domingo, 28 de octubre de 2012

Lou Reed. Set the twilight reeling


Un ataque de nostalgia y melancolía me ha invadido este domingo lluvioso por varios motivos. Por un lado al sacar de sus correspondientes cajas todas esas viejas Popular 1 que conservo. Nada más y nada menos que 16 años seguidos. Por otro al toparme con la entradas, púas y set list que conservo. Todo ello se ha acentuado al leer en el blog de Eric Waits una entrada sobre Lou Reed. Las conexiones se han establecido rápidamente y aquí estoy releyendo y rescuchando viejos discos. El elegido ha sido Set the twilight reeling de Lou Reed un disco que no está entre los mejores ni más nombrados de su discografía pero del que guardo un buen recuerdo.

Y es que hubo un tiempo en que escuchaba a menudo a Lou Reed. Sobre todo New York y Magic & Loss son discos que me siguen pareciendo unas de las mejores combinaciones posibles de música – letras de la historia. El amigo Lou me parece en el campo de la prosa musical uno de los sujetos con más talento. Set the twilight reeling se publicaba cuatro años después del tremendo Magic & Loss y no alcanzaba ese nivel ni de lejos pero tiene unas cuantas buenas canciones y buena dosis de mala leche y humor. Antes que el amigo Lou se volviese demasiado arty. Aunque bueno, siempre fue un tipo pretencioso y ambicioso que a menudo lograba muy buenos resultados.



Set the twilight reeling es la clase de álbum al que supongo que sólo habrán dado cancha a los que les gusta mucho el amigo Lou. No es la mejor obra para iniciarse en la música de este sujeto. Pero sin duda tiene su punto. Así a bote pronto canciones como NYC Man, Trade In, Hang on to your emotions y Adventurer me resultan más que interesantes. Cuatro buenos cimientos sobre los que construir un disco. Si a estas le añadimos la cachonda diatriba antirrepublicana Sex with your parents (Motherfucker part II), la vacilona HookyWooky y el potente riff de Set the twilight reeling pues nos hallamos ante un disco que tiene unos pases siempre y cuando te guste el universo que propone el malhumorado Lou. Yo siempre he sido afín aunque le tuviese un poco abandonado últimamente.


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