En 1992 John Lee Hooker se convirtió en el músico más
veterano en entrar en las listas de éxitos británicos. Fue con el disco
Mr.Lucky apropiado titulo para la coyuntura que vivía en esos días el bueno de
Hooker que se lo merecía como el que más con una carrera a cuestas de 50 años.
El pistoletazo de salida fue tres años antes el disco The Healer con el que lo
descubrí. Si la memoria no me falla mi primo Oscar lo tenía en vinilo y me lo
grabó. Hace unos años me regaló Mr. Lucky y ahora me he hecho con The Healer por
2 miserables euros.
En 1989 la carrera de Hooker dio un vuelco hacia el éxito
comercial. A nivel de influencia y prestigio era reconocido pero le faltaba
pasar sus últimos años viviendo en la soleada California sin tener que mover un
dedo para que toda la plana mayor del blues y rock bebiese los vientos por
colaborar con el. Supongo que para muchos puristas del género estos últimos
discos producidos por Roy Roger no serán gran cosa pero sirvieron para que
muchas personas nos interesásemos por el blues y por John Lee Hooker en
particular.
Después de gozar con la coda final de la carrera de Hooker
me interese por su material antiguo. Un camino que recorro gustoso a menudo.
Pero antes merece la pena dedicarle unas cuantas líneas a The Healer. Le tengo
un cariño especial por ser el que me descubrió a este tótem del blues y por esa
portada que veintitrés años después me sigue pareciendo cojonuda. Todo un
acierto. La sombra de Hooker es alargada. Vaya si lo es.
El disco se anuncia como John Lee Hooker with special guests
y sería necio negar la importancia de los invitados. Incluso en algunos temas
el estilo se escora más hacia la estrella invitada que hacia al gran Hooker
como en la inicial The Healer con el marcado acento latino que le imprime
Carlos Santana. Pero es un detalle que no me molesta y le saco partido. Seguro
que no es el mejor disco para saciarse con el peculiar estilo de Hooker ya que
como he mencionado la participación de los invitados escora los temas hacia
algo más estándar pero totalmente disfrutable como esa magnifica I´m in the
Mood que se marca con Bonnie Raitt.
Afortunadamente no se cuela ningún indeseable tipo Bono que
en aquellos años estaba en todo los sarados y la nómina de invitados esta a la
altura de las circunstancias. Y una cosa es reconocible e imbatible: la voz de
John Lee Hooker. Brilla especialmente en los temas en los que está el solo con
su guitarra: Rockin´ Chair y No Substitute. Entre las mejores canciones con
invitados destacan Think twice before you go en la sabia compañía de Los Lobos,
Sally Mae con la incisiva guitarra de George Thorogood y Cuttin´ Out con Canned
Heat rememorando aquellos momentos del disco Hooker´n Heat. Así que
veintitantos años después celebro mi descubrimiento de John Lee Hooker con este
apreciable The Healer.
Un disco que sirvio para volver a dar brillo a un artista inconmesurable y para acercar el Blues a un publico que no sabia lo que era escuchar musica de calidad!
ResponderEliminarA+
A mi me gusta este disco también, esta claro que su época dorada fue bastantes años atrás, pero como bien dices sirvió para que mucha gente se acercara al blues y conociera a este pedazo de artista que es Hooher. Coño, pues que me ha apetecido ponérmelo ahora mismo....
ResponderEliminarUn abrazo.
TSI-NA-PAH: Estoy de acuerdo acerco el blues a un publico amplio
ResponderEliminarTwoHeadsOneBrain: A mi estos discos me sirvieron para introducirme en el blues. Asi que eternamente agradecido
Sex, love and rock´n soul