Hace un par de semanas debutaron en Argentina Social Distortion. Es la primera vez que el grupo de Mike Ness se deja caer por esas latitudes y conociendo lo fanáticos que suelen ser los argentinos y la actitud que se gasta el amigo Ness en directo no se me ocurre un contraste mayor. Tengo una enorme curiosidad por saber como han sido esos conciertos. Supongo que entre los tres shows apenas sobrepasaran las cuatro horas de duración, je, je. Pero bueno si la calidad de los mismos ha sido como lo que tuve la fortuna de ver en la Rock Star de Baracaldo pueden estar contentos por Buenos Aires. Aquel fue un muy buen concierto, corto pero intenso.
Estos días he estado leyendo noticias sobre Social Distortion por Internet. En alguna entrevista que le han hecho en Argentina el jefe de SD comenta que tienen el disco prácticamente preparado y que espera que este listo para septiembre. Son ya seis años sin material nuevo desde aquel fantástico Sex love and rock´n roll. Desde luego el nivel esta muy alto y confío en Ness. Se lo toma con calma pero los resultados hasta ahora han sido estupendos.
A día de hoy Mike Ness es el único componente original de la banda. Su líder indiscutible. Puede que incluso su tirano. No parece un tipo fácil, ni el tío más simpático del mundo. Su pose chulesca revienta a mucha gente y su fobia a grupos como Motley Crue es bien conocida. Pero a mi todo eso me da igual. Mientras siga grabando material tan potente como ese último disco con Social Distortion o esos dos atómicos discos en solitario siempre seguiré con entusiasmo sus pasos. Y es que como dice un amigo este tío es un poeta. Un poeta con un hacha. Mike Ness el capo de Social Distortion, el puto amo del cotarro.
There goes the last dj, who plays what he wants to play, and says what he wants to say...
jueves, 29 de abril de 2010
martes, 6 de abril de 2010
Malditos Bastardos
Desde que en 1995 Tarantino se convirtiese en el enfant terrible del cine independiente con Pulp Fiction cada estreno de sus películas ha estado rodeado de polémica sobre su particular visión del cine. Imitado hasta la sociedad, odiado por buena parte de la critica, Tarantino es consciente de todo esto y se comporta cual bufón de la corte con suma habilidad, siempre creando expectación y lo que es más importante con unos resultados brillantes en lo cinematográfico. Yo me declaro fan irredento de este tipo.
En Malditos Bastardos Tarantino vuelve a dar en el clavo con sus ingredientes habituales y lo hace jugando con un contexto histórico con el que a priori no se puede bromear. Pero a este chico le da todo igual. Sabe cuál es su posición y que puede hacer lo que quiera. Y aquí se rinde de nuevo al placer de contar una historia. Pecado para muchos pedantes del cine pero por lo que espectadores vulgares como yo le estaremos eternamente agradecidos.
Vuelven la perfecta construcción de secuencias aliñadas con unos diálogos que juegan al despiste tanto como dan pistas, esa cámara juguetona pero sin pasarse, esa sublime presentación de personajes. Todo tiene que ver con rendir pleitesía al cine, a su lenguaje y a los mecanismos que lo mueven. Si, Tarantino es un enamorado de este arte y es un placer seguirle durante dos horas y media cuando esta tan inspirado como en esta Malditos Bastardos. Porque me encanta que me engañen con una buena historia. Mucho grande style, Tarantino.
En Malditos Bastardos Tarantino vuelve a dar en el clavo con sus ingredientes habituales y lo hace jugando con un contexto histórico con el que a priori no se puede bromear. Pero a este chico le da todo igual. Sabe cuál es su posición y que puede hacer lo que quiera. Y aquí se rinde de nuevo al placer de contar una historia. Pecado para muchos pedantes del cine pero por lo que espectadores vulgares como yo le estaremos eternamente agradecidos.
Vuelven la perfecta construcción de secuencias aliñadas con unos diálogos que juegan al despiste tanto como dan pistas, esa cámara juguetona pero sin pasarse, esa sublime presentación de personajes. Todo tiene que ver con rendir pleitesía al cine, a su lenguaje y a los mecanismos que lo mueven. Si, Tarantino es un enamorado de este arte y es un placer seguirle durante dos horas y media cuando esta tan inspirado como en esta Malditos Bastardos. Porque me encanta que me engañen con una buena historia. Mucho grande style, Tarantino.