Juro por Iñigo Montoya que son Matthew Sweet y Jason Victor |
Antes de Matthew Sweet me echo unas risas con la propuesta de Corizonas sin que esta apreciación reste ni un ápice de valor a su música. Hace años vi a Los Coronas en un triple cartel con Straitjackets y Big Sandy y me dejaron muy buenas sensaciones. Hoy en día juntándose con Arizona Baby forman Los Corizonas que le añade un poco más de cachondeo sin perder la notable instrumentación. Ayer fue un bolo de menos a más. Se cascaron una curiosa y efectiva versión de Wish you were here de Pink Floyd y a partir de ahí el bolo me gusto mucho a pesar de no conocer su repertorio. A estas alturas que se puede contar de Fernando Pardo al frente de Sex Museum, en Los Coronas, en Corizonas... El tío tiene el culo pelado de tocar y dirige el cotarro a la perfección. Y mención especial para el cantante Javier Vielba un comediante de cuidado, curiosa verborrea la suya y buena labor vocal en la que le apoyaban de vez en cuando Fernando Pardo y el batería Loza cuya labor a las baquetas y compenetración con el bajo de Javi Vacas es perfecta.
A eso de las 23:30 sin muchos aspavientos comenzó el bolo de Matthew Sweet. El amigo Matthew no es muy comunicativo con el público, salvo un par de intervenciones pero se le vio compenetrado con su banda, especialmente con el guitarrista Jason Victor (Dream Syndicate) con quien compartió durante el bolo múltiples sonrisas cómplices. El sonido fue bueno y la voz de Sweet mejor de lo esperado, mucho mejor. Se mantuvo todo el concierto a buen nivel, con algún bajón en especial hacia el final que disimulo muy bien con ayuda del bajista.
El repertorio se basó en su obra cumbre, Girlfriend, del que cayeron unos cuantos temas. La cuarta de la noche fue esa emotiva Winona donde ya despuntó sobremanera Jason Victor algo que fue una constante durante toda la noche. Alucinado me quedé con este tipo que no cambió de instrumento durante la velada con la misma guitarra se las apaño para sacar chispas al asunto. A Winona le siguió una de mis canciones favoritas de este hombre: Divine Intervention, un compendio de lo que es capaz Sweet cuando está inspirado. Una canción con aire Neil Young que me vuelve loco. Las guitarras a pleno rendimiento.
Para la traca final quedaron piezas imprescindibles como I´ve been waiting, Girlfriend o Evangeline que cerró dejándonos con ganas de más. Por el camino Sweet también recupero un par de piezas de otros de los discos imprescindibles en su carrera, 100% Fun (Sick of myself y We´re the same) y no reparó demasiado en sus últimos trabajos, Tomorrow Forever y Tomorrow´s daughter y lo podría haber hecho perfectamente porque ambos tienen buenas canciones para trasladar al directo. Del primero ejecutó las pegadiza Pretty please y Trick y del segundo el que fue adelanto del disco I Belong To You que particularmente me parece a la altura de sus grandes gemas.
Matthew Sweet ha sabido rodearse de unos músicos perfectos para la música que ejecuta. La brillantez de Jason Victor hizo acto de presencia toda la noche y la labor más oscura pero igual de eficaz y fundamental de Paul Chastain sobre todo a las voces y también al bajo y la pegada certera de Rick Menck fueron vitales para el buen desarrollo del concierto. Lástima de que no durase otra hora más. Pero al día siguiente el amigo Sweet y sus compinches tenían bolo en Helldorado a la 13 de la tarde. Ahí va como se las gastó en Madrid que de Bilbao no hay nada en el tubo, bueno ahora si ja ja.
El repertorio se basó en su obra cumbre, Girlfriend, del que cayeron unos cuantos temas. La cuarta de la noche fue esa emotiva Winona donde ya despuntó sobremanera Jason Victor algo que fue una constante durante toda la noche. Alucinado me quedé con este tipo que no cambió de instrumento durante la velada con la misma guitarra se las apaño para sacar chispas al asunto. A Winona le siguió una de mis canciones favoritas de este hombre: Divine Intervention, un compendio de lo que es capaz Sweet cuando está inspirado. Una canción con aire Neil Young que me vuelve loco. Las guitarras a pleno rendimiento.
Para la traca final quedaron piezas imprescindibles como I´ve been waiting, Girlfriend o Evangeline que cerró dejándonos con ganas de más. Por el camino Sweet también recupero un par de piezas de otros de los discos imprescindibles en su carrera, 100% Fun (Sick of myself y We´re the same) y no reparó demasiado en sus últimos trabajos, Tomorrow Forever y Tomorrow´s daughter y lo podría haber hecho perfectamente porque ambos tienen buenas canciones para trasladar al directo. Del primero ejecutó las pegadiza Pretty please y Trick y del segundo el que fue adelanto del disco I Belong To You que particularmente me parece a la altura de sus grandes gemas.
Matthew Sweet ha sabido rodearse de unos músicos perfectos para la música que ejecuta. La brillantez de Jason Victor hizo acto de presencia toda la noche y la labor más oscura pero igual de eficaz y fundamental de Paul Chastain sobre todo a las voces y también al bajo y la pegada certera de Rick Menck fueron vitales para el buen desarrollo del concierto. Lástima de que no durase otra hora más. Pero al día siguiente el amigo Sweet y sus compinches tenían bolo en Helldorado a la 13 de la tarde. Ahí va como se las gastó en Madrid que de Bilbao no hay nada en el tubo, bueno ahora si ja ja.