Habitualmente cuando los músicos promocionan su discos suelen acuñar frases tipo: “Este el trabajo del que estoy más orgulloso”, “Por primera vez he encontrado el tipo de sonido que estaba buscando” o “Este es el mejor disco de mi carrera”. Glenn Huhges es uno de esos artistas. Presente el álbum que sea lo defiende con inusual vehemencia y esto provoca el rechazo de muchos. A mí sin embargo este hombre me cae muy bien. Me gusta su entusiasmo y no me chirría su habitual cháchara espiritual.
La carrera de este tipo está marcada en buena parte por su paso por Deep Purple y por sus colaboraciones con Iommi. Incluso fue el vocalista en un disco de Black Sabbath. Muchos aficionados al hard rock y el metal han puesto el grito en el cielo con la orientación claramente funky y soul que ha tomado la carrera de Hughes con sus tres últimos trabajos. A los que amamos por igual a Black Sabbath o Marvin Gaye nos da igual hacia donde se dirija Glenn. Si las canciones son buenas lo demás está de su parte: ESA VOZ.
A escasas horas de ver en directo por primera vez a Glenn Hughes me apetece dedicarle unas frases a su último disco. First Underground Nuclear Kitchen. Y es que creo que Hughes ha grabado su mejor álbum en mucho. Sin complejos, todavía más orientado al funk y al soul que sus predecesores por momentos la música de este FUNK me recuerda a lo mejor del género. Música en estado puro interpretada por una voz privilegiada.
First Underground Nuclear Kitchen, Love Comunnion o We Go 2 War son grandes temas que se benefician de una precisa sección de viento. Satellite o Imperfection parecen sacadas de la época dorada de la Motown. Los que esperan al Glenn Hughes más hard rockero la tienen clara. Y es que el amigo no se cansa de repetir en cada entrevista que su música predilecta es esta. Yo desde luego no me voy perder la faceta soul y funk de este hombre porque alguien con esa voz puede hacer lo que le de la gana. ¡Y qué hostias! adoro el soul y el funk.