Vamos a acabar el año por todo lo alto con Queen una de esas bandas míticas siempre bien recibida en mi casa. Cuando Freedie Mercury se subía a un escenario se lo llevaba todo por delante con su voz y su inequívoca habilidad parad dominar a la chusma. Como me hubiese molado estar entre la plebe en uno de sus míticos conciertos de los ochenta. Y es que se me ocurren pocos shows más explosivos que aquel celebre concierto en Wembley en 1986. Una máquina del tiempo para estar ahí, en las primeras filas por supuesto.
There goes the last dj, who plays what he wants to play, and says what he wants to say...
domingo, 31 de diciembre de 2017
viernes, 29 de diciembre de 2017
Bandas para popuheads que si, algunas otras que no
Confieso que por primera vez en más de veintidós años he estado a punto de no comprar el Popu. Lo he pillado el 24 de diciembre. Es más esa misma mañana coincido con Alex G en que últimamente nos va más el Ruta 66... Uy, uy, uy, cuidado... ¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Sucumbir acaso a la RockDelux...? En mi caso no hay peligro. Ni con un diccionario la entendería. Afortunadamente me entra la cordura y el equilibrio planetario está restablecido.
Pero no es de mi no consumada traición de lo que quiero escribir sino de esas bandas a las que Popular 1 ha dado una cancha excesiva para algunos más que justa para otros. Para bien o para mal, en mi caso más para lo primero que para lo segundo, esta publicación ha tenido unas cuantas bandas a las que ha elevado a los altares siguiendo cada uno de sus pasos con verdadera devoción y pasión. Voy a hacer un repaso. Lo que mi maltrecha memoria me permite. Que no soy un puto robot.
A finales de los ochenta y principios de los noventa Jane´s Addiction fueron uno de los grupos de los que se escribía un mes si y al siguiente también. La locura absoluta con este combo liderado por el peculiar Perry Farrell. Y la verdad, a mi me volaron la cabeza. Disfrute de lo lindo de tamaño despliegue. Me enchufo hoy en día Nothing´s Shocking y Ritual de lo habitual y se mantienen más que frescos en mi casa. Dos discos a los que recurrir a menudo.
En los noventa otra banda a la que se rendía pleitesía con obsesión fue Blind Melon. Un grupo diferente, extraño, para mucha prensa seria una broma, para el Popu de lo más grande. Y aquí vuelvo a coincidir. Tanto el debut como Soup como después Nico e incluso For my friends son rodajas excelentes en las que perderse cada poco tiempo. Es más estoy excitado ante la publicación de un nuevo disco.
A mediados de los noventa Marilyn Manson ocupó la portada de esta revista y páginas y más páginas cada mes con una histórica y delirante carta en el Correo. Mucho bombo a una banda que en mi casa no resiste el paso del tiempo ni de coña. Ni Portrait an American family ni Antichrist Superstar, ni ningún otro de su ya prolífica discografía me dicen absolutamente nada. Nos echamos unas risas con Manson pero saco mi vena de fan ultrajado y digo que algunas de las portadas que se llevó este petardo bien podían haber sido para Jayhawks, Rory Gallagher o Al Green, no me jodas....
A principios de la pasada década el turre con Texas Terri fue cansino mayor. No hay nada donde rascar en su música. Pero nada de nada. Que esta tipa ocupase la portada de la revista varias veces es un misterio... Bueno, miento, lo cierto es que a Popular 1 le encanta poner ahí a personajes excesivos, variopintos, que se hable de ellos aunque sea mal. ¿Es una característica vital para su existencia? En fin ya le podían haber dedicado la portada una sola vez aunque fuese a Aretha Franklin.
Hay muchos más ejemplos, me podría tirar todo el día citándolos pero ni me apetece ni esto es una puta enciclopedia. Un post más que sólo responde a mis gustos. O como diría The Man parafraseando a Clint Eastwood: Las opiniones son como los culos. Todos tenemos uno. Para ilustrar este post he elegido portadas que me han molado. Y es que prevalece lo positivo que nadie dude de mi militancia popuhead....
A mediados de los noventa Marilyn Manson ocupó la portada de esta revista y páginas y más páginas cada mes con una histórica y delirante carta en el Correo. Mucho bombo a una banda que en mi casa no resiste el paso del tiempo ni de coña. Ni Portrait an American family ni Antichrist Superstar, ni ningún otro de su ya prolífica discografía me dicen absolutamente nada. Nos echamos unas risas con Manson pero saco mi vena de fan ultrajado y digo que algunas de las portadas que se llevó este petardo bien podían haber sido para Jayhawks, Rory Gallagher o Al Green, no me jodas....
Hay muchos más ejemplos, me podría tirar todo el día citándolos pero ni me apetece ni esto es una puta enciclopedia. Un post más que sólo responde a mis gustos. O como diría The Man parafraseando a Clint Eastwood: Las opiniones son como los culos. Todos tenemos uno. Para ilustrar este post he elegido portadas que me han molado. Y es que prevalece lo positivo que nadie dude de mi militancia popuhead....
martes, 26 de diciembre de 2017
Walking Papers. Live on KEXP
El próximo 19 se publicará WP2 el segundo disco de Walking Papers banda formada por Jeff Angels (guitarra y voz) y Benjamin Anderson (teclados y coros), ambos procedentes de The Missionary Position´s (que confieso no tengo ni puta ida de quiénes son) Duff Mckagan (bajo) y Barret Martin (batería). Hasta hace apenas un par de semanas que leí la noticia no tenía ni pajolera idea de la existencia de este combo. De modo que me puse a investigar. Por varias razones. Las fundamentales mi absoluta admiración por el bueno de Barrett y mi innata curiosidad por seguir siempre los pasos de Duff. Y lo que encuentro me pone los dientes largos.
Me encuentro ayer con mi colega Rober le habló como no podía ser de otra forma de la edición extendida de Dust de Screaming Trees y de paso le mencionó lo de esta banda. Casualmente el tampoco conocía de su existencia hasta las mismas fechas que yo y ayer mismo le dio al clic para hacerse con su debut de hace ya cuatro años. Y no puedo remediar secundarle. Lo que encuentro aumenta mis expectativa y me topo con dos absolutos desconocidos para mi, Jeff Angels y Benjamin Anderson que lo bordan. Mola cuando pasan estas cosas de forma inesperada. Y me pregunto cómo se me ha pasado por alto este material. Pero da igual. La gozo con este pequeño directo y con unas cuantas canciones más. Al loro.
lunes, 25 de diciembre de 2017
Fun Lovin' Criminals. You Got a Problem
3, 2, 1, I'm that son of a gun, but one who has
the fun by the kilo and the ton. Like Marv
Albert but worse, I got the curse, got
per with the nurse in the maternity
ward. That's right, I'm nuts, ask Fisty Cuts. I
got outpatient status at the Brooklyn Zoo.
Doobie doobie doo, we like the crew that
runs up in the club wearin' alligator shoes.
When I get the blues I get it really bad, ask
Kronos for promos, Feliz Navidad. Johnny
Black got my back, baby, happy or sad. If I
fall out of your favor, don' get mad.
My head feels like old vinyl, and like Lionel,
I'm idle. Secretly stalking the title, stealin'
scenes by ways and means. And thats why
marines got M-16's I think I love her, but
she's affected, bullshit detected. Wonder
why she got neglected, I legged it, turned up
here, I'll have a beer and a joke about that
Guenevere. Lord I been knowin' there'd be
days like these, but please don't hit me with
the quick release, and don't rat me out to
Edwin Meese, 'cause I been around the
world and the seven seas.
If the heat don't get me then the drugs sure
will, stirrin' scotch and soda's with a twenty
dollar bill. My mamma always told me
never drink on pills, roll down the window
'cause I'm feelin' kinda ill.
domingo, 24 de diciembre de 2017
martes, 19 de diciembre de 2017
Screaming Trees. Dust - Expanded 2CD Edition
Me pregunta un cliente ayer en la tienda a ver si tenemos la reedición de Dust de Screaming Trees. Lamentablemente le tengo que contestar que no. Ni os podéis imaginar la cantidad de discos chuscos a más no poder que se reeditan y pueblan nuestras baldas y sin embargo está pequeña joya no nos llega y si lo hace tendrá que ser vía importación. Porca miseria. Se intentará esa opción porque la golosina merece la pena.
Tras la jornada laboral ayer a la noche investigó un poco por internet a ver que trae esta reedición y encuentro un podcast de La Jungla Sonora en Radio Euskadi donde Eduardo Ranedo (colaborador habitual de Ruta 66) se curra un interesante monográfico sobre el disco en cuestión. Esta mañana salgo a caminar escuchando el programa. Descubro algún dato que se me había escapado (pocos dada mi bendita obsesión por esta banda) y voy más rápido que nunca batiendo mi récord, 8 km la hora. Propulsado por esas imperecederas canciones. Estoy de acuerdo con lo que Ranedo explica sobre la banda y añado un par de cuestiones fundamentales: los deliciosamente imperfectos coros de los hermanos Conner y la habilidad a la batería de Barret Martin, un puto genio con las baquetas.
Esta reedición merece la pena no porque contenga temas inéditos, sino porque el disco de extras está compuesto por temas que en su día salieron en caras b, discos tributo o para bandas sonoras de películas. Algunas muy complicadas de localizar. Unas cuantas joyas que a todas luces conviene tener. Y porque sumergirse en este disco aún sin otro adicional ya es la leche. Gloria bendita para Screaming Trees.
viernes, 15 de diciembre de 2017
Las ventajas de ser un marginado
Basada en la novela del mismo título y dirigida por el propio autor de la misma, Las ventajas de ser un marginado es una deliciosa película sobre una época convulsa en la vida de cualquiera: la adolescencia. Es un tema explorado en muchas películas y un terreno pantanoso en el que es complicado no caer en la sensiblería o en lo superficial sin ahondar en el meollo de la cuestión. Stephen Chbosky sabe dar con la tecla adecuada para mostrarnos a unos adolescentes que comienzan su paso a la vida adulta, un camino como el de todos plagado de dificultades, decepciones y alegrías. Un período al que algunos adultos quitan importancia pero que es vital. Viendo está película empatizas con los adolescentes, te ves con esos años lo que supone un triunfo absoluto para Chbosky que es capaz de contarlo todo de forma sutil y misteriosa, sin alardes, dejando espacio para cada escena, mostrando simpatía por todos los personajes.
Uno de los aciertos indiscutibles del film es el casting. Desconozco si los protagonistas estaban curtidos ya en el medio o eran debutantes pero aquí logran dar credibilidad a cada escena en la que aparecen logrando la cercanía de las grandes ocasiones. Viendo la película y aunque la temática no tenga mucho que ver he tenido parecidas sensaciones a cuando vi Jóvenes prodigiosos de Curtis Hanson una de esas películas que conviene volver a ver si o si.
Otro aspecto que me he ganado del film es la importancia que se le otorga a la música. La que escuchan los personajes tiene un rol primordial. Una de las escenas más emocionantes es al ritmo de Heroes de David Bowie y otro momento muy chulo es cuando suena a tope Low de Cracker en una de esas fiestas en las que a todos nos gusta perdernos de vez en cuando y más si es a ritmo de rock por lo menos en mi caso.
El film cuenta la historia de Charlie (Logan Lerman) un joven que cuenta a través de unas cartas a una persona sin identificar sus peripecias vitales en los años de Instituto. Una época convulsa en la que intenta encajar como casi todos lo hemos hecho refugiándose en los espíritus más afines. La película es una maravillosa exaltación de la amistad, un chute vital entre tanta peli de adolescentes casposa, facturada con sumo gusto y fantásticamente interpretada. Para poner en los institutos.
Otro aspecto que me he ganado del film es la importancia que se le otorga a la música. La que escuchan los personajes tiene un rol primordial. Una de las escenas más emocionantes es al ritmo de Heroes de David Bowie y otro momento muy chulo es cuando suena a tope Low de Cracker en una de esas fiestas en las que a todos nos gusta perdernos de vez en cuando y más si es a ritmo de rock por lo menos en mi caso.
El film cuenta la historia de Charlie (Logan Lerman) un joven que cuenta a través de unas cartas a una persona sin identificar sus peripecias vitales en los años de Instituto. Una época convulsa en la que intenta encajar como casi todos lo hemos hecho refugiándose en los espíritus más afines. La película es una maravillosa exaltación de la amistad, un chute vital entre tanta peli de adolescentes casposa, facturada con sumo gusto y fantásticamente interpretada. Para poner en los institutos.
viernes, 8 de diciembre de 2017
Stranger Things
Una de las series que más ruido mediático ha generado en los últimos años es Strangers Things. Netflix ha apostado fuerte por esta ficción televisiva y ha tirado la casa por la ventana en publicidad tanto en los medios tradicionales como en las hoy en día indispensables redes sociales. Tal vez no juegue en la liga de Juego de Tronos en cuanto a bombardeo pero poco le falta. En la calidad ni entro porque la serie de la HBO no es de mi interés.
Algunos críticos han machacado a conciencia a Strangers Things. Lo más recurrido es que se trata de un refrito de los ochenta que hace algo más que tomar cosas prestadas de obras tan dispares como Los Goonies, E.T o Cuenta conmigo, es decir, que se sumerge sin ningún tipo de rubor en el universo de Stephen King o Spilberg saqueando a gusto y montando un puzzle curioso. Puede ser. No soy tan severo.
Vistas las dos temporadas me quedo sin duda con la primera, la segunda se me ha desinflado demasiado pronto cuando todo se hace más explícito pero para que nos vamos a engañar he pasado unas horas divertidas que no es poco. No juega en la liga de esas series que me vuelven loco y que puedo revisitar o incluso pillar un capítulo suelto y volverlo a ver porque hay mucha miga. Los creadores avisan con una tercera parte. De hecho con el éxito que tienen lo raro sería lo contrario pero mucho van a tener que estrujarse la materia gris para salir airosos con una trama que parece agotada. Veremos.
Vistas las dos temporadas me quedo sin duda con la primera, la segunda se me ha desinflado demasiado pronto cuando todo se hace más explícito pero para que nos vamos a engañar he pasado unas horas divertidas que no es poco. No juega en la liga de esas series que me vuelven loco y que puedo revisitar o incluso pillar un capítulo suelto y volverlo a ver porque hay mucha miga. Los creadores avisan con una tercera parte. De hecho con el éxito que tienen lo raro sería lo contrario pero mucho van a tener que estrujarse la materia gris para salir airosos con una trama que parece agotada. Veremos.
domingo, 3 de diciembre de 2017
William Bell. This is where I live
El pasado julio tuve la suerte de ver en directo a William Bell en el Festival de Blues de Getxo. Uno de esos conciertos inesperados que te alegran la noche de verano en cuestión. Bell además de recurrir a sus clásicos grabados en el sello Stax en los sesenta presentó sin complejos su último disco, This is Where I live que este mismo año ganó el grammy al mejor álbum de americana. De la mano del productor John Leventhal (Joan Osborne, Rosanne Cash) William Bell se sacó de la manga un disco muy bueno, sorprendente para las alturas a la que estamos de un tipo de 77 años.
La asociación con Leventhal le ha funcionado de tal manera que según confesaba en una entrevista a Ruta 66 hace unos meses ya preparan el segundo. Lo cierto es que el listón lo han puesto alto. En This is Where I live todas las canciones vienen firmadas por Bell y Leventhal excepto dos versiones del propio Leventhal y Rosanne Cash y de Jesse Winchester. Bell se encarga de las letras, reflexivas, echando la mirada atrás pero sin falsa nostalgia. El autor nos cuenta de dónde viene y lo que ha hecho en su carrera. Y lo visten con una música perfecta, que se ajusta al tono del álbum.
Una de las características esenciales de William Bell es la elegancia. Tal vez su faceta más conocida sea la de compositor para el sello Stax pero lo cierto es que Bell es un intérprete de altura; canta con mucho gusto, sin estridencias, ajustando su tono a lo que pide cada canción. Aquí hay unas cuantas muy buenas. Al menos media docena me lo parecen. De hecho no palidecen al lado de sus éxitos. Y se mueve con igual acierto en los tiempos más suaves como cuando le imprime un poco más de marcha.
Entre mis favoritas de este reivindicable disco están la que lo abre The Three of Me, desde la frase inicial: Last night I had a dream and there were three of me...Una canción exquisita, cocinada a fuego lento, con la guitarra de Leventhal sonando clara y meridiana acompañada de forma elegante por la sección de viento, una característica primordial de todo el álbum. Así es también en The House Always win, más pausada pero igual de certera y en Poison in the well, marchosa y contagiosa.
William Bell recupera para este disco una nueva grabación de la mítica Born under a bad sign compuesta junto a Booker T Jones en un arreglo diferente y como he escrito se casca algunos temas tan potentes e icónicos como el que da titulo al disco: This is where I Live con una de esas letras que se te quedan a la primera. La historia de su vida cantada de forma convincente y emotiva. Una de esas que la puedo escuchar en bucle. Y aquí hay unas cuantas más.
La trilogía que cierra el álbum es un perfecto ejemplo de los valores que atesora este disco, un triunfo absoluto: All The things you can´t remember con esos coros de falsetes elegantes, Mississsippi Arkansas Bridge directa al cátalogo de clásicos de este tipo, un tema que me volvió loco en Getxo y una despedida acorde a un disco de este pelaje con People want to go home. E insisto estos tres temas y alguno más los pones si o si en el recopilatorio de rigor de la carrera de este hombre. Soul elegante facturado con gusto exquisito.
Una de las características esenciales de William Bell es la elegancia. Tal vez su faceta más conocida sea la de compositor para el sello Stax pero lo cierto es que Bell es un intérprete de altura; canta con mucho gusto, sin estridencias, ajustando su tono a lo que pide cada canción. Aquí hay unas cuantas muy buenas. Al menos media docena me lo parecen. De hecho no palidecen al lado de sus éxitos. Y se mueve con igual acierto en los tiempos más suaves como cuando le imprime un poco más de marcha.
Entre mis favoritas de este reivindicable disco están la que lo abre The Three of Me, desde la frase inicial: Last night I had a dream and there were three of me...Una canción exquisita, cocinada a fuego lento, con la guitarra de Leventhal sonando clara y meridiana acompañada de forma elegante por la sección de viento, una característica primordial de todo el álbum. Así es también en The House Always win, más pausada pero igual de certera y en Poison in the well, marchosa y contagiosa.
William Bell recupera para este disco una nueva grabación de la mítica Born under a bad sign compuesta junto a Booker T Jones en un arreglo diferente y como he escrito se casca algunos temas tan potentes e icónicos como el que da titulo al disco: This is where I Live con una de esas letras que se te quedan a la primera. La historia de su vida cantada de forma convincente y emotiva. Una de esas que la puedo escuchar en bucle. Y aquí hay unas cuantas más.
La trilogía que cierra el álbum es un perfecto ejemplo de los valores que atesora este disco, un triunfo absoluto: All The things you can´t remember con esos coros de falsetes elegantes, Mississsippi Arkansas Bridge directa al cátalogo de clásicos de este tipo, un tema que me volvió loco en Getxo y una despedida acorde a un disco de este pelaje con People want to go home. E insisto estos tres temas y alguno más los pones si o si en el recopilatorio de rigor de la carrera de este hombre. Soul elegante facturado con gusto exquisito.
I was born in Memphis
In a different world
Now that time has come and gone
I was just a little boy
When I heard Sam Cooke singing
A change is gonna come
It touched my soul
And let me know
There’s a promise of a brand new day
Then I left my home
Started out on my own
This is where I live
This is where I live
This is where I give
All of my love, all my time, all my money, every dime
This is where I live
I was just sixteen when I hit New York
Singing in a big old band
I couldn’t believe the things I saw and heard
But it sure enough made me a man
In a hotel room I wrote me a song
And it took me all around the world
And now I spend all my time playing music making rhymes
In a different world
Now that time has come and gone
I was just a little boy
When I heard Sam Cooke singing
A change is gonna come
It touched my soul
And let me know
There’s a promise of a brand new day
Then I left my home
Started out on my own
This is where I live
This is where I live
This is where I give
All of my love, all my time, all my money, every dime
This is where I live
I was just sixteen when I hit New York
Singing in a big old band
I couldn’t believe the things I saw and heard
But it sure enough made me a man
In a hotel room I wrote me a song
And it took me all around the world
And now I spend all my time playing music making rhymes
miércoles, 29 de noviembre de 2017
Cracker. Gentleman´s Blues
En agosto de 2018 se cumplirán veinte años desde que Cracker editaran aquella maravilla titulada Gentleman´s blues. Esa rodaja hacía la cuarta de su discografía y era una demostración de que esta banda iba en serio. Vinieron para quedarse y afortunadamente siguen entre nosotros a pesar de la que está cayendo en el mundillo rockero para bandas como ellos. Gentleman´s blues es el disco perfecto para conectar con todas las facetas de Cracker. Esta la inmediatez, la urgencia de la que hacen gala como pocas bandas, el eclecticismo bien entendido, siempre sobre base de excelentes composiciones y un sonido meridiano, claro, que hace que escuchar este álbum sea una gozada. Ninguna canción ha perdido un ápice de frescura. Y la producción de Don Smith a la sazón ingeniero de sonido y responsable de las mezclas es fundamental.
Desde que descubrí esta banda uno de los aspectos que más me llamó la atención fue el sonido de la guitarra cortesía de Johnny Hickman, un hacha soberbio de la escuela del menos es más, un tipo con las ideas claras y con un sonido propio y reconocible. Poder degustar a este guitarrista a escasos dos metros en los conciertos es una experiencia que recomiendo a cualquiera que le guste ese instrumento. Y un puto privilegio. Siempre lo digo y me gustaría que no fuese así, pero su desgracia es nuestra fortuna porque ver a una banda de este calibre en garitos para 300 personas como mucho es una puta voladura de cabeza, algo de locos.
Gentleman´s blues tiene uno de esos comienzos atómicos. La perfecta combinación de pop y rock en tres temas a cual mejor y que me parecen perfectos para abrir sus conciertos. Cualquiera es una opción certera: Good Life, Seven Days (con la que abrieron en Helldorado en 2015) y Star. Canciones que deberían haber reventado los charts pero que a duras penas llegaron al Top 200 de Billboard. En un registro totalmente diferente James River es hipnótica con una soberbia interpretación a la guitarra de Hickman y un piano sugerente para acompañar a la voz de Lowery. En esa tesitura se mueve también Lullabye. Canciones minimalistas pero que se te pegan sin remedio. En esta ocasión los coros sencillos, misteriosos le dan un plus total a la canción.
Pero antes me he dejado otro trío imponente: My Life is Totally Boring Without you, Been Around the World y The World is mine. Qué puedo decir de la primera, favorita personal, una de esas canciones que me viene en cualquier momento y en la que los coros son deliciosos. En Been Around the World de nuevo Hickman la lía con unos punteos estratosféricos en un final de canción irresistible. Es otra de las que me encanta escuchar en directo. The World is mine es directa, un puñetazo en la mesa, arrebatadoramente punk.
No sólo de Hickman voy a escribir. Lowery es fundamental en esta obra magna de la banda. Excepto en tres temas que firma Hickman en solitario (Trials & Tribulations, Hold on myself y Wedding Day) en los otros 13 el amigo David está en la composición y pone su peculiar voz al servicio de casi todos ellos. Y lo destacable del asunto es que no hay canción mala (voy a reconocer que I want out of the circus es la única con la que no conecto) y que hay una variedad estilistica apabullante. El pop y el rock lo llevan en el adn pero es que además la variable country que aporta Hickman y una sorprendente veta soul en varios temas hace que este sea el disco por antonomasia en la carrera de estos tipos.
A pesar de la foto que he puesto el cd que tengo no es original. Pertenece a aquella época en la que grababa muchos discos e incluso fotocopiaba las portadas en color y todo. Por lo tanto no tengo los créditos pero creo recordar que por aquí además de Lowery y Hickman, están Bob Rupe al bajo, Frank Funaro a la batería (otro tipo del que se habla poco y merece mucha más bola) y una pléyade de colaboradores que intimida: Mike Campbell y Benmont Tench de ya sabéis donde, Kenny Margolis o Tommy Stinson (Replacements) y lo que me intriga es de quién son las voces femeninas, mágicas en Hallelujah y Cinderella, un final de película.
Este disco puso fin a la relación de Cracker con Virgin una major con la que en anteriores discos habían hecho vídeos promocionales que gozaron de éxito como Low o I hate my generation pero cuando llegaron a Gentleman´s blues parece que ya no había pasta para soporte audiovisual y por ejemplo el álbum ni siquiera se editó en vinilo. Sería de justicia que para el 20 aniversario del disco se editase en ese formato y se reeditase en cd. Es inconcebible que una ristra de canciones de este calibre sólo esté al alcance del puto Spotify. Porca miseria. So we were standing, like the last rock band in the planet....Vamos, copón!!!!!!
Gentleman´s blues tiene uno de esos comienzos atómicos. La perfecta combinación de pop y rock en tres temas a cual mejor y que me parecen perfectos para abrir sus conciertos. Cualquiera es una opción certera: Good Life, Seven Days (con la que abrieron en Helldorado en 2015) y Star. Canciones que deberían haber reventado los charts pero que a duras penas llegaron al Top 200 de Billboard. En un registro totalmente diferente James River es hipnótica con una soberbia interpretación a la guitarra de Hickman y un piano sugerente para acompañar a la voz de Lowery. En esa tesitura se mueve también Lullabye. Canciones minimalistas pero que se te pegan sin remedio. En esta ocasión los coros sencillos, misteriosos le dan un plus total a la canción.
Pero antes me he dejado otro trío imponente: My Life is Totally Boring Without you, Been Around the World y The World is mine. Qué puedo decir de la primera, favorita personal, una de esas canciones que me viene en cualquier momento y en la que los coros son deliciosos. En Been Around the World de nuevo Hickman la lía con unos punteos estratosféricos en un final de canción irresistible. Es otra de las que me encanta escuchar en directo. The World is mine es directa, un puñetazo en la mesa, arrebatadoramente punk.
No sólo de Hickman voy a escribir. Lowery es fundamental en esta obra magna de la banda. Excepto en tres temas que firma Hickman en solitario (Trials & Tribulations, Hold on myself y Wedding Day) en los otros 13 el amigo David está en la composición y pone su peculiar voz al servicio de casi todos ellos. Y lo destacable del asunto es que no hay canción mala (voy a reconocer que I want out of the circus es la única con la que no conecto) y que hay una variedad estilistica apabullante. El pop y el rock lo llevan en el adn pero es que además la variable country que aporta Hickman y una sorprendente veta soul en varios temas hace que este sea el disco por antonomasia en la carrera de estos tipos.
A pesar de la foto que he puesto el cd que tengo no es original. Pertenece a aquella época en la que grababa muchos discos e incluso fotocopiaba las portadas en color y todo. Por lo tanto no tengo los créditos pero creo recordar que por aquí además de Lowery y Hickman, están Bob Rupe al bajo, Frank Funaro a la batería (otro tipo del que se habla poco y merece mucha más bola) y una pléyade de colaboradores que intimida: Mike Campbell y Benmont Tench de ya sabéis donde, Kenny Margolis o Tommy Stinson (Replacements) y lo que me intriga es de quién son las voces femeninas, mágicas en Hallelujah y Cinderella, un final de película.
Este disco puso fin a la relación de Cracker con Virgin una major con la que en anteriores discos habían hecho vídeos promocionales que gozaron de éxito como Low o I hate my generation pero cuando llegaron a Gentleman´s blues parece que ya no había pasta para soporte audiovisual y por ejemplo el álbum ni siquiera se editó en vinilo. Sería de justicia que para el 20 aniversario del disco se editase en ese formato y se reeditase en cd. Es inconcebible que una ristra de canciones de este calibre sólo esté al alcance del puto Spotify. Porca miseria. So we were standing, like the last rock band in the planet....Vamos, copón!!!!!!
viernes, 17 de noviembre de 2017
Chris Robinson. Glow
El bueno de Chris se merece otro post. Siempre. El reciente anuncio de su gira por estos lares para el próximo marzo nos ha revolucionado a unos cuantos. Y es que su concierto va a ser en el Antzoki y ante el temor de que vuelen las entradas , dado el limitado aforo del recinto, hemos hecho click con suma celeridad con los putos gastos de gestión de siempre. Habría merecido ser un poco paciente y pillarlas en el bareto de Barakaldo donde las vendían. Una entrada como las de antes y no la chufa esa que te dan por internet que encima te tienes que imprimir o llevar en el móvil. Pero en fin ya está hecho. Nos puede el ansia.
Y precisamente Chris aboga por lo contrario. Releo una entrevista que dio al Ruta 66 el pasado año y me deleito con sus diatribas contra las corporaciones y los algoritmos. Me sumerjo en su universo hippy con sumo gusto. Venga, una alfombra, incienso, maría, unos candelabros y a gozar con su música.Sin prisa. Peace and Love. Este firibustero me tiene atrapado. Y lo ha hecho siguiendo su camino al margen de los Black Crowes, con mucho gusto y toneladas de talento. Tanto New Earth Mud como This Magnificed Distance así como está nueva encarnación con Brotherhood (Big Moon Ritual, Magic Door, Barefoot in the head) le muestra muy pero que muy inspirado y bien rodeado. Chris lejos de seguir la estela de los Cuervos va por otros derroteros y defiende en directo su discografía en solitario sin necesidad de recurrir a temas de Black Crowes. Y yo le sigo gustoso, en la gloria. Y no me puedo quitar de la mente su imagen en el porche de su casa contando los billetes....
martes, 14 de noviembre de 2017
martes, 7 de noviembre de 2017
Soul, falsetes y pánico en las primeras filas de Glenn Hughes
Cada vez que escucho cierta música soul en la que abundan los falsetes arreglos orquestales y secciones de viento en perfecta armonía me acuerdo de una conversación que tuve con Alvaro tras un concierto de Glenn Hughes en la sala Rockstar de Barakado. Aquel día Hughes dio igual cancha a su vertiente soul (no en vano presentaba su disco Funk) como a la más rockera. De hecho me acuerdo que otro colega (Grushecky) decía que por momentos le había recordado a Prince. Sabido es que uno de los cantantes favoritos de Glenn Hughes es Stevie Wonder, dato que jamás esconde en las entrevistas y del que algún contemporáneo suyo ha hecho chanza más de una vez.
Aquel día Alvaro me comentó tras el bolo que algunos asistentes situados a su lado se habían puesto un poco nerviosos cuando Hughes dio rienda suelta a sus falsetes y saco a pasear sin ningún tipo de rubor su faceta soul. Cierto personal quería que atronase con Burn y Mistreated de Deep Purple y no se sentía nada cómodo con lo que estaba sucediendo sobre el escenario. A mi colega y a mi no nos molestaba en absoluto y recuerdo aquel concierto con mucho cariño, de hecho salí flotando de allí ante el poderío de este hombre sobre las tablas cosa que no puedo decir de la última vez que le vi.
Pero querido lector no se deje engañar. Si estoy una semana seguida, que puede ser y fácil, haciendo sonar nocturnamente soul sofisticado o directo a dónde tu y yo sabemos ineludiblemente la siguiente tengo que salir a cazar ciervos con mi amigo Rober, ataviado con ropa de camuflaje y haciendo sonar de forma atronadora Monster Magnet, Anthrax y Corrosion of Conformity. Mi colega ya se encargará de cosas más fuertes tipo Pantera o Slayer. Eso si a la noche de nuevo Al Green. Y es que no tengo remedio...
Todo esto me viene a la mente tras haber hecho sonar en la tienda el último disco de Curtis Harding que encaja perfectamente con los parámetros antes descritos. Un par de clientes del sector heavy echaban pestes del tal Harding pero yo no he podido evitar ponerlo más alto. Va por ellos.
miércoles, 1 de noviembre de 2017
Tom Petty. House in the Woods
I'm goin' down to the house in the woods
See my little darlin'
I'm goin' down, out in the fields
With summertime comin'
Oh my love, what can I do
What can I do but love you?
For the rest of my days, the rest of my nights
What can I do but love you?
Summertime falls on the house in the woods
Back by the power lines
I ain't got a neighbor for nine or ten miles
Back in the tall pines
And hey, now baby, what can I do?
What am I goin' to do but trust you?
The rest of my nights, the rest of my days
What can I do but love you?
Hey now baby, what can I do?
What am I goin' to do but love you
For the rest of my days, the rest of my nights
What could I do but love you?
See my little darlin'
I'm goin' down, out in the fields
With summertime comin'
Oh my love, what can I do
What can I do but love you?
For the rest of my days, the rest of my nights
What can I do but love you?
Summertime falls on the house in the woods
Back by the power lines
I ain't got a neighbor for nine or ten miles
Back in the tall pines
And hey, now baby, what can I do?
What am I goin' to do but trust you?
The rest of my nights, the rest of my days
What can I do but love you?
Hey now baby, what can I do?
What am I goin' to do but love you
For the rest of my days, the rest of my nights
What could I do but love you?
domingo, 22 de octubre de 2017
Algunos de mis productores musicales favoritos
El pasado viernes llegó a la tienda el primer disco en solitario de Billy Corgan. Vaya por delante que nunca conecté demasiado con la música de Smashing Pumpkins a pesar de que algún amigo me hablaba constantemente de la grandeza de Mellon Collie and the Infinite Sadness. Lo pusimos y leí en los créditos que esta producido por Rick Rubin y eso nos dio pie para iniciar un debate sobre los productores musicales. En su día escribí un pequeño post sobre el tema. Vamos con la segunda parte o algo parecido.
El caso de Rick Rubin es peculiar. Comenzó su carrera produciendo bandas de hip hop y metal y obtuvo su mayor reconocimiento con los American Recordings de Johnny Cash. Según me comenta un amigo al parecer Rubin no es que tenga muchos conocimientos en cuanto a sonido, no es un ingeniero de sonido al uso sino que su labor es otra. No sé cuál pero le alabo el gusto. Algunos de mis discos favoritos llevan su firma y aunque siempre comento que las canciones son los más importante a veces un productor las puede hundir y en otras realzar como en el caso de Rubin. Desconozco qué caché tendrá hoy la marca Rubin o si ya simplemente es eso una marca. Pero que le quiten lo producido.
Si su asociación con Cash fue antológica no le va a la zaga la que le reunió con Tom Petty & Heartbreakers en sus tres rodajas imprescindibles de los noventa: Wildflowers, She´s the one y Echo. También en esa década dio forma al imbatible Blood Sugar Sex Magik de Red Hot Chilli Peppers o al triunfo absoluto que supuso Wandering Spirit de Mick Jagger con el que no congenió ni un poquito. Su fórmula mágica parecía no tener fin pero confieso que después le he perdido la pista. Eso si admito que el de Corgan suena muy bien.
Un tipo cercano a Rubin es otro de mis favoritos. Se trata de George Drakoulias en cuyo haber figuran obras imperecederas tan hondas y distintas entre si como The Souther Harmony & Musical Companion, Dust, Hollywood Town Hall, Tomorrow the green grass, The Last Dj o Back to the River. A este le he perdido más la pista todavía que a Rubin. Y parece jugar en otra liga más modesta que Rubin. Lo último que sé de él es que trabajaba como supervisor de bandas sonoras.
Y finalizo con tres de mis productores favoritos que sin duda no son tan conocidos como los anteriormente mencionados: Hendrik Röver, Buddy Miller y Joe Henry. El primero además de ser el artífice del sonido de unos cuantos discos de Los Deltonos que me vuelven loco (GT, Buenos Tiempos o Salud) ha producido uno de las rodajas que más me han gustado de los últimos años: Black Cotton Limited de The Soul Jacket. Su fórmula parece consistir en condimentar los elementos básicos de una grabación de forma sencilla. Sin artificios ni mandangas raras. Directo, crudo a la par que sutil de la escuela del siguiente artista Buddy Miller.
Buddy Miller además de encargarse de la tarea de producción en todos sus discos, algunos arrebatadores (Universal United House of Prayer o Written In Chalk) ha dejado su impronta en Nashville de Solomon Burke aunando a la perfección el country y el soul y se ha adaptado perfectamente a las exigencias de Robert Plant en Band of Joy. Me quedan pendientes de escuchar Let´s Go de The McCrary Sisters y Leavin Eden de Carolina Chocolate Drops.
Y para el final el hombre tras el disco más maravilloso sobre la faz de la tierra. Ese que van a enviar al espacio exterior por si acaso para que escuchen como se las gastan los terrícolas. Don´t Give Up On Me. ¿Alguien lo dudaba? Además de aportar toda su sapiencia a semejante rodaja sus propios discos Scar, Civilians o Blood from the stars son una muestra inequívoca del saber hacer de este tipo. Al igual que el áspero duro pero entrañable I´ve Got My Own Hell To Raise de Bettye Lavette.
Y finalizo con tres de mis productores favoritos que sin duda no son tan conocidos como los anteriormente mencionados: Hendrik Röver, Buddy Miller y Joe Henry. El primero además de ser el artífice del sonido de unos cuantos discos de Los Deltonos que me vuelven loco (GT, Buenos Tiempos o Salud) ha producido uno de las rodajas que más me han gustado de los últimos años: Black Cotton Limited de The Soul Jacket. Su fórmula parece consistir en condimentar los elementos básicos de una grabación de forma sencilla. Sin artificios ni mandangas raras. Directo, crudo a la par que sutil de la escuela del siguiente artista Buddy Miller.
Buddy Miller además de encargarse de la tarea de producción en todos sus discos, algunos arrebatadores (Universal United House of Prayer o Written In Chalk) ha dejado su impronta en Nashville de Solomon Burke aunando a la perfección el country y el soul y se ha adaptado perfectamente a las exigencias de Robert Plant en Band of Joy. Me quedan pendientes de escuchar Let´s Go de The McCrary Sisters y Leavin Eden de Carolina Chocolate Drops.
Y para el final el hombre tras el disco más maravilloso sobre la faz de la tierra. Ese que van a enviar al espacio exterior por si acaso para que escuchen como se las gastan los terrícolas. Don´t Give Up On Me. ¿Alguien lo dudaba? Además de aportar toda su sapiencia a semejante rodaja sus propios discos Scar, Civilians o Blood from the stars son una muestra inequívoca del saber hacer de este tipo. Al igual que el áspero duro pero entrañable I´ve Got My Own Hell To Raise de Bettye Lavette.
viernes, 20 de octubre de 2017
miércoles, 4 de octubre de 2017
Tom Petty & The Heartbreakers. Have Love Will Travel
Lo que sí se es que desde que mi primo Oscar me lo descubrió a finales de los ochenta con Full Moon Fever se hizo un hueco en mi casa. No había quién lo moviese de ahí. Mi trilogía favorita de su excelsa discografía es Wildflowers, Shes´s the one y Echo. En los noventa con la complicidad de Rick Rubin explotó todo su potencial, enorme. Un artesano de las canciones. Un mago de las melodías y de las armonías vocales. Alguien que recogía el legado de los más grandes sin ningún tipo de complejo. Tenía temas para parar un tren. Para recorrer el mundo de arriba abajo. Una banda sonora vital. Canciones luminosas, melancólicas, cañeras.... De todo. En los últimos tiempos incluso se sumergía en adictivas jams donde todo lo que sonaba tenía sentido.
Hoy mi pensamiento está con su familia y su banda. No se podía estar mejor rodeado. Mike Campbell y Benmon Tench le acompañaban desde siempre. Y elevaban su música a los altares. Scott Thurston era un de sus amigos más cercanos, un músico de esos en la sombra capaz de tocar varios instrumentos y hacer unas armonías vocales fantásticas. Steve Ferrone, Ron Blair, todos formaban una banda única. Y parecía que les quedaban todavía jugosas rodajas por grabar, cientos de conciertos por disfrutar, nuevos lugares que visitar.
En esto de juntar letras una de mis experiencias más satisfactorias fue escribir para la This is Rock hace unos años una pequeña sección habitual en la revista dedicada a Tom Petty. The Essential se titulaba y consistía en elegir dos discos denominados básicos, cuatro fantásticos, tres invitados y el polizón. Y a pesar de las sanas discrepancias con algunos redactores disfruté haciéndolo al ritmo de su música y quedé satisfecho con el resultado (algo poco habitual). Años después esa misma revista publicó una excelente entrevista con el rubio de Florida a cargo de Mat Snow.
Como he escrito tengo claro cual es mi trilogía favorita de este hombre pero en casi todos sus discos hay maravillosas canciones. Puro rock´n roll, auténtico, ejecutado con maestría por Tom y la banda más fiable sobre la faz de la tierra: The Heartbreakers. De los que nunca se menciona tengo especial predilección por The Last Dj, favorito personal que siempre me viene bien escuchar. Hay van dos de mis temas fetiche de dicho álbum: Money Becomes King y Blue Sunday.
Como he escrito tengo claro cual es mi trilogía favorita de este hombre pero en casi todos sus discos hay maravillosas canciones. Puro rock´n roll, auténtico, ejecutado con maestría por Tom y la banda más fiable sobre la faz de la tierra: The Heartbreakers. De los que nunca se menciona tengo especial predilección por The Last Dj, favorito personal que siempre me viene bien escuchar. Hay van dos de mis temas fetiche de dicho álbum: Money Becomes King y Blue Sunday.
lunes, 2 de octubre de 2017
domingo, 1 de octubre de 2017
sábado, 30 de septiembre de 2017
Bilbao Basket 2017-18
Nueva temporada de RetaBet Bilbao Basket en la Liga ACB lo que viendo como está el patio es motivo de celebración. El club tiene una deuda importante y los pasos que se están dando van encaminados a contener el gasto y saldar lo que se debe en unos años. El camino está marcado y salirse de él sería un error mayúsculo. Las estrecheces económicas son compañeras de viaje y la dirección deportiva encabezada por Raül López con la ayuda de Igor Minteguia se ha movido rápido en el mercado para fichar. Se intentará lo de siempre bueno, bonito y barato. A ver qué tal salen los fichajes, hasta 6, que tendrán que ser ayudados por el núcleo duro formado por Mumbrú, Hervelle, Tabu y en menor medida Salgado. Dejan Todorovic parece que está ante la temporada más importante de su carrera. Todo indica que tendrá más minutos y responsabilidad. Cualidades tiene. Veremos.
Fichajes
En el apartado de incorporaciones la primera que se realizó también ha sido la primera en abandonar el barco. Por lo que sea Jameel Mckay no ha convencido y se le ha dado puerta rápido. Se le ha sustituido por un pivot de esos trotamundos con experiencia en ligas tan variopintas como la australiana o la estonia, además de en la D-League y una treintena de partidos en la NBA. Mickell Gladness se llama y parece el típico especialista defensivo y reboteador con limitaciones en ataque. Una incógnita más a sumar a la larga lista.
Ricardo Fischer.
A priori junto a Peré Tomas uno de los jugadores que más rendimiento inmediato puede ofrecer. El brasileño llega de la liga de su país ha sido internacional y parece un buen complemento para el puesto de base. En teoría es el suplente y con la puntual ayuda de Javi Salgado (todavía con capacidad para ayudar unos minutos) puede dar cobertura al teórico titular: Jonathan Tabu.
Lucio Redivo
El fichaje que más ruido mediático ha despertado es el de este bajito escolta argentino (apenas 1,80) Lucio Redivo. Internacional, viene de jugar con su selección la America Fibacup en la que Argentina disputó la final contra Estados Unidos. En la pretemporada con Bilbao Basket ha tenido una actuación destacable con mucho protagonismo ofensivo y con un par de actuaciones muy ilusionantes. Las dudas vienen por su escasa estatura y un físico limitado para la ACB pero si con Argentina ha jugado a un nivel alto por qué no va a trasladarlo a esta liga. Expectación.
Peré Tomas.
Recién cumplidos los 28 años Peré Tomas está ante una oportunidad de brillar en un equipo en principio con más posibilidades que su anterior club: Assignia Manresa. Ha jugado más de 250 partidos en la ACB y prometía más de lo que ha dado hasta ahora pero nunca es tarde y todo indica que Duran confía en el plenamente y le va a dar muchos minutos y un papel estelar. Su rendimiento parece garantizado y lo que en el fondo se espera es que explote definitivamente teniendo un rol más protagonista. Podría ser. Eso esperamos.
Shanne Hammink
Procedente de la Universidad de Valparaíso de la NCAA Hammink es un escolta-alero holandés sin experiencia profesional que ha estado en el quinteto de mejores europeos que juega en la liga universitaria americana. Lo poco que le he visto tiene buena pinta, un jugador con buen físico y aptitud defensiva. Sus números en la NCAA son muy buenos pero trasladar eso al ámbito profesional puede ser muy complicado. En principio parece que será el jugador que de descanso a Pere Tomás.
Tim Kempton Jr.
Otro universitario de la NCAA con muy buenos números allí ante su primera experiencia profesional. Otra incógnita que en principio partirá como cinco suplente. Es una apuesta arriesgada como casi todos los fichajes y entre sus reclamos está el haber sido uno de los dos únicos jugadores que ha superado la media de 10 rebotes por partido en la liga universitaria americana.
Vasiile Vujetic
Cedido el año pasado en Zornotza donde tuvo un papel estelar en Leb Plata se supone que este año irá poco a poco cogiendo minutos teniendo en cuenta que el club juega en dos competiciones. Barrunto que pueda tener más presencia en Eurocup. Otro que es muy joven (21 años) y con el que habrá que tener mucha paciencia, la clave este año.
Tengo claro que con la plantilla que tiene el RetaBet Bilbao Basket el objetivo no es otro que la permanencia. Cualquier otra posibilidad sería una sorpresa para mi. Hay un núcleo duro ya mencionado y no menos de la mitad de la plantilla nueva en estas lides, algunos sin ninguna experiencia y otros con muchos partidos pero en otras ligas de menos nivel. Por lo tanto paciencia y a disfrutar. Seguro que lo hago. Me gusta ir a Miribilla a seis o siete partidos al año, quiero que gane el BB pero me flipa tanto el basket que disfruto por igual del juego de los rivales. Espero divertirme y si el BB llega como el año pasado con opciones de playoff hasta el final será una macanuda sorpresa para el que escribe.
sábado, 23 de septiembre de 2017
Chris Robinson & Brotherhood. Barefoot in the head
Las buenas vibraciones y paz que desprende la música de Chris Robinson es inversamente proporcional a su modus operandi con sus compañeros y hermano en Black Crowes. Rich Robinson se despacha a gusto en Popular 1 de este mes contra Chris. Entre otras cosas comenta que es un amargado al que le fastidia que las canciones de los Cuervos sean también de él, que si Magpie Salute es una banda tributo a Black Crowes la de su hermano Chris es un vulgar copia de Grateful Dead.... En fin que no parece que vayan a celebrar la Navidad ni comer el pavo de Acción de Gracias juntos.
Lo cierto es que no recuerdo demasiados períodos de armonía entre estos dos sujetos. Cara al público siempre parecía que Chris era el dicharachero, juerguista y hippie y Rich el serio, amargado y en guardia permanente. Pero parece que bajo la alfombra hippie de Chris se esconde una ambición desmedida. Proponer a su hermano que es el que compone toda la música de la banda, y al batería original (Steve Gorman) que sean sus asalariados es echarle mucho morro. No le critico. Yo hubiese intentado lo mismo. Si cuela...
Dejando todas estas zarandajas a un lado lo cierto es que el último disco de Chris Robinson, Barefoot in the head le muestra en un excelente estado de forma. La música fluye y Chris pone su maravillosa voz a una ristra de canciones que siguen la línea estílistica de sus dos anteriores discos pero con variantes más jugosas, de hecho mejora ostensiblemente las anteriores propuestas sencillamente porque las canciones son mejores, van más al grano, están mejor construidas.
Toda esta nueva etapa de Chris Robinson Brotherhood está marcada por la obsesión de Chris con Grateful Dead. Incluso algunos señalan que esto no es más que una copia de los de Jerry García y cía... Sinceramente no tengo ni idea. Apenas piloto un par de discos de Grateful Dead y desconozco si las canciones de Chris son originales, copias o sinceros homenajes. Como la ignorancia es atrevida me limito a disfrutar con estas diez canciones y lo hago de lo lindo además.
El disco llegó a la tienda en mi periodo vacacional y nadie lo había hecho sonar. A los dos o tres días de mi reincorporación le di cancha y poco a poco me fue cautivando y también a bastantes clientes porque esa semana varios me preguntaron qué era lo que sonaba y las ventas fueron buenas. Good vibrations con Chris. Una diferencia sustancial respecto a sus anteriores trabajos es la duración de las canciones. Ninguna sobrepasa los seis minutos, le veo potencial comercial incluso, algunas enganchan que no veas, las tarareas una y otra vez...
Así de primeras se me quedaron Hark, The Herald Hermit Speaks y Blonde Light Of Morning. No me las podía quitar de la cabeza. La primera más movidita la segunda con unos coros ultra cool, dos muestras perfectas de los derroteros por los que se mueve Chris en la actualidad. Y en ambas hay espacio para que brillen los escuderos de Chris. Tanto Neal Casal a la guitarra como Adam McDougall están excelsos. Eso si me imagino que les pagara poco.
Una de mis favoritas es Blue Star Woman, una pieza que podría haber encajado perfectamente en Amorica. Aquí la guitarra de Neal Casal echa chispas y le secunda de forma maravillosa el piano llegando a un minuto final psicodelico que mola mucho. High is Not The Top es otra destacada, más campestre un tema que me recuerda a Neil Young. En If You Had a Heart To Break los coros juegan un papel fundamental. Es la canción más larga del disco y no aburre en ningún momento. Impagable escuchar a Chris cantando Love come to me en Glow con instrumentación hippiosa a más no poder... Tal vez canta Love pero esta pensando en Money. En cualquier caso maravilloso disco tan luminoso como su debut, al mismo nivel que This Magnificed distance y superior a Big Moon Ritual. Una carrera en solitario muy interesante la de este encantador cabroncete.
miércoles, 20 de septiembre de 2017
The Kinks. The Singles Collection
La primera vez que vi en directo a Ray Davies fue en la campa de Mendizabala en 2003 el debut del Festival Azkena en esa ubicación. Guardo un recuerdo atómico de aquella edición. Además de Ray Davies, Steve Earle, Iggy Pop, Cracker o The Jayhawks pasaron por aquellos escenarios. Acudí a la cita con el líder de The Kinks en pañales en cuanto a conocimiento de su obra se refiere. Tan sólo tenía un doble en directo que me había grabado mi amigo Rober, To The Bone se titula, un artefacto grabado en los noventa con todos los clásicos de los Kinks sonando a todo trapo en directo. Versiones crudas, directas y adictivas en vivo de un material que no envejece. Y lo comprobé allí mismo con un Davies dando un emocionante repaso a su espléndido repertorio.
Tras aquel concierto me hice con mucho material de los Kinks. Joseba, un compañero del trabajo de entonces me dejó varios discos y me compré unos cuantos más y fue una decisión acertada a más no poder. The Kinks es una banda que tal vez viva a la sombra de Beatles, Stones o The Who pero no hay duda de que juegan en esa liga. Sucede lo mismo como con The Faces, quizá no se les nombra tanto pero tiene una discografía en la que perderse y gozar con ella.
De todo el material que adquirí Lola vs Powerman es junto a Muswell Hillbillies y Village Green Preservation Society es mi trilogía favorita de estos británicos capaces de tanto de armar precisas canciones pop como de sacarse unos riff poderosos, cortantes y que se te clavan para siempre. Se les considera de alguna forma los padres del hard rock y seguro que mucho tuvo que ver las versiones de varios temas a cargo de Van Halen. Los de Pasadena elevaron al infinito y más allá tres temas de The Kinks con su inimitable estilo: You Really Got Me, All Day and All Of The Night y Where Have All The Good Times Gone.
Más allá de su carácter innovador, de piedra angular del hard rock y demás historias lo cierto es que los riffs de You Really Got Me, All Day and All Of The Night o Till the End Of The Day son un prodigio de electricidad, verdaderas gemmas del rock´n roll cocinadas con sumo gusto por este combo británico capaz de abordar también otras tesituras igualmente valiosas, joyas como Set Me Free, David Watts, Waterloo Sunset o esa brillante Dedicated Follower Of Fashion para mi siempre ligada a una cachonda escena de En el nombre del Padre.
The Singles collection recoge temas del periodo 1964 - 1970, 25 canciones compuestas en su mayoría por Ray Davies con la excepción de la versión de Little Richard, Long Tong Sally una canción que el propio Ray no estaba muy seguro de hacer como se indica en el libreto escrito por Peter Dogget en el que se repasan de forma amena las peculiaridades de estos 25 temas. Aunque The Kinks no hubiesen grabado nada más en su historia esto ya les otorga un pase a la eternidad. Y es un placer seguir su rastro en bandas que me apasionan como Marah, Cracker o Tom Petty & Heartbreakers.
Más allá de su carácter innovador, de piedra angular del hard rock y demás historias lo cierto es que los riffs de You Really Got Me, All Day and All Of The Night o Till the End Of The Day son un prodigio de electricidad, verdaderas gemmas del rock´n roll cocinadas con sumo gusto por este combo británico capaz de abordar también otras tesituras igualmente valiosas, joyas como Set Me Free, David Watts, Waterloo Sunset o esa brillante Dedicated Follower Of Fashion para mi siempre ligada a una cachonda escena de En el nombre del Padre.
The Singles collection recoge temas del periodo 1964 - 1970, 25 canciones compuestas en su mayoría por Ray Davies con la excepción de la versión de Little Richard, Long Tong Sally una canción que el propio Ray no estaba muy seguro de hacer como se indica en el libreto escrito por Peter Dogget en el que se repasan de forma amena las peculiaridades de estos 25 temas. Aunque The Kinks no hubiesen grabado nada más en su historia esto ya les otorga un pase a la eternidad. Y es un placer seguir su rastro en bandas que me apasionan como Marah, Cracker o Tom Petty & Heartbreakers.