Falta un mes escaso para que la gira de Michael Monroe pase cerca de mi casa. Una oportunidad que espero aprovechar porque en los últimos tiempos la música de este sujeto es de lo primero que suena en mi hogar. Sus discos son ideales para iniciar el día. Además del mítico Demolition 23 estoy disfrutando de lo lindo con sus dos últimas referencias en estudio: Sensory Overdrive y Horns and Halos. Ambos nos muestran a un Michael Monroe inspirado y muy bien acompañado. Y ahí está una de las claves del asunto.
Horns and Halos se publicó el pasado año y en él Michael se rodea de su inseparable Sami Yaffa al bajo, Steve Conte y Dregen a las guitarras y Karl Rockfist a la batería. Con alguna variación, Dregen por Ginger, parece que esta formación se ha asentado y eso es motivo de celebración. Uno de los aspectos que me llama la atención es que las canciones están compuestas en equipo sobresaliendo en esta faceta Steve Conte que participa en los 13 cortes del álbum (11 + 2 bonus track) y que firma en solitario algunos de los mejores temas: Ballad of the Lower East Side, Saturday Night Special y Don´t Block the Sun.
El disco se inicia a todo trapo con TNT Diet, una canción efectiva que seguro en directo gana enteros porque así de primeras es de las que menos me gusta junto al corte 8 Soul Surrender. Para mi a partir de ahí todos los temas son mejores. Le sigue la mencionada Ballad of the Lower East Side, una de esas canciones con todas las papeletas para convertirse en un himno en directo. La tercera Eighteen Angels es mi favorita del disco. Firmada por Conte, Dregen y Yaffa tiene todos los ingredientes que me gustan en la música de Michael Monroe incluyendo unos radiantes momentos de saxo y armónica. Tremenda.
Cada vez que escucho algo de Michael Monroe me espero algo a la altura de Demolition 23 pero no todos los días se puede grabar un álbum tan perfecto. Horns and Halos es otra rodaja maravillosa con momentos sublimes. Aquí hay no menos de media docena de temas con un nivel tremendo y porque no escribirlo a la altura de Demolition 23. Yo al menos me pongo a cien con temas como la triada final: Half the way, Ritual y Hands are tied. Monroe canta con la chulería y la fiereza que le caracteriza y la banda suena de traca. Cuanto el amigo Michael coge el saxo le da un toque muy chulo al tema en cuestión como en Hands are Tied o Eighteen Angels. Esto en directo tiene que ser un tremendo subidón.
El disco se inicia a todo trapo con TNT Diet, una canción efectiva que seguro en directo gana enteros porque así de primeras es de las que menos me gusta junto al corte 8 Soul Surrender. Para mi a partir de ahí todos los temas son mejores. Le sigue la mencionada Ballad of the Lower East Side, una de esas canciones con todas las papeletas para convertirse en un himno en directo. La tercera Eighteen Angels es mi favorita del disco. Firmada por Conte, Dregen y Yaffa tiene todos los ingredientes que me gustan en la música de Michael Monroe incluyendo unos radiantes momentos de saxo y armónica. Tremenda.
Cada vez que escucho algo de Michael Monroe me espero algo a la altura de Demolition 23 pero no todos los días se puede grabar un álbum tan perfecto. Horns and Halos es otra rodaja maravillosa con momentos sublimes. Aquí hay no menos de media docena de temas con un nivel tremendo y porque no escribirlo a la altura de Demolition 23. Yo al menos me pongo a cien con temas como la triada final: Half the way, Ritual y Hands are tied. Monroe canta con la chulería y la fiereza que le caracteriza y la banda suena de traca. Cuanto el amigo Michael coge el saxo le da un toque muy chulo al tema en cuestión como en Hands are Tied o Eighteen Angels. Esto en directo tiene que ser un tremendo subidón.
Yo tampoco espero perdermelo, suscribo cada palabra del artículo, y cierto, todos los días no se graba un Demolition 23.
ResponderEliminarSaludos.
ahi que vamos, de cabeza
ResponderEliminarrock on