No Code. El disco de la discordia. Algunos lo consideran extraño, experimental, raro. Otros directamente un truño. Recuerdo que los comentarios de la época incidían en que la influencia de Neil Young había ido demasiado lejos, que la obsesión con el canadiense se había comido la personalidad de la banda. ¡Ni que lo que habían grabado antes hubiese sido tan original!
Se editó hace ya trece años. En su día para mi no supuso una gran decepción como para muchos seguidores de la banda pero tampoco me voló la cabeza como el Vs, que a día de hoy sigue siendo mi favorito. Pero en seguida le pillé el tranquillo y actualmente es junto al mencionado Vs mi disco favorito de Pearl Jam. Algo similar a lo que me sucedió con el Amorica de los Black Crowes.
A nivel de ventas fue el primer gran bajón de la banda y es que no se esforzaron demasiado por promocionar el disco. Es más incluso la elección de Who You Are como single era un suicidio comercial. El disco se alejaba de los himnos del Ten, de la inmediatez y rabia del Vs o del clasicismo del Vitalogy. Si buscaban no ser comerciales lo consiguieron. Pero en el camino encontraron muy buenas canciones. Ni madurez ni gilipolleces por el estilo, grandes temas, distintos pero tan bueno como todo lo anterior.
Se trata de un disco muy variado, tanto que puede despistar. Contiene pequeñas joyas que se alejan de lo previsible. Dos de mis favoritas son In My Tree y Present Tense. Temas que además de diferentes son una puta delicia para los oídos. De esos que tal vez pasen desapercibidos a la primera pero que luego se quedan para siempre. Hay más, dos bonitas canciones acústicas no tan conocidas como las de otros discos pero igual o más brillantes como Around The Bend y especialmente Off He Goes. Este fue el primer disco que grabaron con Jack Irons a la batería y su presencia fue clave. Siempre me gustó su estilo a la batería, tanto como el de Matt Cameron.
Aunque se tilde al disco de mas tranquilo también tiene rock clasicote en la onda de Young como las excelentes Smile y Red Mosquito. Trallazos punkarras como Lukin y otras como Hail, Hail o Habit que poco tienen que envidiar a otras más conocidas. Muy buenos temas en definitiva en un álbum muy vilipendiado y que para muchos inicio un camino nefasto. Para otros supuso otro excelente disco de una banda que afortunadamente sigue en la brecha. Un disco que trece años después sigo escuchando a menudo.