El pasado viernes acudí al Dale Candela Fest. Mi objetivo era disfrutar de los shows de Mississippi Queen, Travellin´Brothers y Ariet Rot. Al final por circunstancias el único concierto en el que estuve realmente metido fue en el de Ariel Rot. Vaya por delante que más allá de los éxitos de Tequila y Los Rodríguez que todo quisqui conoce y de algunas de sus canciones en solitario no soy un gran conocedor de su obra. Se puede decir que iba expectante. Dispuesto a disfrutar de un buen show en una espléndida noche muy bien acompañado. Y mis expectativas se pulverizaron de forma inesperada porque lo cierto es que me encanto el concierto de Ariel Rot, para que esconderlo ja ja. De hecho me gustó tanto que al día siguiente indagué en Ivoox en busca de un podcast que repasase su trayectoria en solitario. Y encontré uno muy bueno del programa Turbo 3 de Radio 3.
Como he señalado además de unos cuantos incunables de su etapa tanto en Tequila como en Los Rodríguez, Ariel Rot acompañado por una excelente banda con Tito Dávila (piano y teclados), Ricardo Marín (guitarra y coros), Pablo Serrano (batería) y Jacob Reguilón (bajo) repasó unos cuantos temas de su extensa carrera en solitario. Y confieso que disfrutando mucho con hits como Quiero besarte o Rock´n roll en la plaza del pueblo (en clave blues) de Tequila y la juguetona Mucho mejor de Los Rodríguez lo que me encantaron fueron sus temas en solitario. Conocía muy pocos y me fliparon especialmente el inicio stoniano de Vals de los Recuerdos con una maravillosa letra o Hasta perder la cuenta de Cenizas en el aire repleto de soul y cargado con magníficos coros.
Este año Ariel Rot ha celebrado el 25 aniversario de la publicación de Hablando solo un álbum cargado de grandes temas. Unos cuantos sonaron el otro día en Getxo, sabiamente Rot nos recordó que si no bailas estás perdido (no puedo estar más de acuerdo) en Baile de ilusiones. Me cautivaron por completo tres canciones de este disco Bruma en la Castellana, Vicios Caros y La última cena uno de esos temas perfectos para esconderlo hasta los bises y salir por todo lo alto. Por supuesto sucumbí por completo con Dos de corazones con el sonido de la guitarra de Marc Ribot sobrevolando la noche getxotarra y se me ha olvidado citar antes la instrumental Confesiones de un comedor de pizza con Ariel Rot excelso a la guitarra. Todo un acierto acudir a este concierto. Una noche perfecta y encima me ha entrado el gusanillo para indagar en la carrera de este músico. A veces nos perdemos cosas que tenemos bien cerca y que merecen mucho la pena. Pero nunca es tarde...