Este fin de semana he visto en la Noche temática un excelente documental sobre el magnate de Playboy, Hugh Hefner. No sabía nada acerca de este hombre más allá de haberle visto con sus ochenta y pico años asido por unas cuantas chicas desmpanpanantes y de haber leído creo que en Popular 1 alguna alusión a sus atómicas fiestas en su mansión de Los Angeles. Vamos que solo conocía su lado hedonista y su trabajo en una revista, Playboy que a cualquier hombre heterosexual le agradará. Sin embargo tras ver el documental si ya me gustaba todo ese lado Van Halen y party all time he alucinado con la labor que este tio empezó a desarrollar a finales de los cincuenta en una sociedad, la yanqui, conservador a más no poder.
El documental está realizado en Canadá por cierto dirigido por una mujer y es un apasionante recorrido por la vida y obra del creador de Playboy. Desconocía muchas facetas de este hombre que reconozco me han dejado noqueado. Hefner tenía una revista dirigida a los hombres, en la portada salía una chica que responde a un estereotipo concreto y dentro un desplegable y fotos de mujeres desnudas. Todo cierto y disfrutable. Además este hombre dio cabida en su revista a escritores como Ray Bradbury quién publico en Playboy la hoy mítica Farenhenint 401, apoyo a guionistas incluidos en la nefasta lista negra de la caza de burjas como Dalton Trumbo y creó un programa de televisión “El atico de Playboy” en el que a mediados de los cincuenta invitaba a Dizzy Gillespie, Sammy Davis Jr, grupos vocales mixtos (con blancos y negros). Algo que hoy puede parecer normal pero que en aquella época era un atrevimiento y un reto a las leyes segregacionistas.
Y es que además de cambiar por completo la visión sobre la sexualidad que se quería imponer desde los sectores más carcas del país Hefner fue de facto con su actitud un activista a favor de los derechos civiles y un tipo que obró con naturalidad y no se dejó amedrentar por nadie. Creo un imperio, consiguió poder económico y social y no se plegó ante sus enemigos. Obró de forman natural e invitaba a su programa de tv a quien creía oportuno sin pensar en razas, opciones políticas y demás zarandajas. Fue en definitiva un pionero. Y si, es posible que el documental no indagué en ese lado oscuro que todos tenemos pero los hecho son los hechos y había que tener una determinación tremenda para atreverse a hacer lo que este tipo hizo. Hefner logró mezclar erotismo, periodismo, literatura y comentarios políticos en una revista. Apoyó a los activistas de los derechos afroamericanos como Martin Luther King o activistas de los derechos humanos y pacifistas contrarios a la guerra de Vietnam.
En Hugh Hefner. Playboy, activista y rebelde es el propio Hefner el que ejerce de hilo conductor con una entrevista actual acompañada de excelentes imágenes de archivo y de testimonios del primer humorista negro que actuó ante un público blanco en uno de los clubs de Playboy, Jim Brown exjugador de la NBA activista de los derechos afroamericanos, el reverendo Jesse Jackson, Joan Baez o Tony Curtis a quiénes también invito a su programa de televisión y también tienen cabida opiniones contrarias de mujeres líderes del movimiento feminista y de tipos tan peculiares como Pat Boone. En la página web está disponible este documental, divertido y ameno sobre Hefner que sigue eligiendo personalmente a las chicas de portada de su revista.
creo que todos nosotros alguna vez hemos pensado: que hijo de puta, que envidia, pero desconocia la vida de este personaje, es igual, que hijo de puta
ResponderEliminarrock on
Además de verdad: Qué hijo de puta...jajajajaja
ResponderEliminarEh!, a no perderse esto
http://www.youtube.com/watch?v=wzInDIN7TDE
hacia tiempo que no sabia nada de joan osborne, bien, bien
ResponderEliminarMOLA!!!!!!!
ResponderEliminarNo he visto el documental (lo buscaré, la noche temática últimamente está que se sale) pero sí conocía de lo que Hefner y el Playboy representó en su día, y todo lo que vino después, y desde luego la cosa iba más allá de las conejitas.
ResponderEliminarNo sé como será actualmente pero en su día el Playboy se podía comprar tanto por los textos y entrevistas como por las fotos.
Saludos