sábado, 12 de abril de 2025

Elliott Murphy. Kafe Antzokia 11/04/2025

Cualquier mierda que escriba en este cochambroso blog sobre el extraordinario bolo de ayer de Elliott Murphy y su banda no le va a hacer justicia. O si. Porque los conciertos son experiencias personales e intransferibles. La de anoche fue la tercera vez que veía a Murphy en concierto. Me habían gustado mucho las anteriores que fueron en el Antzoki de Getxo hace muchos años con mi amigo Rober y en la sala BBK con Su. En ambas ocasiones sentados. Anoche fue en el Kafe Antzokia de Bilbao, un lugar perfecto para gozar de la celebración de rock´n roll que perpetró el bueno de Elliott junto a su inseparable Olivier Durand más Mellisa Cox (violín y coros) y Alan Fatras (batería). Ambos fueron fundamentales para darle el toque definitivo a las canciones, además de estar en perfecta sintonía musical y visual. 

Algunas noches son mágicas,  todo fluye de forma armoniosa. Así fue desde el comienzo con Drive All Night en formato acústico con Durand y Murphy... El personal estaba más que a gusto, realmente en Bilbao se adora a Elliott Murphy y el mismo nos recordó que había actuado más veces en el Botxo que en su ciudad natal, New York. Nos recordó que de hecho hace unos años compuso Green River en esta ciudad y bromeó cuando señalo que hace cincuenta y dos años cuando le leyeron la palma de la mano le dijeron que iba a estar justo aquí en Bilbao tal día como hoy, ja,ja. El cancionero de Elliott es rico y variado y cayeron imprescindibles como Rock Ballad, Last of The Rock Stars, Sonny que dedicó a Lou Reed contando una cachonda anécdota cuando el neoyorquino llamó a su casa y habló con su madre. Por supuesto, como en todo buen concierto que se precie hubo momento para el bailoteo desenfrenado cuando enganchó uno de sus temas con el celebérrimo Twist And Shout.

Hace años leí una entrevista con Elliott Murphy en la que decía que la música tiene un carácter sanador y no puedo estar más de acuerdo. Escuchar sus canciones en directo sigue siendo una experiencia gozosa a más no poder y durante las dos horas y media de concierto te dejas llevar por el poder irreductible de la música. Ayer me emocioné de lo lindo durante todo el show y especialmente con Come On Louann y On Elvis Presley´s Birthday y me encantaron las canciones que interpretó de su recién editado, Infinity... Que recuerde cayeron Granny Takes A Trip, Baby Boomers Lament y cerró el concierto con Night Surfing. A Murphy todavía le rondan excelentes canciones. Un lujo ver a este incombustible rockero con mi amigo Oscar capaz de incendiar el Antzoki con su contagioso entusiasmo. Desconocía que Elliott Murphy es del mismo año que Springsteen. 76 tacos y ahí sigue ofreciendo jugosas celebraciones de rock´n roll. Por muchos años. 

martes, 1 de abril de 2025

Waxahatchee. Tigers Blood

Hace veintisiete años Lucinda Williams publicó Car Wheels On A Gravel Road el álbum que la catapulto. Llevaba muchos años en el mundo de la música y había grabado unos cuantos buenos discos pero en ese todo encajo para propulsarla a otro nivel. Lo descubrí gracias a Popular 1 y fue una de mis primeras incursiones en el country rock. El pistoletazo de salida en ese sentido lo había dado dos años antes Steve Earle con I feel alright en el que colaboraba en el tema que cerraba el disco la propia Lucinda. Estos dos discos son en mi casa sagrados y el inicio de mi idilio con el género; country rock, americana, llámalo como quieras.

¿Por qué esta megachapa si de lo que voy a escribir es del Tigers Blood de Waxhatchee? Pues porque la primera vez que escuché este álbum pensé en Lucinda. Tienen cierto parecido sonoro, influencias similares, deliciosos puntos en común y un nivel similar lo que me encanta porque refuerza mi entusiasmo por los tiempos que vivimos repletos de grandes discos que merecen ser escuchados con el detenimiento de antaño. Por mucha oferta que haya centrarse en maravillas como Tigers Blood ofrece una recompensa colosal. Descubrí el disco gracias a un comentario entusiasta de Alex G en una de sus redes sociales. Después Su me corroboró que solía poner el disco en el trabajo y que, en efecto, era una delicia. 

Y caí rendido desde que escuché a Katie Crutchfield entonar la primera frase del álbum; I Pick you up inside a hopeless prayer.... Una adorable forma de empezar un disco con una sensible y atractiva interpretación vocal. Una canción tranquila a la que siguen dos temas irresistibles repletos de buenas guitarras y grandes armonías vocales; Evil Spawn y Ice Cold. Ambas podrían figurar en el disco antes mencionado de Lucinda. Nivel superlativo que no decae sino todo lo contrario con Right Back To It donde se luce y mucho MJ Lenderman en las armonías vocales y a la guitarra como en todo el disco. 

Otro músico en el que he pensado al escuchar esta obra de arte ha sido Buddy Miller ya que Tigers Blood tiene ese tipo de producción no intrusiva, de dejarse llevar al estilo Buddy. Menos es más, mucho más, otra prueba radiante es Burns Out At Midnight con esa armónica fundamental que guía todo el tema. Bored tiene un toque a lo PJ Harvey, otra de las influencias de esta chica excelentemente llevada a su terreno. De las más marchosas del disco y con cierto toque punk y chulesco. En esta canción me chifla el bajo de Brad Cook que además produce el disco con mano certera. Lone Star Lake podría ser un tema a enseñar para todo aquel que no conozca el término americana. Una joya que tiene los mejores ingredientes del género, elegancia por los cuatro costados, basta fijarse en como toca la batería Spencer Tweedy

Crimes Of The Heart es muy minimalista, escucharla a tope en los cascos fijándome en como se complementan las guitarras ha sido toda una experiencia. Crowbar me recuerda poderosamente a REM, las primeras notas de guitarra puede que se parezcan incluso mucho a una canción de los de Athens. Otra delicia. La recta final no pierde fuelle y tanto 365 como The Wolves y la que da titulo al disco, Tigers Blood rematan el asunto de forma prodigiosa. Un disco esencial, sin canción de relleno. Una obra de arte a escuchar con toda la atención del mundo. Así que no se qué hostias haces que no reservas los cuarenta y seis minutos que dura el álbum para escucharlo a todo volumen. Lo agradecerás.