Un amigo me confesó en bajito no hace mucho que había visto un documental sobre George Michael y le había flipado. Un momento, un momento, avezado lector, ¿acaso crees que estoy haciendo como el típico oyente de los programas nocturnos de sexo de la radio en la que realizaban una pregunta sobre un tema escabroso que casualidad le había pasado a un amigo anónimo, pero todos sabíamos que había sido a él? Juro que ese amigo existe. Pero para que no quede duda de todo esto lo confieso: George Michael cantaba de puta madre. Y el documental no lo he visto pero tengo ganas de cazarlo. Así que continuemos.
Como aguerrido lector de Popular 1 (y lo sigo siendo, que ya me vale) crecí leyendo en sus simpáticas páginas que tipos como George Michael eran la peste. Seamos claros había un claro componente homofobo en la cuestión. Se le reían las gracias a otros pero reconocer que el moñas y maricón de Wham era bueno... Antes ardería el puto polo Norte. En fin el caso es que en mi casa a mi hermana le gustaba George Michael. Juro que tengo una hermana y juro que le gustaba el amigo George ja ja. Y por el hogar pululaban un vinilo de Wham y otro de George Michael. Al de Wham no me acerco ni por asomo pero el Listen Without Prejudice tenía su punto. Y el título mola. Por cierto me lo quedé yo, el vinilo digo.
Ahí se acaba mi interacción con George Michael por el momento aunque quizá cuando vea el documental escarbe en su discografía. Es algo que no descarto. Para finalizar un par de vídeos del amigo George en plena forma cantando repertorio ajeno. Cuando actúo en el homenaje a Freddie Mercury se marcó un espectacular Somebody To Love ( por supuesto en mi querida publicación no se reconoció nunca y yo mismo eché pestes en su momento ja ja) y en un concierto en el Royal Albert Hall se atreve con el The Long & Winding Road de los Beatles y el tipo lo borda. Forza Giorgio!!!!