jueves, 24 de marzo de 2011

Liz Taylor

Ayer me envío un mensaje mi cuñado avisándome de la muerte de Liz Taylor, una de esas actrices pertenecientes al cine con el que he crecido y al que recurro a menudo. Liz era sin duda mi favorita. Empezó muy joven y se hizo muy popular en películas con Mickey Rooney y fue desarrollando una carrera brillante a la par que vivía con pasión e inconformismo. Su relación con Richard Burton llenó paginas y paginas. También fue amiga intima, salvadora y amor platónico de Montgomery Clift. Y por encima de todo una actriz que lo tenía todo. Me gustan muchas de sus películas pero tengo predilección por tres: Un lugar en el sol, La gata sobre el tejado de zinc y Gigante. Va por Liz.





3 comentarios:

  1. Fue una estrella de lo más completa. Sus fabulosas joyas no podían rivalizar con el brillo de esos ojos increíbles... y nos dejó todas esas películas.

    Siempre en nuestro recuerdo, Liz.

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  2. Resisten Kirk Douglas y Lauren Bacall y también Robert Redford, pero cada vez quedan menos. Es un tópico, pero quedan sus películas. Marco y Milan disfrutan ahora de Cary Grant, Burt Lancaster o Katherine Hepburn, y dentro de poco lo harán de Elisabeth Taylor, Jack Lemmon o Marlon Brando. Una suerte haberles tenido por aquí. Saludos.

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  3. LLego tarde pero llego.

    Para mi fue una actriz que se hizo poco a poco. Siempre fue una belleza apabullante y eso (como a Newman, por ejemplo) le pesó como una losa. No obstante, cuando se puso en manos de Huston en Reflejos en un ojo dorado o de Nichols en Quien teme a Virginia Wolf? dió lo mejor de si misma. Estas son mis dos pleiculas favoritas de Taylor.

    Descanse en paz, ella y sus maravillosos ojos violeta.

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