Hace casi veinte años cuando no perdonaba mis visitas semanales al vídeo club uno de los empleados me habló de Toy Story. Me la recomendó encarecidamente pero en aquellos días mi mundo era muy ajeno a las películas de dibujos animados. He de reconocer que ni siquiera contemplé la posibilidad de alquilarla y hasta que no llegó a este mundo Unax ni siquiera se me pasó por la cabeza verla. Pero como comenta J Aybar en su blog Being Vain ser padre trae consigo en muchas ocasiones el convertirse en un experto en Pixar y en mi caso disfrutar de la experiencia con Unax y Maialen. Esta película es un clásico en nuestro hogar.
Toy Story es la película bandera de la mencionada factoría. Fue su primer largometraje y un triunfo absoluto tanto artístico como comercial. Toy Story es mucho más que el primer film creado en su totalidad con efectos de animación digitales. Es para el que esto escribe una de las mejores películas de la historia. Y no, no son los devaneos de un padre. Y si lo son, bienvenidos sean, pues.
La baza fundamental de Toy Story es la propia historia. Un guión perfecto que propulsa la película desde el primer fotograma hasta el infinito y más allá. Los personajes creados son inolvidables y tanto el vaquero Woody como el guardián espacial Buzzlightyear son ya dos iconos para muchas generaciones de niños y para cientos de seguidores de todo el mundo. La historia de amistad entre estos dos juguetes cuenta con una buena ración de escenas divertidas a más no poder y tiene en los secundarios una baza fundamental para completar un largometraje impecable desde el punto de vista técnico y emocionante desde el prisma de la propia historia.
Es complicado elegir escenas favoritas. Hay diálogos rápidos y divertidos que no dan respiro y la consabida acción tan típica de las animaciones infantiles. Pero aunque la película está dirigida a ese público sin duda es un film disfrutable para los adultos . Y no sólo disfrutable es fundamental verla. Hay mucha miga aquí. Mi secuencia predilecta es cuando Woody sube a la cama para ver quién es el nuevo juguete que ha ocupado su puesto. Empieza siendo amable con el nuevo ocupante y acaba desquiciado ante la jerga espacial de Lightyear y ante la amenaza de perder su privilegiada posición en el cuarto de Andy. Culminando todo ello con la escena en la que un Woody sacado de sus casillas le grita a Buzzlightyear que tan solo es un juguete. Y todo sazonado con la perfecta canción You´ve got a friend in me interpretada por Randy Newman y Lyle Lovett.
La peli que cambio la historia de los dibujos animados
ResponderEliminarNo se donde leí hace poco que las ventas de los juguetes que aparecían en la película se multiplicaron en algunos casos por 400. En todo caso, una película recomendable 100%
ResponderEliminarBernando de andres herrero: Iuujuuuuuuuuuuuuuuuu!!! Si!!
ResponderEliminarMontezuma: Las ventas de los juguetes.... Tu siempre con las ventas como se nota que eres un judió mercader!!!!!
Sex, love and rock´n soul