A finales de los noventa Monster Magnet estuvieron a las puertas
de conseguir ese éxito masivo que les hubiese hecho la vida más fácil para
afrontar los duros años discográficos que se avecinaban. Fue en 1998 cuando
lanzaron aquel aplastante Powertrip. Un álbum del que
vendieron más de medio millón de copias en el mercado yanqui y supongo que una
buena cantidad por Europa. Pero en cuanto a éxito se quedaron a medio camino.
Se merecían haber trascendido esa línea que les hubiese hecho ser cabezas de
cartel y no teloneros de Metallica o
White Zombie por muy bien que les
viniese.
Esas consideraciones
aparte lo cierto es que Powertrip es un pedazo de disco,
contundente, poderoso que 14 años después sigue pateando culos. Y hay que
recordar que a esas alturas Monster Magnet ya tenía una más que sólida
discografía a sus espaldas especialmente Dopes to infinity anterior a
este y tan bueno sino superior. Bien, como escribía Powertrip tiene la clase
de canciones destinadas a reinar en los charts. Pegadizas, directas, de esas
ideales para que suenen en garitos rockeros para que algarrobos como el menda
las coree cerveza en mano. Me refiero a temas como Space Lord, Croop Circle
o Tractor. Además de eso el álbum
tenía otros más sutiles e igual de buenos. Entre mis favoritos Temple of your dreams, Baby Gotterdamerung y See you
in hell.
El album se gestó en Las
Vegas donde Dave Wyndorf se encerró
en un hotel con el insano propósito de escribir un tema diario durante 21 días.
El tipo acertó. Aquí hay 13 canciones en las que Wyndorf se sumergió en la
decadencia de esa sociedad tan atrayente y ridícula como es Las Vegas. Lo que
pasa en Las Vegas no siempre se queda en Las Vegas. Menos mal.