Vivo en un hogar musical. En todos los habitáculos hay un reproductor musical y si no lo hay está el móvil ja ja. Compartimos la pasión por la música y recuerdo que durante la pandemia antes de ir a sobar solíamos turnarnos para poner cada uno en la tele en Youtube un par de temas. Las reglas eran que había que cerrar los ojos para no saber que ponía al que le tocaba elegir. Unax y Maialen están continuamente descubriendo música y las conversaciones sobre Beatles, Bruce Springsteen, Tom Petty, Oliva Rodrigo o Queen abundan y son muy divertidas.
Este soleado sábado Unax se ha levantado on fire como siempre y me ha venido con una lista de reproducción que tenía en Spotify. Como suele ser habitual ha saltado de una canción a otra rematando su escucha con su proverbial verborrea. Su entusiasmo no conoce límites. Y me suelta frases como (mientras suena A Change is Gonna Come) joder aita es que no entiendo que alguien me pueda decir que no le gusta esta canción. Por supuesto estoy de acuerdo. Ja, ja. Mola flipar en plena comunión familiar con la música. Es un subidón continuo. Se da la circunstancia bastante graciosa que últimamente Unax está flipado con muchos artistas de décadas pretéritas mientras que a mi me siguen flipando pero sigo escuchando muchas novedades que me vuelven loco. Tal vez debería ser al revés. Pero lo mejor es que tanto Unax como Maialen descubran y sigan volando alto con la música a su bola sin condicionantes de ningún tipo. Rock´n Roll. Soul music. Funk. Punk Rock. Hard rock. Sin límites.