Hace doce años David Gilmour y Roger Waters enterraron el hacha de guerra durante apenas 25 minutos para actuar ante miles de seguidores en el Hyde Park londinense. Era por una buena causa. Al menos eso nos contaron. Vamos a creerles. Lo cierto es que esa esperada actuación dejó con ganas de mucho más a los miles de fanáticos de la banda pero parece más probable que los cerdos vuelen (y esto me viene al pelo) a que Gilmour y Waters se junten de nuevo más ahora que ya no está Richard Wright. En cualquier caso todavía se puede disfrutar de la música de ambos por separado. No me importaría nada asistir a un concierto de David Gilmour, sería de esos shows por los que haría un esfuerzo extra para acudir. Tampoco parece fácil esta opción. Pero la otra es una quimera.