Antes de que el pobre Huey tuviese que pedir en Trafalgar Square mientras canta sus sentimentales canciones navideñas (Christmas By The Side Of The Road) se paseaba por la televisión inglesa con su chulería y gracia habitual. Porque hay que ser un jeta de mucho cuidado para cantar Fly me to the moon con una copa en la mano y salir airoso. Me encanta, ja,ja,ja. No se cuánto tiempo ha pasado entre ambas interpretaciones pero le deseo que le dejen mucha propina en la calle.