Mi objetivo claro anoche era ver a The Hangmen y me presenté en el Kafe Antzoki casi a las 22 horas cuando estaban terminando The Bonzos. Finalizado el bolo me sitúe fácilmente en las primeras filas. Hubo buena afluencia de público pero entre bolo y bolo el personal va a la barra y ese es mi momento ja ja. A eso de las 22:15 mientras sonaba una música muy tranquila de ambientación salieron a escena Bryan Small, Jimmy James, Angelique Congleton y Jorge Disguster. Y pronto empezó la locura. Tal vez en la primera canción percibí la voz de Bryan un poco abaja pero la segunda ya se había calentado y con Rotten Sunday el bolo no hizo sino crecer hasta el infinito y más allá. De forma que cuando acaba estas en pleno subidón. Queriendo compartir tus sensaciones. Aunque fui solo siempre estamos los sospechosos habituales. Ahí me fui donde Mikel y Ramón a celebrar nuestro entusiasmo ante tamaño show.
Me cuesta poner en orden todas las sensaciones que viví así que a salto de mata mencionaré mis momentos favoritos que fueron muchos pero resumiendo cuando abordaron Man In Black´s Hand dedicada a Johnny Cash con ese riff tan molón y esos coros irresistibles, sonaron a gloria tanto Broken Heartland como Midnight Riders de Stories To Tell y también de este último disco sonó Bayou Moon con ese riff tan stoniano y con el chico del merchán ayudando en la percusión. Pedazo de canción. Mi momento top de la noche con Jimmy James dándole a la armónica. Y ya que le mencionó se me agotan los elogios para este hombre excelso guitarrista aportando un montón de matices en cada tema. Por supuesto sucumbí con Downtown, Bent y Roussian Roulette del imprescindible Metallic I.O.U.
Otro que estuvo atómico toda la noche fue el baterista Jorge E. Diguster con una pegada contundente. Ya nos dijo Bryan que toda buena banda está guiada por alguien muy bueno tras las baquetas y desde luego este es el caso. Todo un acierto acudir al bolo. En cuanto terminó el show tuve la fortuna de que Angelique me diese en mano el setlist, ¡sin pedírselo! Fue mi noche sin duda. Una vez terminaron The Dictators tras el show de The Hangmen ahí estaba en el puesto de merchán Bryan firmando cds y vinilos. Pille dos copias del último una para mi y otra para mi primo Oscar y me los firmó. Iba tan excitado que ni foto ni hostias. Tan sólo le dije que me flipaba su música, todos y cada uno de sus discos. Me sonrío y me dijo que muchas gracias. Gran noche.