viernes, 27 de mayo de 2011

Enfermera Jackie



Los hospitales son decorado y motor importante de unas cuantas series televisivas. Dan mucho juego para la ficción. Se viven muchas situaciones límite en esos espacios como para que los guionistas las dejen escapar. Y unas cuantas series a los dos lados del charco han gozado y gozan de un buen número de seguidores.  Mentiría si escribiese que alguna de ellas me ha marcado. He pasado buenos ratos con Urgencias o House pero hasta ahora ninguna me ha logrado seducir como Los Soprano, Mad Men o Breaking Bad. No encuentro historias de ese nivel entre las cuatro paredes de ningún hospital televisivo.

Hasta ahora en la mayoría de esas series hospitalarias los protagonistas principales suelen ser los médicos que por categoría profesional parece que también se llevan la gloria en la tele. Enfermera Jackie es otra serie ambientada en un hospital pero me ofrece cosas diferentes, me resulta mas atractiva que las mencionadas y en buena parte el mérito es de su actriz protagonista Eddie Falco (la gloriosa señora Soprano) aquí una Jackie tremenda con mucho que contar y bastante mas que ocultar. La interpretación de Eddie Falco es uno de los principales alicientes de esta ficción pero solo con eso no bastaría para mantener mi interés. Y aunque, insisto, el aspecto que más me gusta de la serie es la complejidad de su personaje el conjunto resulta atractivo. Sus compañeros de reparto le dan buena réplica.

Enfermera Jackie es una serie que combina con energía el drama y la comedia y cuya premisa fundamental es la doble vida que lleva la protagonista. Siempre me han atraído los personajes contradictorios y heterodoxos como Jackie, esos personajes cuyos actos en muchas ocasiones son reprobables pero que consiguen caer bien a los espectadores aun sabiendo que tal vez su conducta no sea la correcta. Es un personajes con muchas aristas y de momento las dos primeras tempordas me han dejado un regusto excelente. No estoy situando esta serie al nivel de las antes de Los Soprano o Mad Men pero poco a poco me ha conquistado para terminar en un final de segunda temporada que ha dejado el listón muy alto con muchos frentes abiertos. Espero con muchas ganas la tercera.

miércoles, 18 de mayo de 2011

The Bellrays. Black Lightning

Hace unas entradas escribía sobre la cuestión de tener mucho material para escuchar y no saber por dónde empezar. La selección musical en mi caso viene dada por el estado de ánimo y el mío actual me exige temas adrenaliticos y subidones sonoros. Últimamente no encuentro tiempo para música acústica o profundos discos de blues. Tengo arrinconados los últimos trabajos de Greg Allman o John Mellencamp y no porque no me gusten si no porque de forma natural me sale decantarme antes por otras cosas más directas. Es algo pasajero que me sucede a menudo. Así que ahora estoy a tope con The Bellrays gozando con Black Lightning su último disco de estudio que publicaron el año pasado.

The Bellrays son una banda ya veterana liderada por Bob Venum antes bajo y ahora guitarrista tras la marcha de Tony Fate y por Lisa Kekaula tremenda mujer de imponente voz. La personalidad del grupo la marca esa sugerente a la par que contundente de voz de Kekaula que funciona a la perfección en el batiburrillo sonoro que nos proponen. Desde sus inicios se han movido por el punk rock con alguna incursión en el soul. De esas dos vertientes siempre ha predominado mas la cañera que la soul pero una no excluye a la otra. A veces en los temas más conseguidos las dos facetas se unen en perfecta armonía pero no siempre es así. Considero que en este álbum lo logran con creces, mejor que nunca. Tal vez pueda parecer exagerado pero así es como lo vivo yo.

Esa portada icónica promete guerra y la encontramos en ese contundente inicio con Black lightning y Hell on Earh energicas píldoras que te ponen las pilas de inmediato. Sun Comes Down me gana desde el principio. La joya soul con la voz de Lisa reinando, unos coros perfectos y la utilización de teclados. Puede que lo llamen retro pero a mí me encantan este tipo de canciones. Es adictiva y perfecta. Como lo es la sencilla y cachonda Everybody get up, uno de esos temas que se te queda a la primera y que tienes ganas de corear en directo. El single perfecto de toda la vida. En terreno mas soul también se mueven Anymore y The Way, otras dos buenas canciones que invitan a bailar. Mi banda sonora perfecta para circular por las calles con este solete. Rock on!!!!!

lunes, 16 de mayo de 2011

Cuestion de honor


Hacía bastante tiempo que no veía una película. Últimamente me he centrado más en las series así que cuando el viernes fui al videoclub comprobé que en el camino se me han quedado unos cuantos títulos que tengo ganas de visionar. Uno de ellos es Cuestión de honor. A priori el tema me interesaba: la corrupción en la policía neoyorkina. Una cuestión tal vez muy trillada en el cine pero que si está bien llevada es siempre muy atractiva para mí. Además el reparto me atraía fundamentalmente porque participaba Edward Norton que es uno de mis actores favoritos de los últimos años.

A veces cuando veo determinadas películas me digo que no puede ser, no puede ser que exista tanto corrupto e hijoputa suelto. Pero segundos después pienso que lo que no puede ser es que yo sea tan ingenuo. Y es que como decía Billy Wilder si no puedes decir que todo el mundo es corrupto es porque no conoces a todo el mundo. Basta con leer la prensa o informarse un poco para percatarse de que como dice la manida frase: la realidad supera la ficción. Aunque en el fondo me gusta pensar que no, que todavía hay esperanza y personas que tienen principios.

Y la película me gusto mucho. El argumento es sencillo: Cuatro policías de Nueva York mueren en un tiroteo a manos de, presumiblemente, un capo de la droga local. Los agentes estaban bajo el mando del hermano mayor de una familia en la que todos son policías: el padre (John Voight), un policía jubilado que guarda un secreto de su pasado en activo; el hijo mediano (Edward Norton), un detective de homicidios que ha dejado la calle a causa del sentido de culpabilidad; el hijo mayor (Noah Emmerich), encargado del cuerpo policial del distrito del Bronx que, sin ser corrupto, ve solo lo que quiere y hace la vista gorda con lo que no quiere ver; y el marido de la hija menor (Colin Farrell), uno de los agentes bajo su mando, más preocupado por llenar sus bolsillos negociando con los narcotraficantes que por detenerlos. El personaje de Edwardd Norton tras ser convencido por su padre vuelve a las calles para capturar al asesino de policías y lo que se encuentra es una madeja de corrupción en la que casi todo el mundo está implicado o mira a otro lado.

El director Gavin O´Connor opta por mostrar la parte oscura de NY, esa que no sale en las postales pero que casi toda gran urbe tiene. Los bajos fondos son retratados con intención realista, cámara en mano en las escenas de acción y con muchos primeros planos cuando se dan conversaciones entre los personajes. Es una película de género como la que en su día rodaba Sidney Lumet o las más reciente American Ganster y el resultado se acerca bastante a ese nivel. Lo cual para mi es mucho decir. El mayor hándicap tal vez sea el poco peso que tienen los personajes femeninos que están un poco desaprovechados pero en conjunto es una muy buena película y un placer volverse a encontrar con un Edward Norton en plena forma, un John Voigth muy convincente y hasta un Colin Farrell creíble. Tras ver el film te queda la sensación de que en efecto como decía Billy Wilder…..

miércoles, 4 de mayo de 2011

Misterioso Asesinato en Manhattan



La primera película que vi de Woody Allen fue Misterioso asesinato en Manhattan. Era el año 94 y a esas alturas el director neoyorkino ya había rodado alguna de sus obras más celebres como Manhattan, Annie Hall, Hannah y sus hermanas o Delitos y faltas. Yo había oído hablar de el y conocía trozos y diálogos de sus películas pero mi debut fue esta en la que Allen recupero a Diane Keaton y volvió a trabajar con Marshall Brickman. A partir de ahí y muy bien asesorado por mi amigo Rober me sumergí en una de las filmografías que más me han hecho gozar en mi vida. El universo alleniano es conocido y repetido en todas sus películas. Hay unos cuantos temas sobre las que giran sus films pero este aspecto que suele ser muy criticado es para mi la clave de su éxito. Y una cualidad fundamental: sentido del humor y el ejercicio más sano que hay: reírse de uno mismo.

Recuerdo que leí muy buenas críticas en su día sobre Misterioso asesinato en Manhattan. El leit motiv de las criticas giraba en torno a que Allen había vuelto a recuperar el pulso y estaba cerca de esas grandes obras antes mencionadas. Y eso era en parte porque en este film Allen se reencontraba con dos colaboradores muy importantes. Por un lado Marshall Brickman que había sido coguionista en El dormilón, Annie Hall y Manhattan y por otro con la protagonista de éstas: Diane Keaton. A Diane se añade un muy buen reparto con la peculiar Anjelica Huston el también neoyorkino Alan Alda y el propio Woody Allen. El cuarteto protagonista logra que la cosa funcione a la perfección, la tan mentada química entre actores. Las escenas entre Alan Alda y Diane Keaton siempre han sido de mis favoritas en la filmografía de este hombre.

Aunque con el paso de los años esta película suele quedar encuadrada entre las menores de su autor siempre que alguien me ha pedido que le recomiende una película de Woody Allen le nombro esta porque me parece que reúne todos los elementos habituales de Allen en perfecta sintonía. Es una comedia costumbrista, una divertida descripción de la vida en pareja, de la pasión y un divertido estudio sobre las diferentes reacciones de las mujeres y los hombres ante la misma situación. Hay una trama detectivesca sencilla y trufada de referencias clásica que se sigue con interés y que sirve de excusa perfecta para hurgar con tino en eso que tanto le gusta a este autor: disertar sobre las relaciones humanas. Un Woody Allen en plena forma cámara en mano y sabiendo elegir a los actores para que nos brinde un rato muy entretenido y que suelo revisitar. Y por supuesto Nueva York, siempre Nueva York. Una muestra más del amor de este hombre por su ciudad. I happen to like New York…..