Un amigo me suele preguntar a ver si sigo trabajando de lunes a viernes. Con sonrisa de millonario le respondo que si. Es más, que si me ofrecen de lunes a jueves lo acepto seguro. Incluso estoy dispuesto a negociar un de lunes a miércoles. Y es que camaradas lo confieso no me gusta trabajar. Con toda la gente a la que le encanta y que te repite una y mil veces que si no trabajasen se aburrirían.... Pero es un escenario imposible así que lo mejor dentro de las circunstancias es hacerlo de lunes a viernes. Algunos compañeros me espetan, joder pero a tres turnos es más pasta. Y fieles lectores de este blog me dan ganas de responderles como Robert De Niro a Nick Nolte en El Cabo del Miedo: abogado, ¿te parezco necesitado? Indescriptible mi eufórica sensación cuando a eso de las 14:30 enfilo a velocidad inusitada el camino a los vestuarios. Fin de semana libre. Los que hemos currado sábados y algún domingo lo valoramos que no veas. Así que luzca en todo su esplendor esa bola de espejos y a bailar. Dance To the Music! La noche es joven...
El trabajo ennoblece .. aunque a mi eso de la aristocracia ... como que no
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