O a cuando insistía de nuevo a Scorsese para rodar Toro Salvaje cuando el director italoamericano tenía la cabeza en otra parte. A ese De Niro me refiero. Alguien que ponía toda la carne en el asador en películas que se han convertido en clásicos. Al De Niro que filmaba con estilo propio Una historia del Bronx convirtiéndola en una entrañable película que no me canso de ver. Ese De Niro que todavía existe y al que no pueden sepultar unas cuantas comedias insulsas que no van a ninguna parte. Pues nada, De Niro, felicidades y que sigas implicandote en el cine. Nosotros lo disfrutaremos.