Hoy se celebra en todo el mundo el Record Store Day una cita jugosa para los melomanos que gustan de acercase a las tiendas de discos a adquirir material a la vez que parlotean con los dependientes en cuestión. Un hábito casi perdido y a las cifras me remito. Pocas resisten. Barcelona y Madrid son los lugares donde más oferta existe y por estos lares continúa Power Records, más de veinte años al pie del cañon. Donde trabajo nos quedamos fuera de la celebración porque sólo es para las tiendas propiamente dichas. En cualquier caso me sumo gustoso a la fiesta. Para los que seguimos comprando en formato físico es una buena cita independientemente de que se haya devaluado o perdido su espíritu original. Se puede debatir.
Mi experiencia como habitual de Power Records durante muchos años, aquellos tiempos en los que para conseguir material tenías que pasar por allí fue buena. Personal que te atendía bien y capaz de recomendarte con mucho tino en cuanto le dabas alguna pista. Ahora al otro lado del mostrador uno de los aspectos más interesantes de mi trabajo son precisamente eso las recomendaciones. Y de vez en cuando recibes la felicitación de algún cliente que entusiasmado te dice que le ha flipado lo que le recomendaste. La semana pasada a un tipo que me preguntó que tal estaba el Dust de Screaming Trees (agárrame que me vengo arriba) le comenté que se llevase también Above de Mad Season. Días después se acercó para agradecerme tal descubrimiento. Me comentó que cómo se le había podido pasar ese disco. Se lo había dicho a sus colegas que le corroboraron pues eso, que nos hallamos ante una de esas joyas que ingenuo de mí creía que conocía más gente.
O esa chica que a los pocos días de la muerte de Tom Petty me dijo que necesitaba el disco en el que figurase la canción Crawling Back To you. Y le comenté que además de ese tenía que hacerse con el Echo. Y no hay diez euros mejor invertidos. Ni se las veces que cuando me preguntan por un disco de soul.... Adivinaste: Don´t Give Up On Me. Y es que cuando me dan pie, cuidado, y si no también, ya me encargo yo de extender la tela de araña. Una cosa te lleva otra y así hasta el infinito y más allá. Poder ofrecer en la tienda discos como Universal United House Of Prayer, We´ve come for you all, Goodfellas, Be Good, American Caesar, The Carpenter, Deuce o Van Halen II es una delicia. Y cientos más. Claro que siempre hay cuentas pendientes. Inconcebible que no podamos acceder a Demolition 23, Debutante, Cheating At Solitaire, Lay It Down, I feel alright, Electric Blue Watermelon, Gentleman´s blues o Neurotic Outsiders. Eso no tiene ningún sentido.
No tengo nada en contra de las grandes tiendas de discos. Si es verdad, no tienen el encanto de las pequeñas y no hacen el RSD, pero si das con la persona adecuada todo funciona. Hay un tipo en el FNAC que tengo cerca de casa que se ha convertido en el mejor consigliere que nunca he tenido. Me hace rascarme el bolsillo, pero sarna con gusto .... ya le debo unos cuantos agradecimientos. Grande o pequeña, la cuestion es dar con un fan que entienda por donde vas ... y haya escuchado musica suficiente
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