Por muchas reseñas que se hayan escrito sobre este disco siempre me parecerán pocas. En el blog Ruta Norteamericana Fernando Navarro hacía un repaso a las resurrecciones artísticas de la década pasada y señalaba el Don´t give up on me de Solomon Burke como uno de los regresos más impresionantes. Y es que en este disco todo encaja, como en una de esas películas de cine negro.
En la producción tenemos a Joe Henry, un músico en estado de gracia, uno de los más inspirados e inspiradores de la década, los compositores de los temas son una lista de nombres que tira de espaldas (Tom Waits, Van Morrison, Brian Wilson, Bob Dylan…) y por encima de todo esta la increíble voz de Mr. Solomon Burke. En los créditos del disco Jerry Wexler nos indica que Solomon Burke es el mejor cantante soul de todos. Amén.
Con estos ingredientes de lujo y en cuatro días Burke registró en directo en los estudios Sunset Sound Factory de Hollywood once canciones muy bien acompañado entre otros por su organista Rudy Copeland y guiado por Joe Henry. Se apropio de las canciones que generosamente les cedieron todos esos astros y las llevo a un lugar inalcanzable para el resto de los mortales. Hay un antes y un después. Que nadie ose regrabar estos temas.
No puedo destacar ninguna canción porque todas me parecen una locura. Miento. Los dos temas finales me parecen el broche perfecto. Tienen que cerrar el disco. None Of Us Are Free acompañado por unos tremendos coros de The Blind Boys Of Alabama y especialmente el tema que cierra el álbum Sit This One Out que te deja un regusto exultante.
Si hay que mandar un álbum al espacio exterior para que habitantes de otros planetas se empapen de la música que hace en la tierra este debería ser uno de ellos. Un disco perfecto con una de mis portadas favoritas de todos los tiempos. Álbum que no hay semana que no suene en mi equipo desde que mi hermana me lo regalase las Navidades de 2002. Todo un descubrimiento.