Como escribí en un post anterior soy lector habitual de Popular I y cuando comencé a comprarla a finales de los ochenta se mencionaba una y otra vez a John Cougar Mellencamp. Así que un día acudí a mi tienda de discos habitual para hacerme con un par de discos del tal Cougar. Los primeros que compré fueron American Fool y Uh-Uh y a partir de ahí me hice con todo lo que pude. Hubo una época en que estaba obsesionado con la música de este tío.
Entre 1982 y 1987 John Mellencamp gozó de su época de máxima popularidad en Estados Unidos. Posteriormente sus discos han seguido casi siempre en lo más alto de las listas pero los de esa época fueron multiplatino y como les sucedió a tantos otros pronto le colgaron la etiqueta de nuevo Springsteen. Etiqueta que también le colocaron a Springsteen con Dylan de referente cuando empezaba el de New Jersey. Ninguna de las dos tiene demasiado sentido.
En 1987 con The Lonesome Jubilee, Mellencamp cerró de manera inmejorable su trilogía clásica iniciada en el 82 con Uh-uh y seguida en el 85 con Scarecrow. The Lonesome Jubilee es un festín sonoro cargado de mala leche en plena era Reagan. Nunca antes violines, mandolinas y acordeones sonaron tan rockeros. Es curioso, me encanta poner este disco para empezar un día soleado, es pura adrenalina, desprende energía y sin embargo lees las letras y te das cuenta de que está cargado de crítica social, amargura y que habla de asuntos que conciernen y mucho al ciudadano medio americano.
Merece la pena recordar a los músicos que participaron en esta delicia, los habituales Larry Crane y Mike Wanchic a las guitarras, Toby Myers al bajo, John Cascella a los acordeones y teclados, el contundente Kenny Aronoff a la batería y los coros de ensueño de Pat Peterson y Crystal Taliefero junto con la fina violinista Lisa Germano. Mellencamp se rodeó de todos ellos para crear un disco atemporal que sólo se puede decir que pertenece a los ochenta por el contexto sociopolítico que lo rodea ya que a diferencia de muchos discos de esa década tiene una producción inigualable.
We are the people
If you´re feelin´ shut down, may my thoughts be with you, If you´re a black man bein´ beat down and shoved all around may my thoughts be with you
If your world´s gettin´ a little too tough you know our thoughts are with you
Hey, i know that it´s crazy out there and my thoughts are with you
We are the people ande we live forever, We are the people and our future´s written on the wind, on the wind
If you are one of the homeless may our thoughts be with you
If you are scared and alone, you know our thoughts are with you
If you are one of the fortunate ones, we all know it´s lonely up there
We understand that nobody´s got it made so our thoughts are with you
You see yourself as a leader may my thoughts be with you
If you try to divide and conquer we´ll rise up against you
We know only the strong will survive
But me meek will inherit
So if you´ve got a coat of arms, oh friend I suggest we wear it
We are the people ande we live forever, We are the people and our future´s written on the wind, on the wind
There goes the last dj, who plays what he wants to play, and says what he wants to say...
sábado, 29 de diciembre de 2007
martes, 25 de diciembre de 2007
Mi Top Ten del 2007
Llega el final del año e inevitablemente abundan las listas de los mejores discos en todo blog que se precie. En un alarde de originalidad ahí va al mío. Antes unas reflexiones acerca de esta manía que tenemos todos de elegir lo mejor del año, de la década, de la historia... Llevo practicando este entretenimiento desde mi más tierna infancia. Recuerdo perfectamente que en clase de informática en mi época de EGB yo era el impulsor de unas listas al mejor grupo, mejor guitarrista, mejor canción... Ibamos pasando la hoja entre los que me hacían caso y al final ahí teníamos nuestra lista.
Este año he disfrutado como siempre de buena música y de grandes conciertos que son sin duda los momentos más especiales para un melomano. En la era de Internet, a un sólo click tienes innumerables discos a tu alcance, más de lo que cualquier miserable que tenga que trabajar y otros quehaceres pueda escuchar en su vida. Hace tiempo que pare el carro de las descargas y voy paladeando los discos poco a poco. Muchos se me habrán quedado en el tintero y los descubriré en los próximos meses o años, quién sabe.
Tesla - Real to reel. Para un servidor el disco del año. Despliegue de fuerza e intensidad. Siendo bastante fieles a las canciones originales los dos volumenes de Real to reel son un tesoro, una demostración de poderío en la que la banda brilla, con especial mención para su cantante, Jeff Keith. Lástima que finalmente no pasaran por Donosti, ha debido ser el concierto del año.
Mike Farris - Salvation in lights. Excelente combinación de sabor blues y gospel de un cantante en estado de gracia. Siete versiones y cinco temas propios a la altura de las circunstancias. Sueño con verlo en un pequeño teatro.
Bettye Lavette - Otro disco de versiones cantadas con maestría y todo su alma por esta mujer de 61 años que las ha pasado de todos los colores en el negocio. Acompañada por Drive by Truckers que se limitan a poner las notas justas para que brille la voz de Lavette.
John Mellencamp - Freedom´s road. Poco a poco se ha ido convirtiendo en uno de mis discos favoritos de este año. Una gran Mellencamp que parece que ha optado por seguir los esquemas sonoros de su anterior Trouble no more y ha facturado un excelente album.
Mother Superior - Three headed dog. Este power trío lleva años sin bajar la guardia y han grabado su obra más ambiciosa. Eclécticos y compenetrados como pocos han grabado un disco clásico que merecería mucha más repercusión.
The Hangmen - In the city. Es un Ep producido por Mike Ness, siete canciones de punk rock con espacio para las melodías. Lástima que sólo sean siete temas, pero qué siete!
Harry Connick Jr - Oh my Nola. Un sincero e inspirado homenaje a New Orleans. Un tipo que sabe mezclar con elegancia diferentes estilos de música y salir triunfante del asunto.
John Fogerty - Revival. Otro de los grandes que se ha rodeado de músicos de postín para crear un disco repleto de buenas guitarras, melodías que si hubiese sido grabado en los 70 como un disco más de la Creedence no desentonaría.
The Cult - Born into this. Parece que el regreso de The Cult ha dividido a sus seguidores. Hay quien cree que tiene un sonido demasiado moderno. Pero, ¿y las canciones? Excelentes. Grandes guitarras y la contundente voz de Ian Atsbury ponen el resto.
Monster Magnet - 4 Way Diablo. La alargada sombra del Powertrip planea sobre la carrera de estos tipos pero ellos continuan grabando buenos discos como el de este año. Contundencia, devaneos con la psicodelia y un puñado de temas para tararear puño en el alto con una buena birra.
Se me quedan fuera discos que ni siquiera me ha dado tiempo a escuchar casos de los últimos de Neil Young, Mavis Staples, Tori Amos... Con calma, esperemos que el 2008 sea tan rockero como este y todos a disfrutar. Saludos a todos los que habeis participado en este blog. Happy new year!
sábado, 22 de diciembre de 2007
Frank Sinatra, In the wee small hours
Si hubo una persona que pudo dominar y manejar a su antojo a Frank Sinatra esa no fue otra que Ava Gadner. La felina actriz norteamericana volvió loco al amigo Frank, le manipulo cuanto quiso y juntos pasaron unos cuantos años tormentosos, repletos de amor, pasión pero también de celos y dardos envenenados. Las portadas de las revistas de la época tuvieron carroña durante una buena temporada.
Mientras esto sucedía, Sinatra compaginaba su apreciable carrera cinematográfica con lo que mejor sabía hacer: grabar maravillosos discos, con sabor a jazz y con una de las mejores voces de la historia. Hasta el año 1955 casi todos los discos de Sinatra eran esplendidas colecciones de canciones sin una línea temátia. Pero en febrero de ese año Sinatra grabó un Lp para llorar a Ava: In the wee small hours. Un album teñido de tristeza. Con solo mirar la portada nos podemos percatar del estado de ánimo de Frank.
La melancolía de Sinatra te puede hundir en un domingo lluvioso. Hay que tener cuidado con este tipo de discos. Este en concreto es una desgarrora muestra del dolor de un tipo abatido. Imposible no emocionarse con temas como I get along without you very well, el clásico de Ellington Mood Indigo o la explicita When your lover has gone con Sinatra cantando: At break of dawn, there is no sunrise, when your lover has gone...
Al finalizar ese año Sinatra rodaría una de las cumbres en su filmografía, El hombre del brazo de oro, tal vez junto con De aqui a la eternidad la mejor muestra del gran talento de Frank Sinatra como actor. Después posiblemente siguiese llorando la pérdida de Ava pero pronto se refugio en el Rat Pack y en unos alegres discos con Count Basie... Y es que tanto los discos como las películas y por supuesto las míticas juergas de Sinatra merecen unos cuantos post al respecto.
sábado, 15 de diciembre de 2007
Conversaciones con Al Pacino por Lawrence Grobel
Nunca fui un buen estudiante. Jamás tuve la perseverancia ni la constancia necesarias para serlo. Acudía a la biblioteca de mi pueblo y en lugar de aposentarme en las salas de estudio me ubicaba en la zona de consulta. Podía estar cuatro horas en la biblioteca pero estudiando como mucho hora y media. El resto los dedicaba a buscar la novela que quería leer o a consultar el diccionario de actores y directores.
En mi época universitaria era un asiduo lector de novelas. Con facilidad caían cuatro o cinco al mes. Pero hace tiempo que deje la ficción a un lado. Con la excepción de cada nueva novela de Paul Auster y algunas novelas en euskera, últimamente sólo leo biografías sobre músicos y actores. Algunas de ellas me han parecido tan buenas y tan excitantes como leerse Crimen y Castigo. Jamás me cansaré de recomendar la biografía escrita por Lee Server sobre Robert Mitchum.
Actualmente estoy leyendo Conversaciones con Al Pacino escrito por el periodista Lawrence Grobel, el autor de la increíble entrevista a Brando en su isla privada. Es un libro muy ameno en el que Pacino nos habla de forma apasionada sobre Shakespeare, su vida, el teatro y el cine. Y aunque hace tiempo que Al Pacino no nos vuela la cabeza con ninguna interpretación potente es un placer conocer sus opiniones y su perspectiva de la vida.
En 2001 Al Pacino participó en El arte de la entrevista un seminario dirigido por Grobe. En él los estudiantes de la universidad de UCLA tuvieron la suerte de preguntar a Pacino lo que quisieran . Uno de los estudiantes le preguntó sobre el cine y tetro, por qué se inclinaba más por este último. Me gusta la respuesta de Pacino:
Si eres equilibrista, tu trabajo es caminar por la cuerda floja. Tienes que subir, y si te caes, !eso es el teatro! En las películas hay cuerda, pero está en el suelo. Esa es la diferencia. Cuando estás en un escenario, tu cuerpo cambia. La química de tu cuerpo cambia para sobrellevarlo. La vida que se lleva en el cine es una experiencia distinta. No es que tenga menos de arte ni de oficio. Son dos cosas distintas. Cuando el teatro tiene la fuerza suficiente, puede alterar el curso de tu pensamiento o tu manera de pensar y de ver las cosas. Se comienza saboreando las palabras. Tratas de apropiártelas. Les sirves, y ellas, a su vez, te sirven a ti.
En mi época universitaria era un asiduo lector de novelas. Con facilidad caían cuatro o cinco al mes. Pero hace tiempo que deje la ficción a un lado. Con la excepción de cada nueva novela de Paul Auster y algunas novelas en euskera, últimamente sólo leo biografías sobre músicos y actores. Algunas de ellas me han parecido tan buenas y tan excitantes como leerse Crimen y Castigo. Jamás me cansaré de recomendar la biografía escrita por Lee Server sobre Robert Mitchum.
Actualmente estoy leyendo Conversaciones con Al Pacino escrito por el periodista Lawrence Grobel, el autor de la increíble entrevista a Brando en su isla privada. Es un libro muy ameno en el que Pacino nos habla de forma apasionada sobre Shakespeare, su vida, el teatro y el cine. Y aunque hace tiempo que Al Pacino no nos vuela la cabeza con ninguna interpretación potente es un placer conocer sus opiniones y su perspectiva de la vida.
En 2001 Al Pacino participó en El arte de la entrevista un seminario dirigido por Grobe. En él los estudiantes de la universidad de UCLA tuvieron la suerte de preguntar a Pacino lo que quisieran . Uno de los estudiantes le preguntó sobre el cine y tetro, por qué se inclinaba más por este último. Me gusta la respuesta de Pacino:
Si eres equilibrista, tu trabajo es caminar por la cuerda floja. Tienes que subir, y si te caes, !eso es el teatro! En las películas hay cuerda, pero está en el suelo. Esa es la diferencia. Cuando estás en un escenario, tu cuerpo cambia. La química de tu cuerpo cambia para sobrellevarlo. La vida que se lleva en el cine es una experiencia distinta. No es que tenga menos de arte ni de oficio. Son dos cosas distintas. Cuando el teatro tiene la fuerza suficiente, puede alterar el curso de tu pensamiento o tu manera de pensar y de ver las cosas. Se comienza saboreando las palabras. Tratas de apropiártelas. Les sirves, y ellas, a su vez, te sirven a ti.
domingo, 9 de diciembre de 2007
Tom Petty & The Heartbreakers: Runnin´ down a dream
Desde que supe que Peter Bogdanovich iba a dirigir un documental sobre Tom Petty & The Heartbreakers contaba los días para que apareciese en formato dvd. Mis expectativas eran muy altas porque la carrera de Petty me parece una de las mejores del rock y porque el encargado de llevar a la pantalla esta historia era Peter Bogdanovich un director apasionado del cine y detallista conocedor del Hollywood clásico. Incluso un excelente escritor sobre cine con libros dedicados a Orson Welles, John Ford o Howard Hawks.
De la unión de dos apasionados del cine y la música, Bogdanovic y Petty hemos obtenido un exquisito documental de más de cuatro horas en las que se hace un exhaustivo repaso a la carrera de Tom Petty & The Heartbreakers. Bogdanovich ha tejido la historia de forma sencilla, clásica. Así, frente a la cámara Petty nos cuenta su vida acompañada de un excelente archivo de imágenes personales de la propia banda y con testimonios de todos los implicados más las contribuciones especiales de gente como George Harrison, Rick Rubin o Eddie Vedder.
La presentación de este artefacto es inmejorable. Una caja que incluye 3 dvd-s, dos de documental y un concierto integro de Petty en su ciudad natal. Además se incluye un cd con rarezas, la mayoría canciones en directo. Este es el punto más flaco ya que apenas dura 40 minutos, puestos a pedir que completen los 80 que entran en un cd, ¿no?
De la unión de dos apasionados del cine y la música, Bogdanovic y Petty hemos obtenido un exquisito documental de más de cuatro horas en las que se hace un exhaustivo repaso a la carrera de Tom Petty & The Heartbreakers. Bogdanovich ha tejido la historia de forma sencilla, clásica. Así, frente a la cámara Petty nos cuenta su vida acompañada de un excelente archivo de imágenes personales de la propia banda y con testimonios de todos los implicados más las contribuciones especiales de gente como George Harrison, Rick Rubin o Eddie Vedder.
La presentación de este artefacto es inmejorable. Una caja que incluye 3 dvd-s, dos de documental y un concierto integro de Petty en su ciudad natal. Además se incluye un cd con rarezas, la mayoría canciones en directo. Este es el punto más flaco ya que apenas dura 40 minutos, puestos a pedir que completen los 80 que entran en un cd, ¿no?
En los créditos de este dvd George Drakoulias, productor del documental, explica que al oír las historias que Petty y los demás contaban sobre su lugar de origen, Gainesville pensó en el universo que Bogadnovich capturó en su película The last Picture show. Desde el impacto que en el joven Petty causaron Elvis Presley o The Beatles, pasando por los inicios en The Sundowners, The Epics, Mudcrutch hasta llegar a los Heartbreakers esta es la sencilla historia de unos amigos obsesionados con la música y las melodías y que se acabaron convirtiendo en una de las bandas más fiables de América.
jueves, 6 de diciembre de 2007
Bob Dylan, Oh Mercy
La carrera de Bob Dylan es tan prolífica y variada que es difícil escoger tus discos favoritos. El judío de Minnesota ha tocado con maestría el folk, el blues y el rock y hasta los 80 su discografía es prácticamente intachable. Mi primer disco de Bob Dylan fue un directo de finales de los 70 grabado en el mítico Budokan japonés y en él Dylan hacía su peculiar repaso a los temas más míticos de su catalogo.
En buena parte de los 80, como les sucedió a tantos otros músicos, la inspiración no estuvo de su parte. Es el periodo más flojo de su trayectoria. Hasta que formó parte de los Traveling Wilburys. Parece que este hecho le dio un empujón que dura hasta la actualidad. Eso fue en el 88 y este supergrupo logró un éxito tanto artístico como comercial.
En el 89 Dylan volvió al estudio para grabar un nuevo disco en solitario y bajo la producción de Daniel Lanois, habitual de U2 y que también había trabajado con Peter Gabriel o Neville Brothers, realizó una obra de arte llamada Oh mercy. Lanois tenía una visión muy particular de la música y su objetivo era conseguir lo que el denominaba “ese sonido cenagoso de Louisiana”. Dylan por su parte tenía las canciones. El resultado histórico.
El disco se grabó en el número 1305 de la calle Soniat en Nueva Orleans. El productor instaló una mesa de sonido en la planta baja y los músicos se colocaron en forma de herradura alrededor de él. Lanois creó el clima adecuado y supo estar a la altura de unas canciones que por sí solas son un compendio de lo que es capaz de realizar el amigo Bob cuando está inspirado. La intrigante Man in the Long Black Coat, las políticas Everything is broken y Political World, las misteriosas What good am I? y Ring them bells, Most of the time, todas dan forma a mi disco favorito de Dylan.
En buena parte de los 80, como les sucedió a tantos otros músicos, la inspiración no estuvo de su parte. Es el periodo más flojo de su trayectoria. Hasta que formó parte de los Traveling Wilburys. Parece que este hecho le dio un empujón que dura hasta la actualidad. Eso fue en el 88 y este supergrupo logró un éxito tanto artístico como comercial.
En el 89 Dylan volvió al estudio para grabar un nuevo disco en solitario y bajo la producción de Daniel Lanois, habitual de U2 y que también había trabajado con Peter Gabriel o Neville Brothers, realizó una obra de arte llamada Oh mercy. Lanois tenía una visión muy particular de la música y su objetivo era conseguir lo que el denominaba “ese sonido cenagoso de Louisiana”. Dylan por su parte tenía las canciones. El resultado histórico.
El disco se grabó en el número 1305 de la calle Soniat en Nueva Orleans. El productor instaló una mesa de sonido en la planta baja y los músicos se colocaron en forma de herradura alrededor de él. Lanois creó el clima adecuado y supo estar a la altura de unas canciones que por sí solas son un compendio de lo que es capaz de realizar el amigo Bob cuando está inspirado. La intrigante Man in the Long Black Coat, las políticas Everything is broken y Political World, las misteriosas What good am I? y Ring them bells, Most of the time, todas dan forma a mi disco favorito de Dylan.
martes, 4 de diciembre de 2007
Revistas musicales en España III: This is Rock
De reciente publicación en España, This is rock es un nombre contundente. No se rebanan los sesos en esta revista, la portada siempre es para un clásico, rara vez arriesgan con alguna banda nueva. Es una elección segura que atrae al público más fiel al rock´n roll. De impecable diseño y con fotos impresionantes, en This is Rock tienes asegurado todos los meses un artículo de esos imperecederos que te apetece releer.
Una baza imbatible es que suele incluir entrevistas con pesos pesados del rock, que no se por qué pero no suelen aparecer en otros medios. Algunas veces esos artículos son de firmas extranjeras. Destaca Jeb Wright editor de la revista Classic Rock Revisited y que ha firmado fantásticas entrevistas. Recuerdo con especial cariño una a Geezer Butler donde el bajista de Black Sabbath contaba jugosas anécdotas de la banda germen del metal y mucho más.
El hard rock y el metal son los reyes en esta revista. No descuidan sus aledaños; blues, rock progresivo, pero no me imagino en su portada ni a Ben Harper ni a Mathew Sweet, por ejemplo. En ese sentido son la típica revista que leería tu tío. Ese que todavía conserva a duras penas las greñas y que no concibe el mundo sin AC/DC o al que Marah le parecerían unos niñatos muy inflados por la prensa. Si la This is Rock fuese una banda serían Led Zeppelin con toda su majestuosidad, canciones increíbles pero también con sus excesos e idas de olla. Joder, pero a quién no le gustan Led Zeppelin?
Una baza imbatible es que suele incluir entrevistas con pesos pesados del rock, que no se por qué pero no suelen aparecer en otros medios. Algunas veces esos artículos son de firmas extranjeras. Destaca Jeb Wright editor de la revista Classic Rock Revisited y que ha firmado fantásticas entrevistas. Recuerdo con especial cariño una a Geezer Butler donde el bajista de Black Sabbath contaba jugosas anécdotas de la banda germen del metal y mucho más.
El hard rock y el metal son los reyes en esta revista. No descuidan sus aledaños; blues, rock progresivo, pero no me imagino en su portada ni a Ben Harper ni a Mathew Sweet, por ejemplo. En ese sentido son la típica revista que leería tu tío. Ese que todavía conserva a duras penas las greñas y que no concibe el mundo sin AC/DC o al que Marah le parecerían unos niñatos muy inflados por la prensa. Si la This is Rock fuese una banda serían Led Zeppelin con toda su majestuosidad, canciones increíbles pero también con sus excesos e idas de olla. Joder, pero a quién no le gustan Led Zeppelin?
martes, 27 de noviembre de 2007
Springsteen & E Street Band en el BEC, ¿magia en la noche?
Hace unas semanas cuando se pusieron a la venta las entradas para los conciertos de Bruce Springsteen & E Street Band en España se desató la habitual locura que acompaña al de New Jersey. Fui uno de tantos que se quedaron sin entrada. Mi amiga Laura fue el mismo día que se pusieron a la venta una hora antes y no hubo manera. Me resigné a no verle de cerca en el Bec un pabellón para unas quince mil personas.
Apenas una semana antes del concierto recibo un mensaje de Susana en el móvil que me informa de que Laura nos ha conseguido entradas. Un día fueron al Carrefour a por entradas para un concierto de ¡Stryper! y se les ocurrió preguntar por si acaso si había alguna posibilidad para el de Springsteen. La chica les cogió el número de teléfono y les comento que haría lo que pudiese. Al día siguiente les llamó y ahí estaban las entradas, en nuestro poder. Magia para empezar.
Al final puder ir. Aunque pueda parecer una contradicción tenía mis reservas de lo que iba a obtener en este concierto. La reputación de Springsteen es legendaria. Se remonta a los antológicos y maratonianos conciertos que desplegaba en los 70. Incluso décadas después fácilmente llegaba a las tres horas encima del escenario y rockeando de verdad. Lo que ocurre es que estamos en 2007 y hoy en día se lo toma con más calma. Así fue ayer en el Bec, al menos en parte.
En esta gira Springsteen se siente muy a gusto presentando el irregular Magic. Nada que objetar. El tipo cree en este disco y lo presenta con brío y entusiasmo. Lástima que yo no lo disfrute tanto porque de ser así el concierto me hubiese gustado todavía mucho más. Y por momentos me volvió loco. A ver, escuchar en directo She´s the one, Jackson Cage, Badlands o Tenth Avenue Freeze-Out y Backstreets con las que directamente se me caían las lágrimas... no es moco de pavo. Si a eso le añadimos una gran versión de Reason To Believe y una espectacular Kitty's Back... en esos momento si que hubo magia en la noche.
En resumen que Springsteen nos presentó Magic, 8 temas del disco, pero no se olvidó de un pasado más que brillante y que parece imposible de superar. El año que viene pienso repetir porque tenemos unas cuantas cuentas pendientes: Thunder road, Prove it all night, Jungleland, Out in the street, Atlantic city, Mansion on the hill... La lista es interminable pero tal vez algún día pesque un concierto de tres horas en lugar de dos horas y cuarto (una lección para algunos otros que tocan hora y diez minutos y ya se creen que han cumplido). Buscando la magia, cuanta más mejor.
Apenas una semana antes del concierto recibo un mensaje de Susana en el móvil que me informa de que Laura nos ha conseguido entradas. Un día fueron al Carrefour a por entradas para un concierto de ¡Stryper! y se les ocurrió preguntar por si acaso si había alguna posibilidad para el de Springsteen. La chica les cogió el número de teléfono y les comento que haría lo que pudiese. Al día siguiente les llamó y ahí estaban las entradas, en nuestro poder. Magia para empezar.
Al final puder ir. Aunque pueda parecer una contradicción tenía mis reservas de lo que iba a obtener en este concierto. La reputación de Springsteen es legendaria. Se remonta a los antológicos y maratonianos conciertos que desplegaba en los 70. Incluso décadas después fácilmente llegaba a las tres horas encima del escenario y rockeando de verdad. Lo que ocurre es que estamos en 2007 y hoy en día se lo toma con más calma. Así fue ayer en el Bec, al menos en parte.
En esta gira Springsteen se siente muy a gusto presentando el irregular Magic. Nada que objetar. El tipo cree en este disco y lo presenta con brío y entusiasmo. Lástima que yo no lo disfrute tanto porque de ser así el concierto me hubiese gustado todavía mucho más. Y por momentos me volvió loco. A ver, escuchar en directo She´s the one, Jackson Cage, Badlands o Tenth Avenue Freeze-Out y Backstreets con las que directamente se me caían las lágrimas... no es moco de pavo. Si a eso le añadimos una gran versión de Reason To Believe y una espectacular Kitty's Back... en esos momento si que hubo magia en la noche.
En resumen que Springsteen nos presentó Magic, 8 temas del disco, pero no se olvidó de un pasado más que brillante y que parece imposible de superar. El año que viene pienso repetir porque tenemos unas cuantas cuentas pendientes: Thunder road, Prove it all night, Jungleland, Out in the street, Atlantic city, Mansion on the hill... La lista es interminable pero tal vez algún día pesque un concierto de tres horas en lugar de dos horas y cuarto (una lección para algunos otros que tocan hora y diez minutos y ya se creen que han cumplido). Buscando la magia, cuanta más mejor.
Springsteen & E Street Band en Madrid
Mi colega Andoni "alias" Grushecky estuvo en Madrid viendo a Springsteen y al poco de llegar todavía en una nube me escribió un mensaje que merece ser publicado aqui porque refleja muy bien la pasión que algunos, entre los que me incluyo, sienten por la música del de New Jersey. Lo tituló CARTA ABIERTA DE UN "TALIBAN" Ahí va:
Si, lo soy, pero es que aquel que le vea se convertirá casi sin remedio. Quiero dejar claro, y tu lo sabes muy bien, que me gusta casi de todo y disfruto mucho en cada concierto que vemos juntos, no?? Y mira que hemos visto grandes conciertos,tantos que no entraría en tu blog. Pero lo de este hombre(y esta BANDA) en directo es..... para llorar, gritar saltar cantar, reír....... Que mas puedo deciros, solo que lo veáis si tenéis la gran oportunidad y luego
me digáis si me equivoco mucho.
me digáis si me equivoco mucho.
Le he visto ni se las veces,con la E STREET BAND, sin ella, solo, en acústico, con la seeger
y da igual. Es un Monstruo del escenario que nos lleva en volandas durante casi tres horas. Ayer en Madrid,le vi nuevamente y durante mas de dos horasvi. las caras de la gente y veías la felicidad en los ojos de todos y cada uno de ellos.
y da igual. Es un Monstruo del escenario que nos lleva en volandas durante casi tres horas. Ayer en Madrid,le vi nuevamente y durante mas de dos horasvi. las caras de la gente y veías la felicidad en los ojos de todos y cada uno de ellos.
Los que lo ven por primera vez, no se explican lo que han visto,que no es posible. Los mas veteranos les decimos que si es posible y encima durante tres horas. Y cuidado, que es adictivo y si les ves repites seguro. Hoy, por fin, viene a BILBO y allí estaré en primera fila como otras muchas veces. Y a partir del jueves a sacar las entradas para la gira del 2008.
Y os digo en verdad que deseas que llegue esa noche, como cuando éramos peques y
deseábamos que llegara el olentzero o los reyes.
Por muchas veces que le hayamos visto,nuestra ilusión sigue intacta.
PALABRA DE TALIBAN.(Como nos llamáis¿cariñosamente?)
Un abrazo.
ROCK&ROLL FOREVER.SE YOU ON THE ROAD
deseábamos que llegara el olentzero o los reyes.
Por muchas veces que le hayamos visto,nuestra ilusión sigue intacta.
PALABRA DE TALIBAN.(Como nos llamáis¿cariñosamente?)
Un abrazo.
ROCK&ROLL FOREVER.SE YOU ON THE ROAD
viernes, 23 de noviembre de 2007
Harry Connick Jr, Oh my Nola
He leido con gran envidia las crónicas del paso de Harry Connick Jr por unas cuantas ciudades españolas. Lamentablemente ninguna me pillaba lo suficientemente cerca ni los días eran los adecuados para desplazarme a ver a este hombre con su big band. Y sin duda es uno de esos conciertos que hubiese disfrutado a tope. Y es que la música de este elegante tipo recoge el testigo de crooner con clase como Dean Martin o Frank Sinatra, con el que tantas veces ha sido comparado.
Más allá de las comparaciones, siempre presentes en el mundo de la música y acertadas o no, lo cierto es que Harry Connick Jr es un excelente pianista, notable compositor y tiene una voz muy agradable que va como anillo al dedo a la música que interpreta. A eso hay que añadir que este hombre ha mamado la mejor música desde pequeñito y hoy en día es un entusiasta del jazz que ha conseguido un estilo propio que cada día me gusta más.
Oh, my Nola editado este año junto a Chanson du Vieux Carre hace el disco número veintitrés de un larga carrera dominada fundamentalmente por el jazz que bebe de lugares como el que homenajea en este álbum: New Orleans. De esa ciudad es nativo Harry y a ese lugar realiza esta declaración de amor que recoge temas tradicionales y cuatro propios que no desentonan para nada en el conjunto.
El disco contiene sorprendentes versiones como el Jambalaya (On the Bayou) de Hank Williams, Hello, Dolly por siempre ligada a Louis Armstrong o el gospel Elijah Rock de Raymond Myles. Y entre los temas originales de Harry destaca Do That Thing un homenaje a los músicos desaparecidos, muchos de los cuales se mencionan en la canción. Tras el Katrina, Harry Connick Jr ha decidido sacar partido a todos esos sonidos que integran su bagaje musical y de esta forma ha creado una perfecta banda sonora llena de esperanza para una ciudad que la necesita más que nunca.
miércoles, 14 de noviembre de 2007
Marc Ford en el Antzoki de Bilbao
Hace aproximadamente diez años vi a los Black Crowes en directo por primera vez. Era la gira del Three snakes and one charm y en ese disco y en los conciertos el guitarra solista era Marc Ford. Esa fue una época extraña para el grupo de Atlanta. Con Amorica habían iniciado una tracyectoria que se deslizaba sin rubor hacia las largas jams e improvisaciones en directo. Y ahí Marc Ford ya en aquellos años era de los mejores.
Ahora, diez años después en el Antzoki, con dos discos editados en solitario Marc Ford tiene tantas tablas y tanta buena música que ofrecer que las casi dos horas que tocó ayer se me antojan escasas. Mucho mejor en directo que en disco y eso que It's About Time es un disco excelente lleno de matices más allá del southern rock. Ahí puedes encontrar cierto aire funky y soul que también percibes en directo.
No controlo todo el repertorio que interpretó ayer porque el último disco apenas lo he escuchado pero lo cierto es que me gustó muchisimo, con momentos sublimes. La voz de Ford en directo es más cruda que en disco y la banda sonó de cine. Grandes canciones y largas improvisaciones que no me cansaron en ningún momento. Esta mañana he ido al curro con una gran sonrisa recordando lo bien que me lo pasé viendo a uno de los mejores músicos de rock, un privilegio al ladito de casa.
Ahora, diez años después en el Antzoki, con dos discos editados en solitario Marc Ford tiene tantas tablas y tanta buena música que ofrecer que las casi dos horas que tocó ayer se me antojan escasas. Mucho mejor en directo que en disco y eso que It's About Time es un disco excelente lleno de matices más allá del southern rock. Ahí puedes encontrar cierto aire funky y soul que también percibes en directo.
No controlo todo el repertorio que interpretó ayer porque el último disco apenas lo he escuchado pero lo cierto es que me gustó muchisimo, con momentos sublimes. La voz de Ford en directo es más cruda que en disco y la banda sonó de cine. Grandes canciones y largas improvisaciones que no me cansaron en ningún momento. Esta mañana he ido al curro con una gran sonrisa recordando lo bien que me lo pasé viendo a uno de los mejores músicos de rock, un privilegio al ladito de casa.
sábado, 10 de noviembre de 2007
Jesse Malin en el Kafe Antzoki de Bilbao
Hace unos meses coincidieron en Bilbao dos conciertos apetecibles: Lucero y Joe Grushecky . En aquella ocasión cuatro colegas nos decidimos por Lucero y otro por Grushecky . Lucero venían con un gran disco y estaban bastante dando que hablar mientras que Grushecky es uno de esos rockeros americanos con una larga y trabajada carrera. El colega que fue a ver a Grushecky tenía intención de ir a ver a Lucero cuando finalizase su bolo. Fuimos buenas personas y le mandamos un mensaje: ni se te ocurra aparecer por aquí. A partir de ese día este colega fue rebautizado como… Grushecky .
Anoche coincidían en Bilbao dos conciertos. Por un lado Jesse Malin en el Kafe Antzoki y por otro Hermano en la sala Santana 27. Había que decidirse y lo hice por Malin aunque me llene más lo que han grabado Hermano. Pero para ver a estos tenía que desplazarme más lejos, ir solo y encima ver a dos teloneros que sinceramente no me interesaban.
Anoche coincidían en Bilbao dos conciertos. Por un lado Jesse Malin en el Kafe Antzoki y por otro Hermano en la sala Santana 27. Había que decidirse y lo hice por Malin aunque me llene más lo que han grabado Hermano. Pero para ver a estos tenía que desplazarme más lejos, ir solo y encima ver a dos teloneros que sinceramente no me interesaban.
El show de Malin me sorprendió gratamente. El tipo tiene un pasado punk glorioso y una carrera en solitario que va ganando enteros poco a poco y que se va desprendiendo de la alargada sombra de Ryan Adams, sujeto omnipresente en los últimos años, tan venerado como odiado.
Se basó en su material en solitario que en directo suena más contundente y ágil. En un momento Jesse bajó del escenario se mezcló con el público y todos nos sentamos mientras entonábamos el Deaht or glory de The Clash. Malin y su banda dieron un concierto muy bueno que me dejó un inmejorable sabor de boca con las bonitas Lucinda y la emotiva versión del Helpless de Neil Young. Y a partir de ahora, en caso de duda, haced caso a Grushecky.
Se basó en su material en solitario que en directo suena más contundente y ágil. En un momento Jesse bajó del escenario se mezcló con el público y todos nos sentamos mientras entonábamos el Deaht or glory de The Clash. Malin y su banda dieron un concierto muy bueno que me dejó un inmejorable sabor de boca con las bonitas Lucinda y la emotiva versión del Helpless de Neil Young. Y a partir de ahora, en caso de duda, haced caso a Grushecky.
jueves, 8 de noviembre de 2007
El legado de John Bush en Anthrax
Ahora que parece que Anthrax están grabando nuevo material, todavía sin cantante oficial y que se ha aclarado que John Bush está fuera de la banda es el momento idóneo para rendir mi pequeño tributo a este tipo, uno de los mejores cantantes de los últimos años en uno de mis grupos favoritos. Cuatro discos de estudio a cada cual mejor contemplan la carrera de John Bush en una banda que jamás rozó siquiera la popularidad de otros contemporáneos como Metallica o Pantera.
La historia de Anthrax es curiosa. Cada vez que escucho los discos que grabaron con John Bush The sound of white noise, Stomp 442, Volume 8 o We´ve come for you all, además de disfrutar con cuatro artefactos imperecederos de música más allá de la etiqueta metal me pregunto por qué Anthrax no consiguieron una mayor popularidad. Y es que te das cuenta de que muchas veces en el negocio musical la suerte toca de lleno a algunos e inexplicablemente ningunea sin contemplaciones a otros.
Esos cuatro discos pueden competir sin problemas con los mejores discos del género: Master of puppets, Metallica, Far Beyond driven, Reign in Blood …y qué leches con cualquier estilo de música. Es más siempre he creído que Anthrax han llevado su música unos pasos más allá que sus contemporáneos. Allí donde otros anteponían la furia descontrolada, los sonidos guturales, y el doble bombo loco, los neoyorkinos buscaban y encontraban diferentes matices, guitarras que se cruzan, unas melodías inimaginables para otros…Pero no hubo suerte.
John Bush dotó a la música de Anthrax de una voz excelente. El tipo parecía que se quitó pronto el sanbenito de sustituto de… Debutó con The sound of white noise y ese fue el momento de más éxito del que gozó en Anthrax. Luego llegaron Stomp 442 y Volume 8 otras dos joyas que sufrieron una distribución nefasta. Y lo que son las cosas cuando parecía que recuperaban parte de su público y cierto éxito con We´ve come for you all, Scott Ian y Charlie Benante tienen la brillante idea de salir de gira con Belladona. Fin de la historia. Me vuelvo a poner We´ve come for you all y vibrar: Every since I was a kid, i´ve seen things my own way, with my own eyes, with my hands i turn the screws, in my life I decide.
La historia de Anthrax es curiosa. Cada vez que escucho los discos que grabaron con John Bush The sound of white noise, Stomp 442, Volume 8 o We´ve come for you all, además de disfrutar con cuatro artefactos imperecederos de música más allá de la etiqueta metal me pregunto por qué Anthrax no consiguieron una mayor popularidad. Y es que te das cuenta de que muchas veces en el negocio musical la suerte toca de lleno a algunos e inexplicablemente ningunea sin contemplaciones a otros.
Esos cuatro discos pueden competir sin problemas con los mejores discos del género: Master of puppets, Metallica, Far Beyond driven, Reign in Blood …y qué leches con cualquier estilo de música. Es más siempre he creído que Anthrax han llevado su música unos pasos más allá que sus contemporáneos. Allí donde otros anteponían la furia descontrolada, los sonidos guturales, y el doble bombo loco, los neoyorkinos buscaban y encontraban diferentes matices, guitarras que se cruzan, unas melodías inimaginables para otros…Pero no hubo suerte.
John Bush dotó a la música de Anthrax de una voz excelente. El tipo parecía que se quitó pronto el sanbenito de sustituto de… Debutó con The sound of white noise y ese fue el momento de más éxito del que gozó en Anthrax. Luego llegaron Stomp 442 y Volume 8 otras dos joyas que sufrieron una distribución nefasta. Y lo que son las cosas cuando parecía que recuperaban parte de su público y cierto éxito con We´ve come for you all, Scott Ian y Charlie Benante tienen la brillante idea de salir de gira con Belladona. Fin de la historia. Me vuelvo a poner We´ve come for you all y vibrar: Every since I was a kid, i´ve seen things my own way, with my own eyes, with my hands i turn the screws, in my life I decide.
viernes, 2 de noviembre de 2007
El espantapájaros
El espantapájaros (Scarecrow 1973) es una de esas películas sepultadas en las carreras tanto de Gene Hackman como de Al Pacino. En su día no fue un éxito comercial, a pesar de que obtuvo el premio al mejor film en el Festival de Cannes de aquel año.
Acabo de verla por segunda vez y me ha impresionado tanto como la primera. Es una de las mejores películas sobre la amistad que he visto en mi vida. Max (Gene Hackman) que acaba de salir de la cárcel tras seis años y Lion (Al Pacino) de vuelta tras cinco años en el mar se conocen en la carretera haciendo autostop y así seguirán durante mucho tiempo. Uno con la idea de abrir un negocio en Pittsburgh, el otro con el propósito de visitar a la novia que dejó embarazada. El camino no resultará fácil pero merecerá la pena para ambos.
La película es una road-movie inolvidable, con un gran sentido del humor y plagada de escenas delirantes donde brillan a partes iguales dos de los mejores actores de todos los tiempos: Hackman y Pacino. En ciertos aspectos, esta película me recuerda a la pareja Voight Hoffman en Cowboy de medianoche. En ambas películas se cuenta la historia de una gran amistad entre dos tipos que acaban comprendiendo lo que se puede necesitar a un ser humano.
Es curioso que raras veces se nombra esta película entre las mejores de ambos actores, es una de esas joyas ocultas que no parece ser ni siquiera de culto. Desde aquí recomiendo verla porque está a la altura de lo mejor de Hackman y Pacino y eso es mucho decir.
Acabo de verla por segunda vez y me ha impresionado tanto como la primera. Es una de las mejores películas sobre la amistad que he visto en mi vida. Max (Gene Hackman) que acaba de salir de la cárcel tras seis años y Lion (Al Pacino) de vuelta tras cinco años en el mar se conocen en la carretera haciendo autostop y así seguirán durante mucho tiempo. Uno con la idea de abrir un negocio en Pittsburgh, el otro con el propósito de visitar a la novia que dejó embarazada. El camino no resultará fácil pero merecerá la pena para ambos.
La película es una road-movie inolvidable, con un gran sentido del humor y plagada de escenas delirantes donde brillan a partes iguales dos de los mejores actores de todos los tiempos: Hackman y Pacino. En ciertos aspectos, esta película me recuerda a la pareja Voight Hoffman en Cowboy de medianoche. En ambas películas se cuenta la historia de una gran amistad entre dos tipos que acaban comprendiendo lo que se puede necesitar a un ser humano.
Es curioso que raras veces se nombra esta película entre las mejores de ambos actores, es una de esas joyas ocultas que no parece ser ni siquiera de culto. Desde aquí recomiendo verla porque está a la altura de lo mejor de Hackman y Pacino y eso es mucho decir.
domingo, 28 de octubre de 2007
Mark Olson en el Azkena de Bilbao
Ayer por la noche fui a ver a Mark Olson a la sala Azkena de Bilbao. No tenía pensado ir. Una llamada de un amigo el día anterior y la insistencia de Susana inclinaron la balanza. Y fue todo un acierto. Iba con pocas expectativas. No porque dude de la capacidad artística de Mark. Más bien era porque me temía un concierto introspectivo, melancólico. A este tipo le ha dejado su compañera Victoria Williams y hasta hace unos pocos años no le gustaba demasiado hablar de The Jayhawks. Parecía que incluso renegaba un poco del pasado.
Y me encontré justo con todo lo contrario. A Mark se le ve feliz y acompañado de una chica que alternaba la percusión con los teclados y de otro músico que hacía lo propio con el violín y los teclados nos ofrecieron un concierto alegre basado en el repertorio en solitario de Mark con la inclusión de al menos cuatro joyas del repertorio Jayhawks: Martin´s song, Blue, Pry to me y Sister cry para terminar. La anterior vez que le vi no incluyó ni una canción de la banda donde más brillo la música de este hombre.
Nada, que salí encantado de un concierto al que jamás debí dudar de asistir. Y es que cuando un tipo como Mark Olson ha contribuido a la humanidad con maravillas como Hollywood town hall o Tomorrow the green grass hay que estar agradecido de por vida. Es uno de los grandes. Parece ser que va a grabar un disco junto a Gary Louris, los dos compositores The Jayhawks juntos de nuevo! Esto promete. Una reunión de The Jayhawks sería histórica.
Y me encontré justo con todo lo contrario. A Mark se le ve feliz y acompañado de una chica que alternaba la percusión con los teclados y de otro músico que hacía lo propio con el violín y los teclados nos ofrecieron un concierto alegre basado en el repertorio en solitario de Mark con la inclusión de al menos cuatro joyas del repertorio Jayhawks: Martin´s song, Blue, Pry to me y Sister cry para terminar. La anterior vez que le vi no incluyó ni una canción de la banda donde más brillo la música de este hombre.
Nada, que salí encantado de un concierto al que jamás debí dudar de asistir. Y es que cuando un tipo como Mark Olson ha contribuido a la humanidad con maravillas como Hollywood town hall o Tomorrow the green grass hay que estar agradecido de por vida. Es uno de los grandes. Parece ser que va a grabar un disco junto a Gary Louris, los dos compositores The Jayhawks juntos de nuevo! Esto promete. Una reunión de The Jayhawks sería histórica.
martes, 23 de octubre de 2007
La noche del cazador
Algunas películas recuerdas exactamente cuando las viste por primera vez, en compañía de quién y por supuesto qué sentiste. Tengo grabada de forma nítida en mi memoria la primera ocasión en que visioné La noche del cazador. Fue un viernes a la madrugada. Uno de esos días de verano con un horrendo calor húmedo típicos del Botxo. En compañía de mi padre nos sentamos frente al televisor a ver una de las mejores películas de la historia.
Recuerdo la creciente inquietud que se apoderaba de mí según avanzaba la película. Nada que ver con el miedo explícito y chapucero de otras películas. Ahí había algo más y desde el primer momento en que aparece el personaje de Harry Powell en pantalla el nerviosismo y la tensión atenazan al espectador. Al menos eso me sucedió a mí. Me fui a la cama inquieto, azorado y no me quitaba de la cabeza la canción que entona Mitchum mientras persigue a los niños. En aquella época yo tenía quince años y dudo mucho que hoy en día esta película pueda tener un efecto similar en un joven de quince años. Lo más seguro es que se descojonase.
Película de culto, redescubierta con el paso de los años por la crítica francesa, La noche del cazador es un brillante film, original, que cuenta con una de las mejores actuaciones del gran Robert Mitchum. Fue la única película que dirigió el orondo actor inglés Charles Laughton que depositó una gran confianza en un Mitchum en estado de gracia. El actor norteamericano se involucró más allá de su papel e incluso dirigió las escenas de los niños porque Laughton no tenía paciencia con los pequeños.
Al cabo de los años he visionado bastantes veces esta película y aunque se ha mitigado esa sensación de tensión, de miedo, de algo en ebullición a punto de estallar sigo disfrutando de la película, con la imaginativa dirección de Laughton, con la poderosa actuación de Mitchum, con ese aire del que ha bebido incluso Tim Burton.
Antes de que se filmase la película Charles Laughton tuvo una curiosa forma de convencer a Mitchum para que interpretase a Harry Powell. Le dijo: El personaje es algo distinto, un tipo terrible, diabólico…una basura. Presente, le respondió Robert Mitchum.
Recuerdo la creciente inquietud que se apoderaba de mí según avanzaba la película. Nada que ver con el miedo explícito y chapucero de otras películas. Ahí había algo más y desde el primer momento en que aparece el personaje de Harry Powell en pantalla el nerviosismo y la tensión atenazan al espectador. Al menos eso me sucedió a mí. Me fui a la cama inquieto, azorado y no me quitaba de la cabeza la canción que entona Mitchum mientras persigue a los niños. En aquella época yo tenía quince años y dudo mucho que hoy en día esta película pueda tener un efecto similar en un joven de quince años. Lo más seguro es que se descojonase.
Película de culto, redescubierta con el paso de los años por la crítica francesa, La noche del cazador es un brillante film, original, que cuenta con una de las mejores actuaciones del gran Robert Mitchum. Fue la única película que dirigió el orondo actor inglés Charles Laughton que depositó una gran confianza en un Mitchum en estado de gracia. El actor norteamericano se involucró más allá de su papel e incluso dirigió las escenas de los niños porque Laughton no tenía paciencia con los pequeños.
Al cabo de los años he visionado bastantes veces esta película y aunque se ha mitigado esa sensación de tensión, de miedo, de algo en ebullición a punto de estallar sigo disfrutando de la película, con la imaginativa dirección de Laughton, con la poderosa actuación de Mitchum, con ese aire del que ha bebido incluso Tim Burton.
Antes de que se filmase la película Charles Laughton tuvo una curiosa forma de convencer a Mitchum para que interpretase a Harry Powell. Le dijo: El personaje es algo distinto, un tipo terrible, diabólico…una basura. Presente, le respondió Robert Mitchum.
martes, 16 de octubre de 2007
Ciudadano John Mellencamp
Además de porque ha sido nominado al Rock´n Roll Hall of Fame para el próximo año, John Mellencamp es noticia estos días por la canción Jena y su vídeo a favor de 6 muchachos negros de esta población. Estos jóvenes se han negado a aceptar los dogales colgados en el patio de su escuela. Esas sogas son una macabra muestra de hasta donde llegó la brutalidad blanca en una época no muy lejana en muchas ciudades estadounidenses.
No es la primera vez que Mellencamp se involucra en temas sociales. Toda su carrera esta jalonada de reivindicaciones de este tipo. Basta leer con detenimiento sus letras para percatarse de que el de Indiana es un tipo sencillo, preocupado por reflejar en sus discos lo que le rodea. Y como lo dejó claro en el album Scarecrow: Well, I was born in small town, and i live in small town, probaly die in small town...
No es la primera vez que Mellencamp se involucra en temas sociales. Toda su carrera esta jalonada de reivindicaciones de este tipo. Basta leer con detenimiento sus letras para percatarse de que el de Indiana es un tipo sencillo, preocupado por reflejar en sus discos lo que le rodea. Y como lo dejó claro en el album Scarecrow: Well, I was born in small town, and i live in small town, probaly die in small town...
Pero en lo que realmente es bueno este hombre es en grabar majestuosos discos de rock´n roll. La carrera de este tipo merece un reconocimiento ya. Es curioso todavía hay quien hoy en día sigue tildando a Mellencamp de imitador de Springsteen! Pero, ¿cómo se pueden hacer afirmaciones de esa índole? ¿Acaso la carrera de Mellencamp no es tan buena o incluso mejor que la de Springsteen? Es más, en mi opinión jamás se parecieron. Si, los dos son rockeros, los dos son americanos, los dos tocan la guitarra. Hasta ahí el parecido. El sonido, la voz, la forma de interpretar y su actitud son muy diferentes.
Tal vez no esté de más acordarse de lo que sucedió en los ochenta. Mientras Springsteen protestó tibiamente cuando Reagan utilizó su Born in the Usa para la campaña republicana y de alguna forma jugo con la ambiguedad del mensaje, Mellencamp le mandó a paseo cuando intentó hacer lo mismo con Pink Houses. Como tantas otras veces unos se llevan los parabienes y otros tienen que luchar con estúpidas etiquetas. Y de The Lonesome Jubilee escribiré otro día porque eso merece un capítulo aparte. Mientras tanto disfruto con el último gran disco de John Mellencamp, Freedom´s road de esos que ganan con las escuchas.
Tal vez no esté de más acordarse de lo que sucedió en los ochenta. Mientras Springsteen protestó tibiamente cuando Reagan utilizó su Born in the Usa para la campaña republicana y de alguna forma jugo con la ambiguedad del mensaje, Mellencamp le mandó a paseo cuando intentó hacer lo mismo con Pink Houses. Como tantas otras veces unos se llevan los parabienes y otros tienen que luchar con estúpidas etiquetas. Y de The Lonesome Jubilee escribiré otro día porque eso merece un capítulo aparte. Mientras tanto disfruto con el último gran disco de John Mellencamp, Freedom´s road de esos que ganan con las escuchas.
viernes, 12 de octubre de 2007
Revistas musicales en España II: Ruta 66
No podemos negar que es un gran nombre para una publicación rockera. Mejor que Popular 1 sin duda, el nombre digo. Mi primer Ruta es del año 96, portada para AC/DC. Con frecuencia he comprado el Ruta atraído por su portada. Para cabrearme luego y comprobar que a lo que salía en portada le dedicaban 2 míseras hojas.
He disfrutado mucho de esta revista aunque he de reconocer que en ocasiones me molesta su tonillo sabiondete y sus pretensiones literarias. Parece que ponen demasiado énfasis en ser rockeros auténticos y se toman muy en serio a si mismos. Algunos artículos no hay quien los entienda. Todo lo que sea hard rock suciete y divertido parece que les molesta. ¿Les gustarán Van Halen? Lo dudo.
Otras veces, sin embargo, escriben desde la pasión, de forma sencilla, sin muchas pretensiones y es en esas ocasiones cuando más conecto con esta revista. En los últimos años he leído unos cuantos reportajes realmente emotivos. Recuerdo uno doble sobre Johnny Cash, un cálido recuerdo para la trayectoria de Screamin´ Cheetah Wheelies, otro buenísimo sobre The Faces (poco han escrito en el Popu de ellos, por cierto), y mi favorito sin duda, un artículo excelente sobre Rory Gallagher, con ese se me caían las lágrimas y todo…
Si Ruta 66 fuese un músico sería Lou Reed. Con momentos inigualables, brillantes, pura poesía callejera y metafísica y otros pasados de ego y snobismo. De todas formas me flipa Lou Reed. Así que larga vida al Ruta, también!
He disfrutado mucho de esta revista aunque he de reconocer que en ocasiones me molesta su tonillo sabiondete y sus pretensiones literarias. Parece que ponen demasiado énfasis en ser rockeros auténticos y se toman muy en serio a si mismos. Algunos artículos no hay quien los entienda. Todo lo que sea hard rock suciete y divertido parece que les molesta. ¿Les gustarán Van Halen? Lo dudo.
Otras veces, sin embargo, escriben desde la pasión, de forma sencilla, sin muchas pretensiones y es en esas ocasiones cuando más conecto con esta revista. En los últimos años he leído unos cuantos reportajes realmente emotivos. Recuerdo uno doble sobre Johnny Cash, un cálido recuerdo para la trayectoria de Screamin´ Cheetah Wheelies, otro buenísimo sobre The Faces (poco han escrito en el Popu de ellos, por cierto), y mi favorito sin duda, un artículo excelente sobre Rory Gallagher, con ese se me caían las lágrimas y todo…
Si Ruta 66 fuese un músico sería Lou Reed. Con momentos inigualables, brillantes, pura poesía callejera y metafísica y otros pasados de ego y snobismo. De todas formas me flipa Lou Reed. Así que larga vida al Ruta, también!
domingo, 7 de octubre de 2007
Revistas musicales en España I: Popular 1
Las cartas sobre la mesa. Soy lector de Popular 1 desde hace mucho tiempo. Tengo todos los ejemplares desde el 96 y la primera vez que me compré la revista fue en el 88. Recuerdo que en la portada salía Robert Palmer. Esta revista siempre me ha proporcionado y lo sigue haciendo entretenimiento, razón fundamental por la que la sigo comprando.
Su mejor cualidad es que los artículos están escritos con pasión. No suelen realizar análisis sesudos ni se ponen tremendos. Mucho sentido del humor, unas cuantas dosis de talibanismo con ciertos estilos y algunas secciones imprescindibles, entre ellas el No Me Judas y por supuesto el Correo y Apéndice donde César Martín da rienda suelta a su peculiar prosa. Otro aspecto que me gusta es que pueden dar tanta importancia a Royal Crown Revue como a Kiss o a Lucinda Williams y definitivamente conecto con eso.
También tienen sus fobias. Algunas de ellas ya míticas: The Smiths, Van Morrison, Elvis Costello son enemigos públicos números 1 de esta publicación y más concretamente de su redactor jefe. A veces se ponen pesados por temporadas con algún grupo y dan mucho la vara. Buenos ejemplos podrían ser Marilyn Manson y Texas Terri. Hubo una época en que salían en todos los números. Pero lo bueno es que lo compaginaban con Bottle Rockets, Jayhawks o Mark Lanegan. No soy un popuhead, entre otras cosas porque algunos grupos bandera de esta publicación, léase Motley Crue o Aerosmith, no están entre mis favoritos pero acudo fielmente cada mes al quiosco a por mi ejemplar.
Algunas cosas que he leído en esta revista me han gustado tanto que las he releído y las tengo en mente a menudo. Recuerdo aquella entrevista del 88 con Keith Richards cuando éste comentaba que Mick estaba celoso de su disco Talk is cheap, a Duff hablando de cuando estuvo a punto de palmarla y se dio cuenta de cuáles eran sus verdaderos amigos, a Sid Griffin comentado mil y un detalles sobre Gram Parsons, a Dave Wyndorf recomendando encarecidamente la lectura de Matar a un ruiseñor… En fin la lista es infinita. Si el Popu fuese un grupo de rock sería Van Halen. Me encantan Van Halen, si no existiesen habría que inventarlos. Larga vida al Popu!
Su mejor cualidad es que los artículos están escritos con pasión. No suelen realizar análisis sesudos ni se ponen tremendos. Mucho sentido del humor, unas cuantas dosis de talibanismo con ciertos estilos y algunas secciones imprescindibles, entre ellas el No Me Judas y por supuesto el Correo y Apéndice donde César Martín da rienda suelta a su peculiar prosa. Otro aspecto que me gusta es que pueden dar tanta importancia a Royal Crown Revue como a Kiss o a Lucinda Williams y definitivamente conecto con eso.
También tienen sus fobias. Algunas de ellas ya míticas: The Smiths, Van Morrison, Elvis Costello son enemigos públicos números 1 de esta publicación y más concretamente de su redactor jefe. A veces se ponen pesados por temporadas con algún grupo y dan mucho la vara. Buenos ejemplos podrían ser Marilyn Manson y Texas Terri. Hubo una época en que salían en todos los números. Pero lo bueno es que lo compaginaban con Bottle Rockets, Jayhawks o Mark Lanegan. No soy un popuhead, entre otras cosas porque algunos grupos bandera de esta publicación, léase Motley Crue o Aerosmith, no están entre mis favoritos pero acudo fielmente cada mes al quiosco a por mi ejemplar.
Algunas cosas que he leído en esta revista me han gustado tanto que las he releído y las tengo en mente a menudo. Recuerdo aquella entrevista del 88 con Keith Richards cuando éste comentaba que Mick estaba celoso de su disco Talk is cheap, a Duff hablando de cuando estuvo a punto de palmarla y se dio cuenta de cuáles eran sus verdaderos amigos, a Sid Griffin comentado mil y un detalles sobre Gram Parsons, a Dave Wyndorf recomendando encarecidamente la lectura de Matar a un ruiseñor… En fin la lista es infinita. Si el Popu fuese un grupo de rock sería Van Halen. Me encantan Van Halen, si no existiesen habría que inventarlos. Larga vida al Popu!
martes, 2 de octubre de 2007
Mis series favoritas I: Doctor en Alaska
En la actualidad si por algo merece la pena ver la televisión es por la cantidad de buenas series, excelentes en algunos casos, a las que tenemos acceso. Casi todas exportadas de Estados Unidos que pese a quien pese siguen creando escuela. La oferta es amplia, toca varios géneros y de una calidad media más que interesante. Ahí están Los Soprano, A dos metros bajo tierra, House, Perdidos, Medium, Carnivale, etc… Falta tiempo para visionarlas todas.
Pero si nos remontamos a principios de los noventa no había ni tanta cantidad ni tanta calidad, al menos así lo recuerdo. Salvo honrosas excepciones, como por ejemplo Doctor en Alaska. Una serie diferente, atípica que estuvo nada menos que 6 temporadas en antena cosechando muy buenas críticas y el favor del público tanto americano como europeo.
Me enganché a esta serie gracias a mi hermana que la seguía de forma habitual. Al principio he de reconocer que no me enteraba de nada, me parecía demasiado surrealista y con un peculiar sentido del humor que no siempre captaba. Pero fue prestarle un poco de atención y cautivarme poco a poco hasta convertirse en una de mis series favoritas de todos los tiempos.
Pero si nos remontamos a principios de los noventa no había ni tanta cantidad ni tanta calidad, al menos así lo recuerdo. Salvo honrosas excepciones, como por ejemplo Doctor en Alaska. Una serie diferente, atípica que estuvo nada menos que 6 temporadas en antena cosechando muy buenas críticas y el favor del público tanto americano como europeo.
Me enganché a esta serie gracias a mi hermana que la seguía de forma habitual. Al principio he de reconocer que no me enteraba de nada, me parecía demasiado surrealista y con un peculiar sentido del humor que no siempre captaba. Pero fue prestarle un poco de atención y cautivarme poco a poco hasta convertirse en una de mis series favoritas de todos los tiempos.
Es curioso que partiendo de una premisa tan sencilla como oponer lo rural a lo urbano y la cultura de un judío de Nueva York a la de los habitantes de un pequeño pueblo de Alaska se consiga un resultado tan espectacular. La serie creada por Joshua Brand y John Falsey debe su éxito a unos imaginativos guiones y a un trabajo interpretativo excelente. Estos dos tipos estudiantes de literatura se estrujaron bien los sesos para idear desternillantes tramas que me alegraron muchas madrugadas veraniegas. Y todavía de vez en cuando recurro a esta serie que no caducará jamás.
miércoles, 26 de septiembre de 2007
Steve Earle, I feel alright
Dieciocho meses en la trena pueden dar para mucho. Para salir de ese agujero con más impulso que nunca. Con más historias que contar. Incluso con ganas de gritar bien alto: I feel alright como hizo Steve Earle en 1996. Tras varios flirteos con la heroína Steve acabó como él dice pasando unas vacaciones en el guetto. En su estancia en prisión recibió cartas de apoyo de Johnny Cash, Emmylou Harris y Waylon Jennings. No cabe duda de que supusieron un aliento imprescindible para que el rockero de Virginia cogiese aire. Y vaya si lo hizo.
Tras salir de prisión Earle publicó en 1995 Train a comin un buen disco acústico que fue nominado a los grammy. Pero su verdadero puñetazo en la mesa fue un año más tarde. I feel alright es una obra cargada de rabia y fuerza, vitalista en la que todas las canciones son una maravilla y tocan con maestría varios estilos de la música americana: country, bluegrass, rock.
Entre las cosas que más me llama la atención de este disco es la forma de cantar de Steve. Con rabia, como un huracán, al estilo punk de sus adorados Dictators o Ramones. Imposible no estremecerse ante brutales declaraciones como CCKMP (Cocaine Cannot Kill My Pain), The Unrepentant o Hurtin' Me, Hurtin' You. Un artista en estado de gracia desnudando su alma. Y un dueto alucinante con Lucinda Williams en You´re still standin there.
Años después Steve declaró “Cuando salí de la cárcel, tenía dos opciones. Una era salir a los bajos fondos a comprar drogas, la otra era ir a casa y hacer algo provechoso. Escogí esta última. Todo me empezó a ir mejor.” Y todos nosotros nos beneficiamos de este nuevo Earle inspirado a más no poder y que encadenaría una espléndida serie de discos que se merecen otro capítulo aparte.
A pesar de que en los últimos tiempos se le ha relacionado casi de forma exclusiva con la causa política hay que recordar que este hombre lleva años batiéndose el cobre con dolorosas canciones de amor, truculentas historias de traficantes y apasionados cánticos sobre el amor por la música. Y que así sea por muchos años.
Tras salir de prisión Earle publicó en 1995 Train a comin un buen disco acústico que fue nominado a los grammy. Pero su verdadero puñetazo en la mesa fue un año más tarde. I feel alright es una obra cargada de rabia y fuerza, vitalista en la que todas las canciones son una maravilla y tocan con maestría varios estilos de la música americana: country, bluegrass, rock.
Entre las cosas que más me llama la atención de este disco es la forma de cantar de Steve. Con rabia, como un huracán, al estilo punk de sus adorados Dictators o Ramones. Imposible no estremecerse ante brutales declaraciones como CCKMP (Cocaine Cannot Kill My Pain), The Unrepentant o Hurtin' Me, Hurtin' You. Un artista en estado de gracia desnudando su alma. Y un dueto alucinante con Lucinda Williams en You´re still standin there.
Años después Steve declaró “Cuando salí de la cárcel, tenía dos opciones. Una era salir a los bajos fondos a comprar drogas, la otra era ir a casa y hacer algo provechoso. Escogí esta última. Todo me empezó a ir mejor.” Y todos nosotros nos beneficiamos de este nuevo Earle inspirado a más no poder y que encadenaría una espléndida serie de discos que se merecen otro capítulo aparte.
A pesar de que en los últimos tiempos se le ha relacionado casi de forma exclusiva con la causa política hay que recordar que este hombre lleva años batiéndose el cobre con dolorosas canciones de amor, truculentas historias de traficantes y apasionados cánticos sobre el amor por la música. Y que así sea por muchos años.
jueves, 20 de septiembre de 2007
La dignidad de Lefty Ruggiero
La figura del perdedor, del loser como dicen los yanquis, me resulta siempre más atractiva que la del ganador. En una sociedad, la americana y en general la occidental, tan obsesionada con el éxito no hace falta mirar con demasiado detenimiento para darse cuenta de que son mucho más los que encajan en la categoría loser que winner.
En la película Donnie Brasco, Al Pacino interpreta con su habitual ímpetu a Lefty Ruggiero uno de esos perdedores, un paria dentro de la mafia. Un hombre que lleva más de 30 años en una organización muy alejada del glamour de los mafiosos de El Padrino. Estos son más tiradillos, viven al día. Y Lefty jamás ha conseguido entrar en las altas esferas. Cuando conoce al avispado Donnie Brasco interpretado por Johnny Deep se gana su confianza y cree que se acercan nuevos tiempos. Incluso saborea una verdadera amistad. Pero craso error. Donnie es un infiltrado del FBI que realizará un exhaustivo informe que es el fin de la organización.
Cuando Lefty sabe que su suerte está echada, que jamás volverá a casa, se despide de su mujer como si fuese otro día más pero sus actos nos dicen que sabe cual es su final. En una de las escenas más memorables que he visto deja en un cajón sus modestas pertenencias, unos dólares, un mechero, un reloj y se quita la cadena del cuello, dándole un beso. Lo coloca todo en un cajón que deja entreabierto. A buen seguro cuando su mujer lo vea sabrá que le va a suceder a Lefty. En esos breves segundos puedes comprobar la dignidad de un hombre como Lefty Ruggiero.
Cuando Lefty sabe que su suerte está echada, que jamás volverá a casa, se despide de su mujer como si fuese otro día más pero sus actos nos dicen que sabe cual es su final. En una de las escenas más memorables que he visto deja en un cajón sus modestas pertenencias, unos dólares, un mechero, un reloj y se quita la cadena del cuello, dándole un beso. Lo coloca todo en un cajón que deja entreabierto. A buen seguro cuando su mujer lo vea sabrá que le va a suceder a Lefty. En esos breves segundos puedes comprobar la dignidad de un hombre como Lefty Ruggiero.
lunes, 17 de septiembre de 2007
Unax, here comes the sun
Un nuevo rockero asoma su cuerpecillo por aquí. Le ha costado pero creo que le convencí diciéndole que iba a tener el privilegio de escuchar la discografía integra de Tom Petty & Heartbreakers. O tal vez fue el consejo de un amigo que me dijo que le pusiese el Born to run. En cualquier caso aquí está, que es lo importante. Nació el 14 de septiembre a la 1:20 de la mañana con 3,270 kg de peso y 50 cm de altura. Sus primeras horas en este mundo han sido tranquilas y parece disfrutar con su estancia. Se llama Unax y a partir de ahora va a recibir toda nuestra atención. Rock on!
miércoles, 12 de septiembre de 2007
New York por Lou Reed
Da la imagen de ser alguien irascible. Muy trascendente, parece que siempre está de mal humor y se toma a sí mismo demasiado en serio. Rodeado de la vanguardia neoyorkina da miedo acercarse a él. Lou Reed tiene un alto concepto de su arte y le encanta compartir halagos con lo más de la gran metrópoli. Al mismo tiempo, pocos como él han sido capaces de realizar una radiografía tan áspera y cruda pero no exenta de amor hacia Nueva York.
Corría el año 1989 cuando Lou Reed grabó una de esas obras maestras, capaces de revitalizar la carrera de un músico. El disco New York es una de las más precisas visiones sobre la vida en la gran ciudad que se han grabado jamás. Es imprescindible escucharlo con las letras bien presentes, es como una pequeña novela en la que te puedes perder una tarde. Hasta que plasmó su visión sobre esta gran ciudad Lou Reed llevaba unos años perdido con unos cuantos discos prescindibles.
El disco se abre con la revisión de la historia de Romeo y Julieta en la gran urbe. Pero nada de cursiladas. Por estas canciones desfilan el SIDA, putas, yonquis, asesinatos y una serie de personajes a los que la ciudad les aplasta. Uno de sus protagonistas, el Peter de Dirty Boulevard encuentra un libro de magia en un cubo de basura y cuenta hasta tres para volar de este sucio boulevar.
Con New York Lou Reed inicio una recuperación sorprendente y vitalista que le llevó a grabar una maravilla compartida con John Cale, Songs for Drella y un doloroso disco sobre la muerte Magic and loss, que te puede hundir el día. Pero esta tarde me he vuelto a sumergir en New York, grabado de forma sencilla bajo-batería-guitarra-voz y que cuenta historias sobre el otro New York, la otra cara de la moneda, tan mísera como atractiva. And fly, fly away from this dirty boulevard.
Corría el año 1989 cuando Lou Reed grabó una de esas obras maestras, capaces de revitalizar la carrera de un músico. El disco New York es una de las más precisas visiones sobre la vida en la gran ciudad que se han grabado jamás. Es imprescindible escucharlo con las letras bien presentes, es como una pequeña novela en la que te puedes perder una tarde. Hasta que plasmó su visión sobre esta gran ciudad Lou Reed llevaba unos años perdido con unos cuantos discos prescindibles.
El disco se abre con la revisión de la historia de Romeo y Julieta en la gran urbe. Pero nada de cursiladas. Por estas canciones desfilan el SIDA, putas, yonquis, asesinatos y una serie de personajes a los que la ciudad les aplasta. Uno de sus protagonistas, el Peter de Dirty Boulevard encuentra un libro de magia en un cubo de basura y cuenta hasta tres para volar de este sucio boulevar.
Con New York Lou Reed inicio una recuperación sorprendente y vitalista que le llevó a grabar una maravilla compartida con John Cale, Songs for Drella y un doloroso disco sobre la muerte Magic and loss, que te puede hundir el día. Pero esta tarde me he vuelto a sumergir en New York, grabado de forma sencilla bajo-batería-guitarra-voz y que cuenta historias sobre el otro New York, la otra cara de la moneda, tan mísera como atractiva. And fly, fly away from this dirty boulevard.
jueves, 6 de septiembre de 2007
Lynyrd Skynyrd, más allá de la etiqueta sureña
Las etiquetas en el mundo de la música han servido y todavía sirven para vender el “producto” mejor. Es cierto que en ocasiones ayudan, otras, sin embargo no son nada más que una pequeña pincelada del rico mosaico. Así, es fácil, aunque un tremendo error, caer en juicios tipo: Kiss son heavies, The Beatles son unos poperos blandengues o también muy común meter en el mismo saco, por ejemplo en el grunge, a bandas tan diferentes como Alice in Chains, Pearl Jam o Screaming Trees.
A veces es la imagen, otras una canción determinada la que hace que los grupos sean metidos en estilos que aunque tocan no son su sustento principal. Uno de los más injustos me parece el caso de Lynyrd Skynyrd. Rock sureño. Si, de acuerdo. Eso y mucho más. Un grupo con esa trayectoria hay que escucharlo en profundidad. Sólo así te percatas de que eran capaces de sonar fieros, fieles a los patrones sureños y a la vez tiernos melancólicos, blueseros, acercarse incluso al country con maestría.
No creo que a Van Zant y cía les resultase muy molesto que se les colgase el cartel de rock sureño broncas allá donde iban. Sin duda estaban más preocupados de grabar canciones que desde las raíces blues y country pasarían a formar parte de la historia del rock´n roll con letras bien mayúsculas. Y es que de 1970 a 1977, hasta la muerte del gran Ronnie Van Zant, la discografía de Lynyrd Skynyrd es intachable. Una buena forma de comprobarlo es hacerse con la caja The Definitive Lynyrd Skynyrd Collection editada por Universal en 1991. 47 clásicos imperecederos y una presentación exquisita, con un bonito libreto de 62 páginas. Pues eso, Lynyrd Skynyrd, más allá de la etiqueta sureña.
A veces es la imagen, otras una canción determinada la que hace que los grupos sean metidos en estilos que aunque tocan no son su sustento principal. Uno de los más injustos me parece el caso de Lynyrd Skynyrd. Rock sureño. Si, de acuerdo. Eso y mucho más. Un grupo con esa trayectoria hay que escucharlo en profundidad. Sólo así te percatas de que eran capaces de sonar fieros, fieles a los patrones sureños y a la vez tiernos melancólicos, blueseros, acercarse incluso al country con maestría.
No creo que a Van Zant y cía les resultase muy molesto que se les colgase el cartel de rock sureño broncas allá donde iban. Sin duda estaban más preocupados de grabar canciones que desde las raíces blues y country pasarían a formar parte de la historia del rock´n roll con letras bien mayúsculas. Y es que de 1970 a 1977, hasta la muerte del gran Ronnie Van Zant, la discografía de Lynyrd Skynyrd es intachable. Una buena forma de comprobarlo es hacerse con la caja The Definitive Lynyrd Skynyrd Collection editada por Universal en 1991. 47 clásicos imperecederos y una presentación exquisita, con un bonito libreto de 62 páginas. Pues eso, Lynyrd Skynyrd, más allá de la etiqueta sureña.
domingo, 2 de septiembre de 2007
Sarah Vaughan: Jazz Sessions 1944-50
Algunos días te levantas con la imperiosa necesidad de escuchar un disco. Por la noche has estado soñando con una determinada música y las melodías de ese álbum acuden a tu cabeza una y otra vez. Entonces, lo primero que haces nada más levantarte es poner el disco en cuestión. Y compruebas con regocijo que la magia sigue ahí, que alguna música te acompañará toda tu vida.
Este domingo en el que el sol no se decide a salir, en el que la criatura que esperamos se lo está tomando con calma, este día, me acompaña la dulce y a la vez vehemente voz de Sarah Vaughan acompañada de, entre otros, Miles Davis, John Coltrane, Dizzy Gillespie, Ben Webster, Max Roach y una representación de los mejores músicos de jazz de los años 40.
El disco recopila grabaciones de un periodo mítico en la historia del jazz. Son canciones como East of the sun, No smokes blus, Lover man o All too soon cantadas con la maestría de Sarah, una cantante capaz de pasar de registros graves a operísticos con una facilidad pasmosa. Puedes escuchar la más dulce de las voces y al poco una voz barítono que impone. Le apodaban La Divina y no les faltaba razón.
Este domingo en el que el sol no se decide a salir, en el que la criatura que esperamos se lo está tomando con calma, este día, me acompaña la dulce y a la vez vehemente voz de Sarah Vaughan acompañada de, entre otros, Miles Davis, John Coltrane, Dizzy Gillespie, Ben Webster, Max Roach y una representación de los mejores músicos de jazz de los años 40.
El disco recopila grabaciones de un periodo mítico en la historia del jazz. Son canciones como East of the sun, No smokes blus, Lover man o All too soon cantadas con la maestría de Sarah, una cantante capaz de pasar de registros graves a operísticos con una facilidad pasmosa. Puedes escuchar la más dulce de las voces y al poco una voz barítono que impone. Le apodaban La Divina y no les faltaba razón.
Junto con el Bone Machine de Tom Waits y una jarra de Nueva York, Susana me regaló, Sarah Vaughan Jazz Sessions 1944-1950 en unas navidades de hace unos años. Es una suerte que con quien compartes tu vida se preocupe por ti en todos los sentidos y te haga regalos como estos. Muchas veces hemos escuchado juntos estas canciones y hoy también entre el liquido amniótico las ha escuchado Unax.
domingo, 26 de agosto de 2007
New Orleans forever!
Ayer fui al Teatro Arriaga en Bilbao a ver La Revista negra una comedia musical dirigida por Jérôme Savary. Creo que es la cuarta vez que voy al teatro en mi vida y salí pletórico tras asistir a una representación divertida, entusiasta y que te hace pensar.
La función arranca en las jaulas del zoo del Jardin des Plantes, donde en 1932 tuvo lugar una exposición sobre las tribus africanas que visitaron más de un millón de personas. En la siguiente escena pasamos a New Orleans en 2005. En las ruinas de la ciudad nos encontramos con un pianista de jazz y un cantante de gospel que buscan sus pertenencias bajo el agua. A éstos se les suma un productor de espectáculos francés que está buscando a una nueva Joséphine Baker.
Josephine Baker fue la protagonista de La revue nègre, un espectáculo estrenado en París en 1923. La cantante aparecía con un cinturón de plátanos secundada por músicos de jazz y bailarines afroamericanos. En aquella época en el Estado francés a diferencia de en Estados Unidos no regían las leyes que impedían a la población negra entrar en bares y el espectáculo de la Baker era recibido con entusiasmo por los parisinos.
La función dirigida por Savary es un es un compendio de la historia de la música negra, la esclavitud y las diferencias culturales entre Francia y Estados Unidos. Se pueden ver impresionantes números de claqué, blues, jazz o música africana. La coreografía es magistral y todos los números se hacen amenos. Mención especial merece el narrador, ese músico de jazz que está buscando su piano bajo los restos del Katrina. El actor Miquel Angel Ripeu lo borda, destacando su voz, tan importante en el teatro.
No me puedo olvidar del trasfondo social y político. Hay referencias a la situación actual de la población negra de New Orleans y a la política segregacionista que sufrió la población de color en EE.UU hasta 1956. Tanto a través el narrador como de las imágenes que se muestran en el decorado hay pinceladas sobre el Ku Klux Klan, Martin Luther King y las ruinas que provocó el Katrina.
Y qué decir de la música. En la representación suena ese jazz de New Orleans que levanta hasta al más frío de los seres humanos. Vitalista, contagiosa y deliciosamente interpretada esta comedia termina con una emotiva declaración de amor a una ciudad: New Orleans forever!
La función arranca en las jaulas del zoo del Jardin des Plantes, donde en 1932 tuvo lugar una exposición sobre las tribus africanas que visitaron más de un millón de personas. En la siguiente escena pasamos a New Orleans en 2005. En las ruinas de la ciudad nos encontramos con un pianista de jazz y un cantante de gospel que buscan sus pertenencias bajo el agua. A éstos se les suma un productor de espectáculos francés que está buscando a una nueva Joséphine Baker.
Josephine Baker fue la protagonista de La revue nègre, un espectáculo estrenado en París en 1923. La cantante aparecía con un cinturón de plátanos secundada por músicos de jazz y bailarines afroamericanos. En aquella época en el Estado francés a diferencia de en Estados Unidos no regían las leyes que impedían a la población negra entrar en bares y el espectáculo de la Baker era recibido con entusiasmo por los parisinos.
La función dirigida por Savary es un es un compendio de la historia de la música negra, la esclavitud y las diferencias culturales entre Francia y Estados Unidos. Se pueden ver impresionantes números de claqué, blues, jazz o música africana. La coreografía es magistral y todos los números se hacen amenos. Mención especial merece el narrador, ese músico de jazz que está buscando su piano bajo los restos del Katrina. El actor Miquel Angel Ripeu lo borda, destacando su voz, tan importante en el teatro.
No me puedo olvidar del trasfondo social y político. Hay referencias a la situación actual de la población negra de New Orleans y a la política segregacionista que sufrió la población de color en EE.UU hasta 1956. Tanto a través el narrador como de las imágenes que se muestran en el decorado hay pinceladas sobre el Ku Klux Klan, Martin Luther King y las ruinas que provocó el Katrina.
Y qué decir de la música. En la representación suena ese jazz de New Orleans que levanta hasta al más frío de los seres humanos. Vitalista, contagiosa y deliciosamente interpretada esta comedia termina con una emotiva declaración de amor a una ciudad: New Orleans forever!
viernes, 24 de agosto de 2007
Sicko, una película de terror
No, no se trata de la tipica película plagada de adolescentes que en la habitual excursión conjunta para dar rienda suelta a sus hormonas van a ser aniquilados por un psicopáta con una hacha descomunal. Sicko es el último documental rodado por Michael Moore en el que se hace una peculiar revisión del sistema sanitario estadounidense. Y su visionado es aterrador.
Hasta ahora he visto todos los documentales filmados por Moore y hay que reconocer que el tipo sabe ser efectivo. No importa que en ocasiones recurra a la manipulación pura y dura o que en algún que otro momento le pueda el lado sensiblero. Para mi son más importantes otras cualidades, las buenas, que las tiene y sobre todo los temas que elige. En este caso se trata de un amplio muestrario de las "bondades" del sistema sanitario made in USA.
Así, vemos gente hipotecada de por vida al tener que hacer frente al seguro médico o enfermos crónicos de más de 70 años que tienen que seguir trabajando para pagar sus medicinas. Y estos son los afortunados. Otros, millones se quedan en el camino. Una niña muere porque una sala de emergencia hospitalaria se niega a atenderla al no cubrir el seguro de su madre los gastos médicos. A otro chico el seguro le pone mil y una pegas para no proporcionarle un tratamiento para el cáncer alegando que es experimental... Y también fallece.
El catalogo de atrocidades que se cometen en un sistema sanitario que deja a cerca de 50 millones de personas fuera de juego podría dar para rodar una serie sobre el tema. Lo curioso del caso es que en todas las películas y series que nos llegan del otro lado del charco rara vez vemos al protagonista sufrir desgracias de este tipo o ni siquiera pagar por la factura del hospital. Ese es un dato que siempre nos escatiman.
La parte que más polémica ha generado es la comparación de la sanidad en EE.UU con la de Canadá, el Reino Unido o Francia. Y el sarpullido ha salido con Cuba. Y aqui precisamente es donde tal vez el amigo Moore patina. Siempre se le va la mano vanagloriando algunas cosas que no creo que sean como el las presenta. Y después de ver todo esto, me cuesta creer que en un país como EE.UU, tan atractivo para mi en muchos aspectos, puedan suceder cosas como las que salen en el documental. Pero lamentablemente suceden. Espero ver pronto el que ha rodado Spike Lee sobre el Katrina en New Orleans. Otra bochornosa historia made in Usa. Qué pena.
lunes, 20 de agosto de 2007
Jamie Cullum
Aunque en Estados Unidos buena parte de la crítica le nombrase en su día el heredero de Harry Connick Jr. a Jamie Cullum no se le tiene demasiado aprecio por la vieja Europa. En cuanto a ventas arrasa a los dos lados del Atlántico. Pero patina con los entendidos del jazz. El chico es demasiado ligero, payasete incluso, con poco que aportar a ese mundo siempre tan pendiente de lo vanguardista.
Y como hace versiones de Jimi Hendrix o Radiohead pues ya la tenemos liada. Sin embargo, a mi me gusta. En especial su disco Twentysomething donde había unas cuantas canciones a la altura del gran Harry Connick Jr. Desde luego la música de Cullum, los arreglos que utiliza y la forma de interpretar me parece mucho más atractiva que la de Michael Buble, sujeto pedante donde los haya.
Y como hace versiones de Jimi Hendrix o Radiohead pues ya la tenemos liada. Sin embargo, a mi me gusta. En especial su disco Twentysomething donde había unas cuantas canciones a la altura del gran Harry Connick Jr. Desde luego la música de Cullum, los arreglos que utiliza y la forma de interpretar me parece mucho más atractiva que la de Michael Buble, sujeto pedante donde los haya.
Ahora, como el tipo es bien parecido, causa furor entre las féminas y su actitud es bastante poco corriente en ese mundo, pues nada el despelleje está servido. Y es que eso de saltar encima del piano, aporrearlo de forma poco ortodoxa y demás florituras que se gasta Cullum no son ni mucho menos bien vistas en ciertos círculos. Y yo creo que hay reside su atractivo precisamente. En alejarse de la fórmula crooner, esa que con nulo acierto intenta emular Buble. Claro que tampoco es cuestión de compararle con Sinatra. No nos volvamos locos.
domingo, 19 de agosto de 2007
Salvation in lights
Llevo semanas totalmente sumergido en la música de Mike Farris. Hace apenas un mes escribí sobre él. Y por fin me he hecho con su nuevo disco, Salvation in lights. Me llegó el viernes desde NYC a un precio muy bueno: 9'5 euros. Por supuesto, y en clara contradicción con mi post sobre descargas, llevaba tiempo escuchandolo. Y es que como dice Tom Waits es tan fácil como robarle las flores a tu vecino.
Pero este lo tenía que tener en original al igual que su anterior obra, Goodnight sun. De Salvation in lights sólo puedo escribir que es una delicia. La voz de este hombre se apodera de las canciones. No importa que el tema sea archiconocido como Change is gonna come. ¿Cuántos intérpretes clásicos de soul han grabado esta canción? Da igual. La canta Farris y la lleva a otro lugar tan bello como en su día lo hicieron Etta James, Otis Redding o Sam Cooke. El disco está compuesto por cinco temas originales de Mike y siete versiones a cual más espectacular.
Por supuesto los músicos que le acompañan están curtidos en mil batallas, entre ellos Dave "Roe" Rorick (bajista de Johnny Cash) y unos coros femeninos y una sección de viento que nos hace viajar por el río Mississippi a New Orleans . El disco apenas dura 45 minutos e inevitablemente se te hace corto, muy corto. Así que cuando se termina vuelvo a poner Goodnight sun, su anterior disco y me doy cuenta de lo bueno que es, mejor incluso que éste. Y como Goodnight sun también dura poco recurro a lo que grabó con Screamin Cheetah Wheelies. Suena Magnolia, Hello from Venus, Father speaks...
Por supuesto los músicos que le acompañan están curtidos en mil batallas, entre ellos Dave "Roe" Rorick (bajista de Johnny Cash) y unos coros femeninos y una sección de viento que nos hace viajar por el río Mississippi a New Orleans . El disco apenas dura 45 minutos e inevitablemente se te hace corto, muy corto. Así que cuando se termina vuelvo a poner Goodnight sun, su anterior disco y me doy cuenta de lo bueno que es, mejor incluso que éste. Y como Goodnight sun también dura poco recurro a lo que grabó con Screamin Cheetah Wheelies. Suena Magnolia, Hello from Venus, Father speaks...
Nada que no puedo parar y todavía quedan más discos de los Wheelies por escuchar dos directos y dos en estudio. Fantaseo con la posibilidad de que algún promotor se atreva a traer a este señor con su banda de Nashville, coristas incluidas por supuesto y podamos ver uno de esos conciertos inolvidables. Sigo soñando al ritmo de Can´t no grave hold my body down...
viernes, 17 de agosto de 2007
¡Felicidades De Niro!
Hoy cumple 64 años Robert De Niro. Hace tiempo que este actor neoyorquino se ganó el cielo para mi. A menudo veo las películas en las que fue mucho más que un intérprete. Y no me estoy refiriendo sólo a su particular modo de sumergirse en el personaje. Al fin y al cabo eso de engordar, adelgazar, volver a engordar y moldear su físico como si fuese chicle impresionaba más antes y hubo un tiempo en que incluso se puso de moda. Me refiero más bien a la pasión que hacía que De Niro renunciase a su caché para que Taxi driver se filmase como la quería Martin Scorsese. Por ejemplo.
O a cuando insistía de nuevo a Scorsese para rodar Toro Salvaje cuando el director italoamericano tenía la cabeza en otra parte. A ese De Niro me refiero. Alguien que ponía toda la carne en el asador en películas que se han convertido en clásicos. Al De Niro que filmaba con estilo propio Una historia del Bronx convirtiéndola en una entrañable película que no me canso de ver. Ese De Niro que todavía existe y al que no pueden sepultar unas cuantas comedias insulsas que no van a ninguna parte. Pues nada, De Niro, felicidades y que sigas implicandote en el cine. Nosotros lo disfrutaremos.
miércoles, 15 de agosto de 2007
Chandler y Wilder, odio a primera vista
La relación entre la literatura y el cine ha sido tan tormentosa como fructífera. Algunas obras literarias han sido adaptadas con tino al cine y otras muchas han acabado en desastre. Lo mismo se puede aplicar a los escritores que han trabajado en el cine. Muchos se han sentido ninguneados en este medio y tan sólo trabajaban en él porque pagaban bien. Uno de ellos fue Raymond Chandler. El escritor nacionalizado británico recelaba bastante del invento de los hermanos Lumiere.
Curiosamente su primera adaptación al cine fue Double Indemnity (Perdición, 1944), sobre la novela de James M. Cain autor al que despreciaba tanto o más que al séptimo arte. Y su coguionista Billy Wilder también fue otro odio a primera vista. Sin embargo, eso no impidió que de esa colaboración surgiese una de las mejores películas que he visto: Perdición con Fred MacMurray, Barbara Stanwyck y Edward G. Robinson en los roles principales.
Pero hasta que la película se realizó el bueno de Wilder se las hizo pasar canutas a Chandler. Cuando éste le entregó al director el primer borrador del guión la respuesta de Wilder fue: "Sr Chandler esto es una caca". El judío Wilder haciendo amigos. Y es que no podía haber dos personas más diferentes en la misma habitación. El refinado y anclado en la concepción europea del artista, Chandler y el inquieto y americanizado Wilder. Uno sin experiencia en el cine el otro curtido en mil batallas y sabedor de todos los trucos.
Cuando se conocieron Chandler estaba tratando de superar su alcoholismo pero la experiencia con Wilder le hizo aferrarse a la botella con más fuerza. Años después Chandler confesaría que su trabajo con Wilder le había quitado unos años de su vida. Mientras colaboraban, el escritor norteamericano incluso envío una carta a los jefes de la Paramount quejándose del comportamiento del director. A pesar de todas esas peleas dieron forma a una de las cumbres del cine negro.
Curiosamente su primera adaptación al cine fue Double Indemnity (Perdición, 1944), sobre la novela de James M. Cain autor al que despreciaba tanto o más que al séptimo arte. Y su coguionista Billy Wilder también fue otro odio a primera vista. Sin embargo, eso no impidió que de esa colaboración surgiese una de las mejores películas que he visto: Perdición con Fred MacMurray, Barbara Stanwyck y Edward G. Robinson en los roles principales.
Pero hasta que la película se realizó el bueno de Wilder se las hizo pasar canutas a Chandler. Cuando éste le entregó al director el primer borrador del guión la respuesta de Wilder fue: "Sr Chandler esto es una caca". El judío Wilder haciendo amigos. Y es que no podía haber dos personas más diferentes en la misma habitación. El refinado y anclado en la concepción europea del artista, Chandler y el inquieto y americanizado Wilder. Uno sin experiencia en el cine el otro curtido en mil batallas y sabedor de todos los trucos.
Cuando se conocieron Chandler estaba tratando de superar su alcoholismo pero la experiencia con Wilder le hizo aferrarse a la botella con más fuerza. Años después Chandler confesaría que su trabajo con Wilder le había quitado unos años de su vida. Mientras colaboraban, el escritor norteamericano incluso envío una carta a los jefes de la Paramount quejándose del comportamiento del director. A pesar de todas esas peleas dieron forma a una de las cumbres del cine negro.
domingo, 12 de agosto de 2007
El día que Tom Petty escuchó el Echo
De algunas miserias humanas, de la desesperación, de los conflictos han surgido a menudo algunas de las obras más brillantes en el mundo de la música. Me viene a la mente lo que comenta Bob Dylan sobre Blood on the Tracks. El judío de Minnesota no puede entender que nadie disfrute con esas canciones. Grabadas mientras se divorciaba de Sara es un disco especialmente amargo. De lo que para él fue una etapa muy dura nosotros escuchamos un disco portentoso.
Lou Reed grabó Magic and loss tras la pérdida de dos amigos víctimas del cáncer. Tonight´s the night de Neil Young fue registrado tras la desaparición de Danny Whitten y Bruce Berry, en el periodo más oscuro que ha vivido el canadiense. Los ejemplos son innumerables. Y es que sin duda los seres humanos sentimos una irresistible atracción por los artistas al borde del abismo, más cuando éstos plasman sus desgracias en monumentales bandas sonoras vitales.
En esta descripción encaja perfectamente Echo el disco que Tom Petty & Heartbreakers publicaron en 1999. El rubio de California pasaba por un penoso divorcio y las canciones tienen un corte melancólico y desesperado que apenas dejan aire respirable en el ambiente. Producido por el propio Petty y Mike Campbell con la ayuda de Rick Rubin, es una delicia, con un sonido resplandeciente, en el que puedes sentir cada nota como una leve caricia.
El propio Petty confiesa en Conversations with Tom Petty de Paul Zollo (desgraciadamente no editado en España), que hubo un tiempo en que prácticamente odiaba este disco. Jamás lo escuchaba porque pertenecía a un lugar demasiado oscuro en el que no se sentía cómodo. Cuenta que volvió a apreciar esas canciones cuando un día en el coche su actual esposa Dana le puso el disco y le dijo: ¡Escucha esto! El músico americano lo disfrutó y se dio cuenta de que era un gran álbum. Lo curioso del caso es que apenas recordaba ni el orden ni las letras de las canciones. Ahí va una de las más bellas…
Lou Reed grabó Magic and loss tras la pérdida de dos amigos víctimas del cáncer. Tonight´s the night de Neil Young fue registrado tras la desaparición de Danny Whitten y Bruce Berry, en el periodo más oscuro que ha vivido el canadiense. Los ejemplos son innumerables. Y es que sin duda los seres humanos sentimos una irresistible atracción por los artistas al borde del abismo, más cuando éstos plasman sus desgracias en monumentales bandas sonoras vitales.
En esta descripción encaja perfectamente Echo el disco que Tom Petty & Heartbreakers publicaron en 1999. El rubio de California pasaba por un penoso divorcio y las canciones tienen un corte melancólico y desesperado que apenas dejan aire respirable en el ambiente. Producido por el propio Petty y Mike Campbell con la ayuda de Rick Rubin, es una delicia, con un sonido resplandeciente, en el que puedes sentir cada nota como una leve caricia.
El propio Petty confiesa en Conversations with Tom Petty de Paul Zollo (desgraciadamente no editado en España), que hubo un tiempo en que prácticamente odiaba este disco. Jamás lo escuchaba porque pertenecía a un lugar demasiado oscuro en el que no se sentía cómodo. Cuenta que volvió a apreciar esas canciones cuando un día en el coche su actual esposa Dana le puso el disco y le dijo: ¡Escucha esto! El músico americano lo disfrutó y se dio cuenta de que era un gran álbum. Lo curioso del caso es que apenas recordaba ni el orden ni las letras de las canciones. Ahí va una de las más bellas…
One more night, God Ive had to fight
To keep my line of sight on whats real
One more day I fear Ive lost my way
I dont know how to say what I feel
Someone better hurry Im all alone
And I keep breaking down
Breaking down, you know?
No one ever taught me to be on my own
And I keep breaking down
Breaking down, you know?
One more night my eyes reflect the light
In the distance something bright appears
One more day its too hard to explain
What goes on in my brain is not clear
Someone better hurry Im all alone
And I keep breaking down
Breaking down, you know?
No one ever taught me to be on my own
Yeah and I keep breaking down
Breaking down, you know?
So hold on one more night
Hold out one more day
Hold on one more night
Hold out one more day
Therell be one more night and things will be made right
Again Ill hold you tight my dear
One more day and Ill collect my pay
And soon be far away from here
To keep my line of sight on whats real
One more day I fear Ive lost my way
I dont know how to say what I feel
Someone better hurry Im all alone
And I keep breaking down
Breaking down, you know?
No one ever taught me to be on my own
And I keep breaking down
Breaking down, you know?
One more night my eyes reflect the light
In the distance something bright appears
One more day its too hard to explain
What goes on in my brain is not clear
Someone better hurry Im all alone
And I keep breaking down
Breaking down, you know?
No one ever taught me to be on my own
Yeah and I keep breaking down
Breaking down, you know?
So hold on one more night
Hold out one more day
Hold on one more night
Hold out one more day
Therell be one more night and things will be made right
Again Ill hold you tight my dear
One more day and Ill collect my pay
And soon be far away from here