctrico nos llevó por donde quiso con su habitual contundencia y en acustico tocamos el cielo. Momentos irrepetibles al escuchar Old Man, Heart Of Gold, Mother Hearth.. La verdad es que me emocioné con la parte acústica. Sentías cada nota por todo tu cuerpo, apreciando todos los matices de esas canciones que son eternas. Se me caían las lagrimas, literal.
Cuando sonaron Cinnamon Girl, Everybody Knows This is Knowhere y Down By the River me acordé de dos amigos de la uni, Rober y Oscar, en Dinamarca y Madrid respectivamente, con los que he compartido y espero seguir compartiendo grandes momentos. Es lo que tiene la música te hace la vida mucho mejor y te lleva a disfrutar con los amigos de esas noches irrepetibles en las que parece que el tiempo se detiene y te crees invencible.
Que grande Young!. Y menudo repertorio que se marcó el tio. Este año no te puedes quejar. No da tiempo a recuperarse de una y ya estás inmerso en otro sueño. Que pasada de set-list.
ResponderEliminarFantástico entrada, as usual.
Nos vemos el sábado rockeando a base de bien.
Cuidate monstruo.
es que vaya pedazo de canciones, son increibles, y encima el tio rockea como un adolescente, que mas se puede pedir? el sonido un poco mejor? pues si, pero que mas da! rock on!
ResponderEliminarA sus pies Sr Young!!! Y que sean por muchos años más.
ResponderEliminarUn saludo
Que envidia tio...
ResponderEliminarDos horas de puto placer.
ResponderEliminarYa les gustaria a algunos rockear a los 64 como el monstruo este.
Y la parte acustica me alucino.
Por poner un pero,el sonido.
Pero como dice Ander que mas da.
Ya tengo la de Lucinda y nos vemos el sabado con Social D.
GRUSHECKY
impresionante show
ResponderEliminaraunque si es verdad que el sonido no fue de lo mejor
se pueden ver unas instantaneas,
en mi web y myspace,
www.lamaquinadehuesos.com/
www.myspace.com/lamaquinadehuesos
La verdad es que fue un gran concierto. Siempre puedes echar de menos tal o cual tema ... pero da igual, este tío siempre cumple. Me encantó.
ResponderEliminarNada más que decir. Derroche y energía a raudales.
ResponderEliminarSalud.
De llorar es lo que mejor describe lo de Anoeta...Un abrazo
ResponderEliminarBueno, Jim, parece que en Donosti también se lloró, yo en Barna lloré con "Unknown legend", que sin ser de mis temas favoritos, sonó sobrenaturalmente bella...
ResponderEliminarCesarpelopo
Buscando cosas sobre el Unchained de Cash he llegado a tu blog y por lo que he visto está muy bien. Enhorabuena. Te sigo leyendo. Saludos.
ResponderEliminarQué conciertazo el de Neil Young. En barna fue apoteósico, pero en Donosti, con ese Like a hurricane, debió ser la bomba. Saludos
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