La semana pasada haciendo
limpieza en casa por recovecos de esos inusuales me topé con el disco Loteria de The Hangmen que un su día me grabó mi amigo
Rober. Estaba debajo del pedazo armario de la sala. Encontré alguna joya más
que ha terminado ahí por obra de los elementos que circulan por casa. Con estos
sujetillos es fácil toparse con todo tipo de objetos que están al alcance de su
mano en lugares insospechados. De modo que ese fantástico disco de The Hangmen
ha terminado en un lugar invisible que es lo que desgraciadamente le sucede
casi siempre hasta banda californiana que llevan dando guerra más de
veinticinco años.
Y hay que celebrar que
sigan así de perseverantes porque Bryan
Small y sus acompañantes facturan un adictivo rock´n roll, punkarra, no exento
de raíces y con temazos de esos que se te quedan a la primera escucha y
permanecen tiempo después. Un tipo de música vital para mí y al que siempre le
encuentro hueco. Está muy repetido eso de banda loser y tipos sin suerte pero
en el caso de The Hangmen ese arquetipo desgraciadamente se cumple. Y escribo
desgraciadamente porque ojala estos tipos tuviesen más éxito. Uno siempre
piensa que el último disco que editan va a ser su despedida pero
afortunadamente nada puede con ellos.
Lo primero que escuché de
esta banda fue su Ep In the city producido por Mike Ness. Había leído sobre la
banda en Popular 1 y sabía de la pasión que el amigo Mike Ness tenía por ellos.
In the city me encantó. Lo puse en mi lista de lo mejorcito de de 2007 y poco
después mi colega Rober me grabó Loteria no de esos discos básicos en mi dieta
que mira de tu a tu las grandes obras de Social Distortion, Iggy Pop,
Demolition 23 o el disco de Neurotic Outsiders. Para completar poco después
conseguí el directo We've Got Blood on the Toes of Our Boots, una perfecta
introducción a esta banda y que contiene muchos temas de su álbum de debut de
1989 que es prácticamente imposible de encontrar.
Lotería se inicia con cuatro
temas a todo trapo repletos de intensidad y cantados con una peculiar chulería
por Bryan Small. Loquito me tiene este inicio con Blood red, Sleepin´on the
floor, Get it y Wild Beast (aqui la voz principal es del bajista Angelique Congleton), la clase de temas por lo que cualquier banda del
género mataría. Miento, cualquier grupo. Esto es puro rock´n roll. Hay un claro componente punk pero no dejan de mirar
a las raíces supongo que por eso le gustan tanto a Mike Ness quién les ha
producido un Ep y quien no pierde la ocasión para alabarlos.
Tras el cuarteto
vitamínico inicial llega un tema diferente. Can´t stop that train empieza suave
con un violín presidiendo el tinglado y al principio parece un tema de otra
banda puesto que incluso la interpretación vocal difiere de lo anteriormente
escuchado. Tal vez Here she comes sea de las canciones que menos me gusta de
este disco lo cual no quiere decir que esté mal. Es una canción efectiva,
directa que seguro en directo gana enteros. Vuelven a alcanzar cotas más altas
con She´s a drug. Otro tema vacilón con la chulesca voz de Small llevándoselo
todo por delante. Never go home sería un perfecto single y una canción ideal
para cerrar el bar.