No suelo estar muy de acuerdo con esa afirmación categórica que indica que los aficionados a un determinado deporte solo se acuerdan de los vencedores. Que los equipos o jugadores que eran muy buenos pero nunca ganaron nada pasan al olvido. Y una mierda. En mi retina están aquel glorioso dueto Stockton-Malone, el Run TCM de los Warriors con el inestimable apoyo de Sarunas Marciulonis, Barkley y su infinita ambición en una cancha de baloncesto, aquellos maravillosos Kings de Webber, Stojakovic y Divac y compañía y más recientemente los Phoenix Suns conducidos con mano maestra por uno de los mejores jugadores que han pisado nunca una cancha de baloncesto: el señor Steve Nash. Disfrutemos mientras siga jugando y deleitémonos al ritmo de Pearl Jam con las diabluras de este sujeto. Basket & Music, yeah!!!!!!